22/12/2025 18:44
22/12/2025 18:44
22/12/2025 18:44
22/12/2025 18:44
22/12/2025 18:44
22/12/2025 18:44
22/12/2025 18:44
22/12/2025 18:44
22/12/2025 18:44
22/12/2025 18:44
» Los Andes
Fecha: 22/12/2025 12:35
Luis Fernández Albín, un capo narco de 38 años, fue extraditado el pasado jueves desde Buenos Aires en un operativo de Interpol que paralizó el centro de Montevideo y la base militar del aeropuerto de Carrasco. Luis Fernández Albín se escondía en un departamento del barrio porteño de Flores. Está acusado de intentar enviar dos toneladas de cocaína a Europa y lo vinculan con Sebastián Marset, el narco uruguayo más buscado de la región. Luis Fernández Albín, un capo narco de 38 años, fue extraditado el pasado jueves desde Buenos Aires en un operativo de Interpol que paralizó el centro de Montevideo y la base militar del aeropuerto de Carrasco. Apenas aterrizó en suelo uruguayo, con los tobillos encadenados y mirada desafiante hacia una cámara, molesto por la cobertura mediática que lo vincula con un plan para atentar contra la fiscal Mónica Serrano, lanzó una amenaza directa a la fiscal Angelita Romano: "Ya van a ver". Sin embargo, el viernes, durante la audiencia de formalización, el imputado pidió disculpas por sus dichos. El juez Fernando Islas le dictó 120 días de prisión preventiva tras ser acusado de narcotráfico, contrabando y lavado de dinero. La captura del líder del "clan Fernández Albín" se produjo a fines de noviembre en el barrio porteño de Flores. Gracias a un dato clave de la DEA, la Policía Federal Argentina (PFA) logró localizarlo en un departamento de la Avenida Rivadavia al 6300, un lugar que usuaba para esconderse y es propiedad de un uruguayo con antecedentes de narcotráfico. Allí, el narco, que posee doble nacionalidad argentina y uruguaya, llevaba una vida aparentemente tranquila. Sus días consistían en pasear tres veces al día a Robertina, su cachorra Bulldog Francés, recibir visitas de su esposa, Khaterine "La Chuna" Quilimas Gularte (también detenida por lavado de dinero), y sus hijas pequeñas y trasladarse en una camioneta Volkswagen Amarok, la cual fue clave para su seguimiento mediante un rastreador GPS. La Justicia uruguaya identifica a Fernández Albín como el cerebro detrás del acopio y exportación de 2.000 kilos de cocaína incautados en agosto en una chacra de Punta Espinillo, en el marco de la operación denominada "Nueva Era". El destino era Europa. Además, se lo vincula estrechamente con Sebastián Marset, el narco uruguayo prófugo más buscado de la región, y con el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil. Su historial criminal comenzó a los 13 años con robos y fugas de institutos de menores, escalando rápidamente en la estructura del narcotráfico internacional hasta liderar su propia organización junto a sus dos hermanos. En el departamento donde se refugiaba de la justicia también se había alojado en el 2014 un uruguayo que fue detenido en la terminal del Buquebús cuando intentaba abordar el ferry con 60 paquetes de cocaína en el asiento de atrás de su auto. La perra Robertina, tras ser revisada por la División Canes de la PFA, fue extraditada a Uruguay y entregada a las hijas del matrimonio, quienes quedaron bajo cuidado de familiares mientras sus padres enfrentan procesos judiciales por tráfico internacional de estupefacientes.
Ver noticia original