23/12/2025 02:34
23/12/2025 02:28
23/12/2025 02:28
23/12/2025 02:28
23/12/2025 02:28
23/12/2025 02:26
23/12/2025 02:26
23/12/2025 02:26
23/12/2025 02:26
23/12/2025 02:26
» Primera Línea
Fecha: 23/12/2025 00:46
En el año 354 de nuestra era, un “investigador” llamado Furio Dionisio Filocalo convenció al papa Liberio de que Jesús nació un mes de diciembre. Exhibió ante dicho pontífice, como prueba, un calendario que él había confeccionado como “fruto de investigaciones propias”. Dicho Papa, convencido de la veracidad del descubrimiento, estableció como fecha oficial del nacimiento de Jesús (“Navidad”) el 25 de diciembre, y así es considerado desde entonces. Así es como el próximo jueves, el mundo cristiano celebrará una vez más el supuesto cumpleaños de Jesús. Todos en diciembre A lo largo de los milenios y siglos precedentes a Jesús, todos los considerados salvadores y redentores del mundo supuestamente nacieron en diciembre. Se creía que por una cuestión vinculada a leyes espirituales y cósmicas no podían nacer en otro mes que fuese distinto. Los antiguos egipcios celebraban el 25 de diciembre el nacimiento de varias de sus divinidades más importantes, especialmente el de Osiris, hijo de la virgen Neith. Igualmente festejaban a fines de diciembre el cumpleaños del dios Horus, sobre quien un historiador de apellido De Septhenes señaló: “Los egipcios fijaban en marzo el comienzo del embarazo de Isis, Reina del Cielo y Virgen Madre del Salvador Horus, y a fines de diciembre celebraban el aniversario de su nacimiento”. En la misma fecha en Grecia festejaban el nacimiento de Hércules, hijo de Zeus. Según los griegos, sus dioses Baco y Adonis nacieron un 25 de diciembre. En la India, siglos antes de aparecer el cristianismo, cada 25 de diciembre celebraban el “Parto de la Reina del Cielo”. Ese día, la gente adornaba sus casas con guirnaldas y flores y los parientes y amigos se intercambiaban regalos. También, con siglos de anterioridad a la era cristiana, los chinos celebraban los días 24 y 25 de diciembre el solsticio de invierno. Durante esos dos días de fiesta, el comercio, los tribunales y los centros sociales cerraban sus puertas. Los persas eran a su vez famosos por sus espléndidas fiestas en honor de Mitra, cuyo nacimiento festejaban el 25 de diciembre. La leyenda del nacimiento de éste dios, supuestamente hijo de la virgen adolescente Anahíta, después daría nacimiento a la Navidad cristiana. Mitra fue traído a Roma en el año 62 DC por los legionarios que habían invadido Persia. El culto al mismo prendió tan fuertemente entre los latinos que durante tres siglos compitió cuerpo a cuerpo con otra popular corriente religiosa: el cristianismo. Todos los años, cada 25 de diciembre, en todo el Imperio romano se celebraba el “Natalis Solis Invictus” (Natalicio del Sol Invencible), la Navidad de Mitra. Ese día no había trabajo ni comercio, en las calles reinaba una atmósfera carnavalesca, se suspendían las ejecuciones de presos, se suspendían los combates si había guerra, se liberaba temporariamente a los esclavos, se decoraban las casas con ramas de laurel, y los amigos y parientes se hacían regalos. En Gran Bretaña e Irlanda, los druidas celebraban el 25 de diciembre con festejos que incluían enormes fogatas que encendían de noche en las cumbres de las colinas. En México, la última semana de diciembre conmemoraban el nacimiento de Quetzalcoatl, cuya venida esperaban como muchos cristianos esperan su “segunda venida”. En 1519, el emperador Moctesuma creyó que Francisco Pizarro era ese dios al que esperaban y, fatalmente, le abrió las puertas de su Imperio con las consecuencias por todos conocidas. No fue en diciembre Salta a la vista que los autores de los evangelios (que no son libros de historia sino libros de teología, de fe) desconocían el año y mes del nacimiento de Jesús. Marcos y Juan directamente no mencionaron el tema. Mateo dijo que nació “en los días del rey Herodes”, pero Lucas afirmó que fue diez años más tarde, “cuando Cirenio era gobernador de Siria”. Los primeros teólogos cristianos celebraban la Navidad el 20 de abril, a veces el 20 de mayo. Es lo que se estaba haciendo hacía cuando en el año 354 el papa Liberio, copiando la supuesta fecha de nacimiento de Mitra, declaró al 25 de diciembre día del nacimiento de Jesús.
Ver noticia original