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» Contextotucuman
Fecha: 23/12/2025 00:41
Lunes 22 de Diciembre de 2025, 19:21 Gabriel Sebastián Palavecino, de 32 años, murió ahogado en una pileta del Instituto Nacional de Deportes (IND), ubicado en calle Congreso 669, en el Barrio Sur de San Miguel de Tucumán, luego de permanecer alrededor de cinco minutos bajo el agua sin recibir asistencia. La autopsia confirmó que la causa de muerte fue asfixia por inmersión, mientras la Justicia investiga posibles responsabilidades, publicó el sitio Mirá Vos. El hecho ocurrió a mediados de noviembre y la causa es investigada por la Fiscalía de Homicidios I, que analizó peritajes y registros de más de 30 cámaras de seguridad del predio. Según explicó Marco Rossi, abogado de la familia, las imágenes muestran que Palavecino ingresó a la pileta y se hundió casi de inmediato, permaneciendo sumergido durante varios minutos en una zona por la que circulaban otras personas. En ese lapso, no había salvavidas ni intervino el profesor que debía cuidarlo. Gabriel tenía retraso madurativo y antecedentes de tratamientos médicos y psiquiátricos en el hospital Obarrio. Por recomendación profesional, había comenzado a realizar actividad física como parte de su rehabilitación y eligió natación. Su familia contrató a un profesional especializado en rehabilitación acuática, identificado como O.B., para que lo acompañara durante las clases. Asistía al natatorio desde hacía apenas una semana. El día del hecho, fue su hermana —trabajadora de casas particulares— quien lo llevó al lugar, ya que su abuela, quien lo crió, se encuentra actualmente postrada por graves problemas de salud. De acuerdo con la investigación, no se le solicitaron estudios médicos ni se evaluó su capacidad para nadar, pese a que no lo hacía con soltura y el sector donde ocurrió la tragedia era uno de los más profundos de la pileta. “El informe forense es contundente”, señaló Rossi, quien indicó que los pulmones de Gabriel presentaban un daño severo compatible con asfixia por inmersión. A pesar de ello, hasta el momento no hay personas imputadas y el natatorio continúa funcionando con normalidad. Según la familia, ninguna autoridad del club se comunicó para dar explicaciones. Gabriel vivía en Las Talas, Bella Vista. Se desplazaba solo en colectivo, realizaba trabajos informales y había tenido empleo en un mercado de El Manantial. Tras una recaída en su salud, volvió a recibir tratamiento médico y luego inició la actividad en la pileta. La causa comenzó caratulada como muerte dudosa, mientras que los familiares avanzan en la preparación de acciones civiles por daños y perjuicios contra los presuntos responsables. “Es temporada alta y el lugar sigue funcionando como si nada hubiera pasado”, advirtió el abogado. La muerte de Gabriel Palavecino quedó registrada por las cámaras del predio: cinco minutos bajo el agua sin auxilio. Para su familia, no se trató de un hecho inevitable, sino de una tragedia que —afirman— pudo y debió evitarse.
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