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» Diario Cordoba
Fecha: 19/12/2025 08:35
Para muchos seres humanos es complicado disculparse. Y eso que se puede hacer sin pasar demasiado bochorno, si se manejan en mayor o menor medida los recursos de que dispone la lengua para simular que se reconocen errores o que, de alguna forma, se pide perdón. La demagogia, si se domina, serviría para adornar unas explicaciones que convencerían más o menos, en función del grado de pensamiento crítico del receptor. Ahora bien, si quien pretende persuadir camuflando la realidad no tiene en cuenta que el destinatario del mensaje también podría controlar los recursos lingüísticos para descifrar un mensaje falaz, se infiere que se está tomando por imbécil a todo aquel al que se procura engañar. Así, el hecho de que el presidente del Gobierno, tras un año en el que han estado cerca de imputar incluso a su perro, haya dado una triunfal rueda de prensa es demasiado alarmante como para permanecer impasibles. Desatendiendo las preguntas de los periodistas presentes, volvió a ignorar la gravedad de unos hechos tan reales como constatables. Desde luego que es complicado para todos pedir perdón, cuánto más para Narciso, cuya única falta fue enamorarse de sí mismo. Llegados a este punto, lo realmente difícil es no experimentar un miedo creciente, habida cuenta del final de muchos personajes de la mitología griega. Hubo un día en que los cubanos advirtieron a Venezuela: «Aquí también creíamos que no sucedería». Ahora muchos españoles prefieren no seguir la actualidad política e ignorar a los venezolanos que avisan desde el exilio: «Nosotros también pensábamos que no nos pasaría». Por lo pronto, y, a pesar de todo, el presidente español ha asegurado que quiere seguir hasta 2027 y, por qué no, hasta 2031. No oculta que ha venido para quedarse: ya está pasando. *Lingüista
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