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» Diariamente
Fecha: 22/12/2025 11:33
Enojo provincial por aumento a funcionarios de Junín Los funcionarios municipales se aprobaron un importante incremento salarial y esto fastidió a las autoridades provinciales El aumento salarial del 80% que se otorgaron el intendente y los concejales de Junín de los Andes no sólo provocó malestar en esa ciudad, sino que encendió alarmas en el gobierno provincial neuquino. No se trata de un simple desacuerdo político, sino de la necesidad de sostener gestiones basadas en el cuidado extremo de los recursos públicos, una premisa que hoy atraviesa a toda la administración neuquina. El enojo que -se asegura- anida en los más altos niveles del Ejecutivo provincial tiene fundamentos claros. En un contexto económico complejo, donde cada peso cuenta, la prioridad debe ser la obra pública, los servicios y las respuestas concretas para la sociedad. Otorgarse un incremento de esa magnitud, y además en vísperas de las Fiestas, resulta un gesto difícil de explicar. En especial porque el proyecto de aumento para funcionarios lo envió el intendente Luis Madueño y fue aprobado por unanimidad en el Concejo Deliberante. Esa decisión contrasta abiertamente con el rumbo fijado por el gobernador Rolando Figueroa desde el primer día de gestión. Reducción de la planta política, eliminación de gastos superfluos, devolución de celulares oficiales, cancelación de alquileres de camionetas y revisión exhaustiva de contratos, fueron señales claras de una política de austeridad que buscó predicar con el ejemplo y que eliminó las jubilaciones de privilegio. Justamente por eso el malestar fue mayor. Cuando desde la Provincia se ordena y se cuidan los recursos para sostener inversiones estratégicas, resulta contradictorio que un municipio avance en sentido contrario. Más aún cuando buena parte de las obras que se exhiben como logros locales fueron financiadas, en realidad, con fondos provinciales. Los números del aumento hablan por sí solos: sueldo que supera los 6,2 millones de pesos para el intendente, cerca de 5 millones para el viceintendente y cifras millonarias también para secretarios y concejales. Más allá de la explicación técnica sobre “recomposición” o “jerarquía institucional”, el aumento generó fastidios. El argumento de restablecer equidad salarial dentro del municipio puede ser atendible, pero pierde fuerza cuando no se lo contextualiza en la realidad general. El cuidado del dinero público no admite dobles discursos ni eufemismos administrativos. Llamar “adicional” a lo que en los hechos es un fuerte incremento no modifica la percepción respecto del paso en falso.
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