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» Diario Pampa
Fecha: 22/12/2025 12:29
Escuchá esta nota EL DIARIO digital Yanel Buffa, una docente de Rancul, encabezó una protesta este lunes en los Tribunales de General Pico tras un fallo judicial que ordenó el traslado forzoso de su hija de 10 años a Río Cuarto para vivir con su padre. El hecho, según denunció, fue ejecutado durante lo que debía ser un "espacio de escucha" para la niña e ignoró por completo la voluntad y el entorno vital de la menor. La historia judicial comenzó cuando el padre inició un juicio por el cuidado personal de la niña, que desde su nacimiento vive en Rancul. El proceso fue extremadamente lento —duró más de tres años— y estuvo salpicado por múltiples intentos de revinculación, ya que la relación entre la hija y su padre era prácticamente nula. En ese lapso, según relata Buffa, la niña manifestó maltratos durante encuentros forzados, hubo actuaciones policiales y hasta una perimetral dictada contra el padre por hechos de violencia hacia la madre, que la niña presenció. El conflicto escaló este año cuando, en el marco de un nuevo proceso de revinculación a cargo de la Defensoría Provincial, la jueza Alejandra Noemí Campos decidió cambiar el cuidado a unipersonal a favor del padre y ordenar el traslado de la niña a Río Cuarto. La decisión no contempló, según la madre, ninguno de los vínculos afectivos, sociales y escolares de la niña en Rancul, donde cursa quinto grado. Tampoco se escuchó a la menor, a pesar de que su asesora de menores había solicitado un espacio para que fuera oída. Ese espacio, originalmente pactado de forma virtual para el pasado jueves 18, cambió de modalidad y lugar a último momento. Buffa y su hija se presentaron en el juzgado, creyendo que allí se realizaría la escucha. Sin embargo, fueron derivadas a la fiscalía. Allí, la niña fue separada de su madre por trabajadoras sociales del equipo del juzgado, personas que, según Buffa, tienen denuncias en su contra. Lo que siguió fue un operativo que la madre describe como "una entrega totalmente programada". Mientras declaraba, sin saber dónde estaba su hija, la jueza ordenó hacer efectiva la sentencia en ese mismo instante. La niña fue trasladada a Río Cuarto sin que su madre pudiera verla nuevamente. Además, se impuso a Buffa y a toda su familia una restricción de 60 días para "no entorpecer el vínculo paterno-filial", lo que le impide cualquier contacto, incluso telefónico, con su hija. "Mi hija entró por una puerta conmigo. Desde el jueves no sé por dónde salió, no sé con quién salió. La niña pasó de una provincia a la otra indocumentada", relató Buffa, angustiada. Los documentos de la menor quedaron en su poder, en General Pico. La medida coincide con el inicio de las ferias judiciales, lo que complica aún más cualquier acción legal inmediata. La única vía posible, por ahora, es apelar la restricción de comunicación. La mamá asegura que la niña además está aislada también de todo su entorno en Rancul: sus amigos, sus profesores de actividades extracurriculares y la comunidad que la vio nacer. Buffa es docente de nivel secundario y sostiene que su salud mental es utilizada "como argumento infundado por el juzgado para justificar la obstrucción". "Creemos que lo único que querían hacer era daño, porque esta no es la forma de tener un vínculo con tu hija. Esta no es la forma sana", concluyó la madre.
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