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» Sin Mordaza
Fecha: 18/12/2025 02:39
Colón dejó de tantear el terreno y dio un paso firme en el mercado de pases. Cuando varios nombres todavía circulaban como simples posibilidades, la dirigencia avanzó con decisión por un defensor central de recorrido, personalidad y conocimiento de la categoría. La apuesta tiene nombre y apellido: Pier Barrios. A los 35 años, el zaguero llega tras una temporada exigente en Melgar de Perú, donde disputó 40 partidos y convirtió dos goles. Números que hablan de continuidad y vigencia, pero que no alcanzan a describir del todo lo que Colón fue a buscar: liderazgo, voz de mando y presencia para ordenar la última línea. Barrios mide 1,80 metro, está acostumbrado a jugar bajo presión y conoce bien la Primera Nacional, un detalle que terminó de inclinar la balanza para Ezequiel Medrán. En un torneo áspero y extenso, la experiencia suele marcar diferencias, y en Santa Fe consideran que el central reúne ese perfil que el equipo necesitaba. La llegada del defensor se inscribe en una lógica clara de armado. Primero fue el arquero Matías Budiño, luego el lateral izquierdo Leandro Allende y ahora un central con oficio y jerarquía. El mensaje es contundente, tanto hacia adentro como hacia afuera: el nuevo Colón se empieza a construir desde la solidez defensiva. Sin grandes estridencias, pero con determinación, el Sabalero suma una pieza clave para su estructura. Barrios no arriba solo para ocupar un puesto, sino para conducir desde atrás y asumir un rol que el equipo reclamaba con urgencia. En Santa Fe, la defensa empieza a tener dueño.
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