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Parana » AIM Digital
Fecha: 20/12/2025 10:28
La jornada política de este jueves marcó un punto de inflexión para el Gobierno nacional, que debió reordenar su estrategia luego de las dificultades enfrentadas en la Cámara de Diputados durante el tratamiento del Presupuesto 2026. El freno a capítulos clave del proyecto oficial expuso límites en la capacidad de negociación parlamentaria y obligó a la Casa Rosada a convocar de urgencia a su mesa política. El presidente Javier Milei encabezó el encuentro junto a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Manuel Adorni; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el ministro del Interior, Diego Santilli; el titular de la Cámara baja, Martín Menem; el asesor presidencial Santiago Caputo; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Ignacio “Nacho” Devitt. El objetivo fue evaluar los pasos a seguir en el Senado y evitar nuevas fisuras con los bloques aliados. Tensiones con aliados y amenaza de veto En el oficialismo reconocen que la derrota parcial en Diputados no solo afectó iniciativas concretas, sino que reavivó cuestionamientos internos sobre la conducción política y la cohesión del espacio gobernante. Algunas miradas apuntaron a mandatarios provinciales por el traspié legislativo y, puertas adentro, incluso se analizó la posibilidad de vetar el proyecto completo si el Senado mantiene los artículos objetados. Desde el Ejecutivo argumentan que sostener partidas como el financiamiento universitario y la emergencia en Discapacidad comprometería la meta de déficit cero, uno de los pilares centrales de la política económica del Gobierno. Semana clave en el Senado Con la media sanción obtenida, el Presupuesto 2026 ingresó en una etapa decisiva en la Cámara alta. El oficialismo busca dictamen en comisión y aspira a llevar el proyecto al recinto en el plazo de una semana, con la intención de lograr la sanción definitiva antes de fin de año. Admiten que cualquier modificación obligaría a que la iniciativa regrese a Diputados, dilatando los tiempos y aumentando la incertidumbre. La estrategia contempla negociaciones voto a voto y posibles ajustes en los puntos más controvertidos, especialmente en el capítulo rechazado en la cámara baja. De no aprobarse antes del 1° de enero, el Poder Ejecutivo debería reconducir nuevamente el presupuesto vigente. Gestos institucionales y clima social Mientras evita pronunciamientos públicos sobre el revés legislativo, Milei encabezará este jueves por la tarde un acto de las Fuerzas Armadas en la base aérea de El Palomar. En la Casa Rosada interpretan la convocatoria como un gesto de reafirmación institucional y un intento de correr el eje del debate público hacia otras áreas de gestión. En paralelo, la Confederación General del Trabajo realizó una movilización contra la reforma laboral impulsada por el Gobierno. A diferencia de episodios anteriores, el Ejecutivo optó por minimizar la protesta y la calificó como una “jornada de normalidad”, en una señal de prudencia política en un contexto de negociaciones abiertas. Desde el sindicalismo, en cambio, sostienen que la reforma busca modificar condiciones laborales sin consenso amplio y advierten que el conflicto seguirá escalando. El Gobierno, por su parte, insiste en que los cambios apuntan a modernizar el mercado de trabajo y fomentar el empleo, aunque el debate promete mantenerse en el centro de la agenda política en los próximos meses.
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