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Concordia » Libre Entre Rios
Fecha: 17/12/2025 21:32
Compartilo con En un contexto donde los clubes de barrio enfrentan crecientes dificultades económicas para sostener sus infraestructuras y actividades, la Legislatura provincial sancionó este martes la Ley de Mecenazgo Deportivo en Entre Ríos. La normativa, aprobada por unanimidad, busca oxigenar las cuentas de las instituciones mediante incentivos fiscales a la inversión privada, aunque su éxito dependerá de una reglamentación transparente que evite la concentración de recursos en los clubes más grandes y garantice un impacto social equitativo. La Cámara de Diputados dio sanción definitiva a la iniciativa que unificó los proyectos del Poder Ejecutivo y de la diputada Débora Todoni, estableciendo un régimen que permite a empresas y particulares destinar parte de sus impuestos a proyectos deportivos aprobados por el Estado. El objetivo central es claro: generar un flujo de fondos extrapresupuestarios para el deporte, reduciendo la dependencia exclusiva de los subsidios estatales directos. La mecánica del financiamiento: soluciones y riesgos La ley propone un cambio de paradigma en la gestión deportiva. En lugar de gestionar subsidios discrecionales, los clubes deberán presentar proyectos concretos —desde infraestructura hasta formación de atletas— que serán evaluados por el Estado. Una vez aprobados, estos podrán recibir aportes de patrocinadores privados, quienes a cambio obtendrán beneficios fiscales. Ley de Mecenazgo Deportivo en Entre Ríos: incentivos, fondo solidario y el desafío de su implementación en los clubes. Desde la Secretaría General de la Gobernación, Mauricio Colello calificó la norma como una herramienta de articulación entre “el Estado, el sector privado y la sociedad civil”. Por su parte, el secretario de Deportes, Sebastián Uranga, destacó que se trata de entender al deporte como una “inversión social”. Sin embargo, la experiencia de leyes similares en otras jurisdicciones plantea interrogantes que la reglamentación deberá despejar. El principal riesgo potencial de este tipo de sistemas es la elusión fiscal sin un retorno social verificable, o la posibilidad de que las empresas patrocinantes elijan financiar solo deportes de alta visibilidad o clubes de élite, dejando desamparadas a las disciplinas amateurs o instituciones barriales con menor capacidad de gestión administrativa. El “Fondo Solidario” como contrapeso Para mitigar el riesgo de inequidad, la normativa incorpora una cláusula clave: la “garantía solidaria”. Este mecanismo estipula que un porcentaje de los aportes recibidos por los proyectos de mayor envergadura se destine a un fondo común para asistir a los clubes más pequeños y alejados de los centros urbanos, buscando que el crecimiento sea equilibrado en todo el territorio provincial. La diputada Todoni y el diputado Rubén Rastelli coincidieron en que la ley favorecerá no solo a los clubes, sino también a deportistas individuales que muchas veces ven truncadas sus carreras por falta de apoyo. No obstante, el desafío inmediato será la burocracia: para que la solución sea efectiva, el proceso de aprobación de proyectos y la aplicación de los beneficios fiscales deben ser ágiles y accesibles para dirigentes que, en muchos casos, trabajan ad honorem y con recursos limitados. Con la sanción unánime, la política deportiva de Entre Ríos entra en una nueva etapa. La herramienta está disponible; su eficacia para transformar la realidad de los clubes dependerá ahora de los controles estatales y del compromiso del sector privado.
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