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Paraná » 9digital
Fecha: 20/12/2025 17:20
En el marco de su compromiso con la prevención y la salud visual, el Instituto Santa Lucía Paraná llevó adelante una campaña gratuita de detección de retinopatía diabética, orientada a concientizar a la comunidad y promover el diagnóstico temprano en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. La iniciativa tuvo como objetivo principal identificar de manera precoz esta patología ocular, una de las principales causas de disminución visual y ceguera prevenible en adultos, cuando no es detectada y tratada a tiempo. La campaña incluyó instancias de evaluación oftalmológica y acciones de información dirigidas a pacientes con diabetes, haciendo especial hincapié en la importancia de los controles regulares. La retinopatía diabética es una complicación frecuente de la diabetes que afecta los vasos sanguíneos de la retina. Su evolución suele ser silenciosa en las etapas iniciales, por lo que muchas personas no presentan síntomas hasta que el daño visual ya es significativo. En este sentido, los especialistas destacan que el control oftalmológico periódico es clave, incluso cuando la visión parece normal. Según detalló el Dr. Nicolás Iannuzzo, el aumento sostenido de la glucosa en sangre afecta progresivamente los vasos sanguíneos de todo el cuerpo. “Los vasos del cuerpo son como una tubería interna que se va dañando por la diabetes. Se afectan los vasos del corazón, del pulmón, del cerebro y también los de la retina”, explicó. En las etapas iniciales, este daño provoca filtraciones de líquido que pueden generar edema macular. Con el avance de la enfermedad, pueden aparecer hemorragias en la retina, configurando lo que se denomina retinopatía diabética. “Cuando el daño progresa, la retina deja de irrigarse correctamente y pueden desarrollarse neovasos y hemorragias vítreas, que en muchos casos llevan a consecuencias irreversibles”, advirtió el especialista. Por su parte, la Dra. Belén Buffa, oftalmóloga residente del Instituto Santa Lucía, remarcó la importancia de los controles periódicos: “En pacientes diabéticos se recomienda realizar al menos un control oftalmológico por año. Sin embargo, si en el fondo de ojos se detectan hemorragias u otras alteraciones, los controles deben ser más frecuentes”. La profesional subrayó que una de las mayores dificultades de esta enfermedad es que en sus primeros estadios no presenta síntomas. “El paciente no siente cambios en la visión. Por eso, cuando no se realizan controles y se consulta tardíamente, puede ocurrir que llegue sin visión o con síntomas muy avanzados”, advirtió. Entre las consecuencias de no detectar y tratar a tiempo la retinopatía diabética, la más grave es la ceguera. No obstante, también pueden presentarse disminución progresiva de la visión y pérdidas visuales intermitentes. Desde el Instituto Santa Lucía destacaron que esta campaña forma parte del compromiso con prevención y educación en salud visual, orientada a mejorar la calidad de vida de los pacientes mediante el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno.
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