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La Paz » Politica con vos
Fecha: 17/12/2025 02:28
La vicegobernadora bonaerense desistió del cargo para el que fue electa sin siquiera prestar juramento. El caso reaviva el debate sobre las candidaturas testimoniales y profundiza el malestar ciudadano con la política tradicional. Ni juró ni asumió. Verónica Magario quedó envuelta en una fuerte polémica tras renunciar directamente a la banca de diputada provincial por la Tercera Sección Electoral, a la que había accedido mediante el voto popular. La decisión se conoció incluso antes del inicio formal de la actividad legislativa. Si bien las candidaturas testimoniales se han vuelto una práctica extendida dentro del arco político, el caso de Magario llevó el mecanismo a un extremo: no pidió licencia ni ocupó simbólicamente el escaño, sino que desistió de manera directa del lugar para el que millones de bonaerenses la eligieron. UNA RENUNCIA ANUNCIADA, PERO NO MENOS POLÉMICA El principal argumento en favor de la vicegobernadora es que nunca ocultó su intención de no asumir. Durante la campaña, Magario había sido explícita respecto de su futuro político y su continuidad dentro del Ejecutivo provincial. «Mi intención no es asumir sino seguir al lado de Axel. Somos parte del equipo de Axel y llevamos seis años trabajando, y vamos a seguir trabajando«, había señalado antes de las elecciones en declaraciones radiales. Bajo la lógica del «el que avisa no traiciona«, su entorno busca relativizar el impacto político de la decisión. EL COSTO DE UNA TESTIMONIAL SIN DISFRAZ Más allá de las advertencias previas, el caso se convirtió en uno de los ejemplos más crudos del uso instrumental de las candidaturas testimoniales en la política bonaerense. El objetivo fue sumar peso electoral en una sección históricamente favorable al peronismo, sin intención real de asumir la representación legislativa. Este tipo de prácticas profundiza la desconfianza social hacia la dirigencia política y refuerza la percepción de que las listas electorales funcionan como herramientas tácticas más que como compromisos de representación institucional. Silvina Nardini, concejal de Ensenada y cercana al intendente Secco, ocupará el lugar. MAGARIO SIGUE EN EL SENADO Y EVITA UN TERRENO HOSTIL Con la renuncia consumada, Verónica Magario continuará en su rol de vicegobernadora y al frente del Senado bonaerense. Se trata de un ámbito complejo, donde incluso dentro del oficialismo enfrenta tensiones y resistencias. La indefinición en la conducción de la Cámara alta y los cortocircuitos con sectores de su propia tropa convierten al Senado en un escenario adverso, que Magario buscará seguir administrando sin sumar el frente legislativo de Diputados. QUIÉN OCUPA LA BANCA QUE DEJÓ MAGARIO Tras la renuncia, el intendente de Ensenada, Mario Secco, logró ubicar en la Legislatura a una dirigente de su máxima confianza. Se trata de Silvina Nardini, quien se desempeñaba como presidenta del bloque de concejales de Fuerza Patria en ese distrito. De este modo, el jefe comunal y titular del Frente Grande conserva representación legislativa, pese a la salida de su principal referente en Diputados, Susana González, y refuerza su peso político dentro del oficialismo provincial.
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