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» Corrienteshoy
Fecha: 17/12/2025 08:55
La era de la estupidez educativa en Corrientes. Lamentablemente Ya hemos hablado de los hechos concretos que atraviesa la educación correntina. Decir que “en otras provincias” o “en otros países pasa lo mismo” no es un argumento: es simplemente asumir la estupidez de que se hizo lo mismo y de seguir transitando un camino equivocado, un camino que hundió la educación y que hoy se pretende “resolver” con más estupidez (190 días). No se puede aplazar a un alumno. Si el estudiante no hace absolutamente nada durante el primer cuatrimestre, no se le puede colocar un uno: se le pone un cuatro. Resultado: muchos alumnos se relajan, no hacen nada, porque saben que ya tienen un 4 asegurado. En el segundo cuatrimestre algunos “le ponen un poco de onda”, pero la mayoría sigue sin hacer nada, porque saben que al final del año llegan la compensación, la re-compensación y la intensificación. ¿Compensación e intensificación de qué? No hay nada que compensar ni nada que intensificar. El alumno llega a esas instancias sin haber hecho nada durante el año, y el docente no puede hacer nada. Sin embargo, para muchos tutores la pseudo-idea es otra: el alumno no es responsable, es inteligentísimo pero dejado. La prueba está, según este razonamiento, en que en apenas dos semanas aprueba 8 de las 10 materias que se llevaba. Un verdadero prodigio académico. Las dos que no aprueba no son por falta de estudio ni de esfuerzo, sino porque “esas profes son malas”, es decir, no son exigentes, son malas. Estas instancias solo sirven para blanquear el fracaso. Alumnos que no hicieron nada, que incluso asistieron solo 152 de los 190 días de clase (un 80 % de inasistencias), pasan “con contenidos ultraprioritarios” dos temas del programa, NADA, y una supuesta intensificación que no existe. La realidad es simple: 24 de cada 30 alumnos no estudian, no leen y no realizan actividades. Ese es el problema: son muchos, demasiados. Se puede lograr que en clase hagan algo, pero cuando se les pide leer, profundizar, resolver problemas matemáticos o estudiar en serio, no lo hacen. Entonces muchos optan por mirar para otro lado: les dan una actividad que se copian, ponen una nota y que la VIDA LES TOME EXAMEN DESPUÉS. A esto se suma el absurdo de las leyes educativas. Se impone la ESI con docentes que no son del área. No se trata de estar en contra del contenido, sino de exigir que lo enseñen especialistas o personas formadas e interesadas en esa disciplina. Contraten gente capacitada O QUE LES GUSTE ENSEÑAR ESE CONTENIDO. Se impulsa la enseñanza del guaraní cuando muchos alumnos no comprenden ni el castellano. Se implementan proyectos de educación vial mientras los propios educadores entran a la escuela en contramano, sin casco, y los accidentes de tránsito aumentan año a año. Cuantas más clases de educación vial se dan, más accidentes hay. Lo mismo ocurre con la ESI: aumentan los casos de sífilis, gonorrea, VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. Se reparten notebooks, pero si existe un docente en Corrientes que logre que sus alumnos las lleven a la escuela para trabajar en clase sin que las hayan vendido o cambiado por un celular, por favor que se comunique conmigo: quiero trabajar en ese colegio. Se sancionan leyes para educación emocional, financiera, inteligencia artificial y programación del futuro, mientras los chicos avanzan de año sin saber leer y sin comprender matemática básica. Esto no es innovación. No es inclusión. Es estupidez. Docentes Autoconvocados
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