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  • Cómo es la ruta de ascenso al Lanín en la que se descompensó Christian Petersen: bautismo para montañistas, dos días de esfuerzo y amenaza de viento blanco

    » Clarin

    Fecha: 19/12/2025 20:36

    El ascenso a la cumbre del volcán Lanín, a 3.776 metros sobre el nivel del mar (msnm), es el rito de iniciación patagónico para los deportistas que quieren pasar del trekking al montañismo. En el andinismo se lo considera "un clásico" pero hace una semana se convirtió en el lugar en que el chef Christian Petersen (56) sufrió una falla multiorgánica, por la que permanece internado en estado reservado en el hospital Ramón Carrillo de San Martín de los Andes. Se trata de una actividad exigente para el cuerpo porque requiere un esfuerzo físico alto, con exposición a condiciones climáticas que en muchos casos pueden ser adversas. El ascenso sólo está permitido con guías de montaña, quienes recomiendan la subida a personas con experiencia en trekking y preparación previa, con buena salud y un "muy buen entrenamiento". La principal senda de ascenso a la cumbre del Lanín es la ruta por la cara norte, a la que se accede por la seccional Río Turbio del Parque Nacional Lanín. Ese lugar, donde los andinistas y guías dejan sus vehículos, está a 65 kilómetros de Junín de los Andes. Allí está el Centro de Informes de Tromen, con un puesto de Gendarmería Nacional porque es la ruta que conduce al paso fronterizo Mamuil Malal, con Chile. Es el camino principal para la mayoría de los andinistas que buscan hacer cumbre en la actividad que dura dos días y que se realiza entre octubre y abril de cada año. Para empezar la caminata, los guías piden botas especiales de montaña, cubre pantalón impermeable, campera de montaña impermeable, bolsa de dormir, mochila, bastones, polainas (para proteger la parte inferior de los pantalones de la nieve) y lentes de sol. La mayoría de la excursión para hacer cumbre incluye los cascos, los crampones (ganchos metálicos con puntas que se ajustan a las botas para pisar mejor sobre el hielo o la nieve) y también piquetas, que se usan en caso de un deslizamiento. Vista del volcán Lanín, en Neuquén. Foto Telam Con ese equipo, miles de andinistas buscan cada primavera y verano llegar a la cumbre. La caminata tiene un primer día de unas cinco a seis horas de caminata y un segundo día que arranca muy temprano, a la madrugada, para llegar a la cumbre al mediodía. En el inicio, los montañistas caminan por un sendero, a través de un bosque de lengas, para llegar a la base del volcán. A partir de ahí empieza el ascenso, que está marcado con estacas que tienen tachas reflectivas, ya sin la sombra de los árboles. Se camina por un una elevación a la que llaman la "Espina de pescado". Se trata de un sendero con una pendiente gradual, hasta que hay un desvío hacia la derecha en búsqueda del "Camino de mulas". El suelo es todo de piedras y, dependiendo de la época del año y las condiciones climáticas de la temporada, ya puede haber algo de nieve en ese tramo. Christian Petersen se descompensó el 10 de diciembre en medio de una excursión para escalar el Lanín. Foto Maxi Failla, archivo Después las cinco a seis horas del primer día, está el lugar en el que los andinistas pasan la noche. Es el Refugio Militar Nuevo (RIM), a 2.315 msnm. Es una zona con varios domos, una gran carpa comedor. En general, si los andinistas arrancan temprano, pasadas las 14 horas llegan a esa parada y cenan pasadas las 18. Al otro día la actividad arranca a las dos de la madrugada, y se empieza la caminata cerca de las tres de la madrugada, cuando la nieve está dura por el frío de la noche y los crampones facilitan el ascenso. Salir a media mañana implica una nieve blanda y mayor esfuerzo físico para las piernas. En medio de la noche y con linternas en los cascos, arranca el camino señalizado hacia el Refugio del Club Andino Junín de los Andes (CAJA), a 2.600 msnm. A tres horas de la salida, a eso de las seis de la mañana, la mayoría llega al"Plató de los 3.000 msnm". El camino continúa por la Canaleta del Silencio, que establece una línea directa que hacia la cumbre. Siempre dependiendo de clima, a esta altura el sol muestra sus rayos en el horizonte, en una vista imperdible, en la que se suele frenar para sacar fotos. La leona Noel Barrionuevo hizo cumbre en el Volcán Lanín en 2021. Foto: Instagram @barrionuevonoel En todo ese segundo día, el camino es muy empinado y se hace a paso lento. La cumbre, a esos 3.776 msnm, es un balcón de lujo para observar los volcanes Llaima, Villarrica, Quetrupillán, Osorno, el relieve del cerro Tronador, y el brillo de los lagos Tromen, Quillén, Huechulafquen y Paimún. Uno de los factores a tener en cuenta para el ascenso a la cumbre del Lanín es el clima. Al estar sin montañas alrededor, muchas veces cuando se ve a lo lejos una nube y hay viento, en cuestión de minutos se puede armar una tormenta, o pueden azotar fuertes vientos. Una de las características que puede darse camino a la cumbre es el "viento blanco". Se trata de una nevada muy ventosa, que reduce drásticamente la visibilidad y le nieve pica en la cara. Depende de la intensidad del "viento blanco", en muchos casos el guía es quien define si continúan camino o vuelven al refugio. El descenso es mucho más veloz y en general, los andinistas vuelven al refugio a 2.315 msnm para hidratarse más, almorzar y emprender el tramo final. Si hay nieve, hay tramos en los que se baja en "culipatín" y es todavía más rápido y divertido. Qué preparación física requiere el ascenso al volcán Lanín Clarín consultó a guías de montaña que a menudo llevan a andinistas hacia la cumbre sobre los principales desafíos de esa montaña. "Por su altura y ubicación, el clima puede cambiar en pocos minutos y lo transforman en un ambiente muy crudo", remarcó uno de ellos. El imponente volcán Lanín, a 64 kilómetros de Junín de los Andes, Neuquén. Foto: Nora Mazzini "Toda persona que decida emprender una expedición al Volcán Lanín sin realizar actividad física con frecuencia o que sea deportista pero sin experiencia en montaña, deberá tener condiciones físicas excelentes y un entrenamiento muy bueno. Además, en muchos momentos del ascenso tendremos un nivel de exposición medio, en los que transitaremos por pendientes moderadas con características rocosas y, según la época, nevadas o heladas", explicaron los guías. "Durante el primer día de ascenso, cada andinista deberá cargar su mochila con el equipo personal, el provisto (crampones, bastones, piqueta, casco y polainas) y una parte de su comida", añadieron. Cada mochila pesa entre 12 y 15 kilos. Recomiendan llegar con un entrenamiento previo con actividades aeróbicas: trote, bicicleta y ascenso y descenso de escaleras o superficies con desnivel. En caso de practicar trote antes de ir al Lanín, sugieren hacerlo con una mochila pequeña, y aumentar progresivamente el peso.

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