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  • La voz de Enfermería: "Impedirnos expresar nuestros justos reclamos es silenciar la verdad"

    Gualeguaychu » Reporte2820

    Fecha: 17/12/2025 16:34

    En un contundente mensaje leído en las escalinatas de acceso a la Unidad Bicentenario del Hospital Centenario, esta vez, los autoconvocados cargaron contra la dirección del nosocomio. Al finalizar el abrazo simbólico realizado esta mañana al Centenario, los manifestantes se concentraron en la puerta del hospital anexo -aun en construcción- donde leyeron un duro documento contra la directora Andrea Martins. Los autoconvocados expresaron: "Estimados colegas, compañeros de lucha, miembros de la comunidad y a todos los presentes: Hoy no es un día de festejo, sino un día de profunda convicción y de unidad inquebrantable. Nos encontramos aquí, en este abrazo simbólico, para reafirmar algo fundamental: somos el corazón que late en este hospital, y merecemos ser escuchados, respetados y valorados. Venimos, una vez más, desde el área de Enfermería, un sector que ha sostenido y sostiene la primera línea de batalla, no solo durante la pandemia, sino cada día, en cada guardia, en cada atención. Nos duele profundamente tener que señalar situaciones internas que atentan contra nuestros derechos más básicos. Queremos expresar nuestro enérgico y respetuoso desacuerdo a la decisión tomada por la Dirección de este Hospital el pasado 5 de noviembre. Cuando decidimos alzar nuestra voz en la calle, ejerciendo el legítimo derecho a la protesta y a la libre expresión, la respuesta fue la prohibición explícita de salir de nuestros servicios. Esta medida no solo es autoritaria, sino que desconoce el sacrificio que hacemos a diario. Se subestima nuestro profesionalismo, ya que todos conocemos donde empiezan y terminan nuestros derechos y obligaciones. Queremos dejarlo claro: Impedir que los trabajadores de la salud expresen sus justos reclamos es silenciar la verdad. Nuestra vocación es innegable, pero nuestra dignidad no se negocia. La lucha por mejores condiciones es también una forma de proteger la calidad de atención que le brindamos a nuestra comunidad. Y este reclamo trasciende las puertas de nuestro hospital. Este abrazo también es un acto de protesta dirigido al Gobierno, a quienes deben garantizar la salud pública y el bienestar de sus trabajadores. Hemos marchado, hemos solicitado reuniones, hemos presentado nuestros petitorios a lo largo de toda la provincia en diferentes departamentos. Sin embargo, la respuesta sigue siendo el silencio o la dilatación. Exigimos salarios dignos, que estén a la altura de nuestra responsabilidad y de la inflación. Exigimos condiciones laborales seguras, con insumos y dotación de personal suficientes. Exigimos el reconocimiento profesional que nuestra formación y experiencia merecen. La falta de una respuesta real a estas demandas no solo nos afecta a nosotros, sino que pone en riesgo la calidad del servicio que la ciudadanía espera y necesita. Hoy, en este abrazo, le decimos a nuestro hospital, a nuestros pacientes y a la comunidad: nuestro compromiso sigue intacto. Cuidamos a nuestros pacientes con la misma dedicación de siempre. Pero ese cuidado requiere ser mutuo: la sociedad y el Estado deben cuidar a quienes cuidan. Este es un momento de unidad. La enfermería, junto a otros sectores del hospital, somos un solo cuerpo que exige un futuro digno. Por la libertad de expresión, por el respeto a nuestros derechos, por un salario justo y por la salud pública que merecemos: ¡Que este abrazo simbólico se sienta fuerte! ¡Que nuestra voz resuene con la altura de nuestra vocación y la fuerza de nuestra dignidad! ¡Gracias a todos por estar aquí! ¡La lucha continúa!"

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