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  • Condenaron a cinco años de prisión a un enfermero que vendía fentanilo robado del Hospital Urquiza

    Concepcion del Uruguay » La Calle

    Fecha: 17/12/2025 22:22

    El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Concepción del Uruguay condenó este mes a cinco años de prisión a un enfermero del Hospital Justo José de Urquiza, en Concepción del Uruguay, por vender fentanilo y otras drogas a través de la aplicación Telegram, en una causa que tuvo como protagonista a Julio Santiago Santillán y que se inició tras una denuncia anónima realizada en febrero de este año. La jueza Mariela Emilce Rojas homologó el acuerdo de juicio abreviado el pasado 4 de diciembre y aplicó además una multa superior a los cinco millones de pesos y la inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos. El tribunal actuó de manera unipersonal y validó el acuerdo impulsado por la fiscal federal Josefina Minatta, con colaboración de la Procuraduría de Narcocriminalidad. El condenado se desempeñaba como enfermero suplente en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Urquiza y utilizaba su función para sustraer ampollas de fentanilo y otros psicofármacos. El imputado reconoció los hechos, aceptó la calificación legal y prestó conformidad con la pena impuesta, lo que permitió cerrar el proceso mediante el mecanismo abreviado. La Justicia consideró a Santillán penalmente responsable de comercio de estupefacientes, tenencia con fines de comercialización, peculado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y venta no autorizada de medicamentos que requieren receta. El tribunal dispuso además el decomiso del teléfono celular que el enfermero utilizaba para coordinar las ventas ilegales. La investigación determinó que el enfermero desarrolló su actividad delictiva al menos entre el 18 de febrero y el 20 de marzo. El acusado ofrecía ampollas de fentanilo y medicamentos como lorazepam, risperidona y carbamazepina en grupos de libre acceso de Telegram, donde publicaba mensajes, precios y fotografías de los productos. La pesquisa comenzó tras una denuncia telefónica anónima recibida por la Policía Federal Argentina, que alertó sobre la venta de drogas por redes sociales. La fiscalía delegó tareas de inteligencia a la fuerza federal y logró identificar dos grupos de Telegram en los que el enfermero ofrecía el opioide sintético de manera abierta. La causa avanzó con la incorporación de un agente revelador digital que se infiltró en los chats y pactó compras controladas. La Policía Federal documentó los encuentros y concretó la detención de Santillán el 20 de marzo, luego de una operación en la que se secuestraron decenas de ampollas de fentanilo y blísteres de pastillas. Los allanamientos posteriores confirmaron que las ampollas incautadas pertenecían al mismo lote que el hospital tenía en stock. El propio condenado admitió que retiraba una ampolla por guardia debido a problemas económicos y que luego las vendía por Telegram, en un caso que expuso una grave vulneración de la confianza pública y de los controles sobre medicamentos sensibles.

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