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» Mdzol
Fecha: 22/12/2025 11:29
LEl llamado 'caso Jeffrey Epstein' ha tenido en 2025 varios episodios convulsos, tras conocerse nuevas revelaciones que han puesto al presidente estadounidense, Donald Trump, en el centro de la polémica y que han salpicado incluso a la monarquía británica, al haber obligado al rey Carlos III a despojar a su hermano Andrés de su título de príncipe. Los correos del pederasta Jeffrey Epstein, divulgados por congresistas demócratas, revelaron que Donald Trump conocía sus crímenes y que, además, había pasado “horas” con una de las víctimas. Una serie de batallas judiciales y una prolongada tensión legislativa mantuvo a la Casa Blanca bajo presión, hasta que la Cámara de Representantes logró los 218 votos necesarios el 18 de noviembre para aprobar una ley que obliga a publicar los archivos del pederasta de forma íntegra. Donald Trump libera archivos Desgastado por haber perdido las elecciones de Nueva York, los comicios locales más importantes del año, junto a la bajada de popularidad por el cierre de Gobierno más largo de la historia, Donald Trump decidió permitir la liberación de los archivos, que han quedado ahora en manos del Departamento de Justicia. Sin embargo, aún no existe certeza del mecanismo para publicarlos o si serán publicados sin reserva. La tensión por los posibles alcances de la implicación de Donald Trump en los archivos provocaron fisuras en el mundo MAGA. Prueba de ello es el distanciamiento con la representante del estado de Georgia Marjorie Taylor Green -antaño una ferviente defensora de Trump-, quien dimitió de su cargo y optó por respaldar a las víctimas del caso Epstein en medio de ataques contra ella del propio Trump. 20.000 correos divulgados implican a Donald Trump Los más de 20.000 correos divulgados en octubre, además de a Donald Trump, salpicaron a varias figuras públicas y políticas estadounidenses, entre ellos Larry Summers, exsecretario del Tesoro y expresidente de Harvard University, quien se vio obligado a renunciar a su puesto de profesor en la universidad tras revelarse que había mantenido correspondencia con Epstein sobre asuntos personales y sociales. También figuran en la lista de amigos citados por Epstein el magnate tecnológico Peter Thiel; Steve Bannon, exasesor de la Casa Blanca e ideólogo del mundo MAGA; el multimillonario Elon Musk y otros ejecutivos y donantes prominentes que aparecen en los archivos como parte de la red de relaciones sociales y políticas de Epstein. Sacudida en la Casa Real británica La onda expansiva de los correos de Jeffrey Epstein llegó hasta el otro lado del Atlántico cuando aparecieron las memorias póstumas de Virginia Giuffre, que muchos años atrás había asegurado que el príncipe Andrés había abusado de ella siendo todavía menor de edad, tras haber sido 'prestada' por Epstein, quien también la había violado repetidamente. En estas memorias, tituladas 'Nobody's Girl' (Chica de nadie), Giuffre relata con lujo de detalles las tres veces en que Andrés la violó, en lugares diferentes, una de ellas en medio de una orgía donde ella estaba rodeada de chicas extranjeras aparentemente menores y que apenas sabían hablar inglés. Andrés había negado repetidamente el relato de Giuffre, pero el hecho de que ya en 2019 hubiera renunciado a sus títulos reales y de haber acordado en 2022 un arreglo millonario con Giuffre -se habló de 12 millones de euros- hacían dudar de la honestidad del príncipe. El príncipe destronado Las memorias, aparecidas tras el suicidio de Giuffre y en medio de una ola internacional de compasión por la mujer, pusieron de nuevo al príncipe en la picota y el propio rey Carlos, harto de que su hermano siguiera contemporizando, tomó en octubre de 2025 una decisión inédita: quitó a su hermano el último título de 'príncipe' y le ordenó salir de la mansión que ocupaba en las propiedades de la Corona y por las que pagaba un simbólico grano de pimienta. El príncipe destronado pasará a ser conocido como Andrés Mounbatten-Windsor. Ese nuevo guion entre sus apellidos, de reminiscencias aristocráticas, parece haber sido la última concesión del rey Carlos a su hermano díscolo, el favorito de su madre y que con su conducta ponía sistemáticamente en apuros a una monarquía que cuenta aún con el favor del pueblo, pero sin el fervor que despertaba la reina Isabel. Efe
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