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» Misionesopina
Fecha: 16/12/2025 17:57
Por César Santiago* La Argentina se define constitucionalmente como un Estado federal, pero en la práctica se ha consolidado un esquema centralista, donde las grandes reformas —tributarias, laborales y penales— se deciden en la Nación sin participación real de las provincias. Paradójicamente, son las justicias provinciales las que deben aplicar esas normas en la mayoría de los casos, generando una tensión entre la letra constitucional y la praxis política. Federalismo en crisis El federalismo fiscal se encuentra debilitado: los recursos se concentran en el nivel nacional y se distribuyen de manera discrecional, lo que genera desigualdades y dependencia estructural de las provincias. Las reformas recientes en materia tributaria y laboral han sido diseñadas sin instancias de consulta federal, contradiciendo el espíritu de la Constitución de 1853 y sus reformas posteriores. La falta de participación provincial erosiona la legitimidad de las políticas públicas y debilita la cohesión territorial. El desafío de reconvertir el federalismo El reto central es pasar de un federalismo meramente formal a uno sustantivo, donde las provincias tengan voz y voto efectivo en las decisiones estratégicas. Como señalan Martín Redrado y José Urtubey, avanzar hacia un federalismo real requiere mayor autonomía provincial y una distribución equitativa de los fondos, de modo que cada jurisdicción pueda definir sus prioridades en infraestructura, salud y educación. En un mundo cambiante, atravesado por crisis económicas y transformaciones tecnológicas, el federalismo debe reconvertirse en un modelo cooperativo, basado en: Participación institucionalizada , mediante la creación de consejos federales vinculantes en materia tributaria, laboral y penal. , mediante la creación de consejos federales vinculantes en materia tributaria, laboral y penal. Equilibrio fiscal , con reglas claras de coparticipación que eviten la discrecionalidad y aseguren recursos estables. , con reglas claras de coparticipación que eviten la discrecionalidad y aseguren recursos estables. Justicia federalizada, respetando la Constitución Nacional y las facultades no delegadas. En este sentido, resulta imprescindible avanzar en una verdadera concertación entre los poderes judiciales provinciales y nacionales, garantizando uniformidad en la aplicación de reformas sin vulnerar las potestades originarias de las provincias preexistentes al Estado nacional. Aquí cobra especial relevancia el rol de JUFEJUS, un ámbito virtuoso de encuentro e intercambio, al que podría otorgársele mayor peso institucional en la generación de políticas públicas, articulando contenidos, funcionamiento y contemplando las particularidades regionales, la complementariedad de instrumentos técnicos, tecnológicos, normativos y de capacitación, en coordinación respetuosa con la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Comparación internacional Experiencias como el federalismo cooperativo alemán y el modelo estadounidense demuestran que la clave reside en la corresponsabilidad y en la existencia de mecanismos eficaces de control mutuo entre los distintos niveles de gobierno. Fundamentos constitucionales y políticos La Constitución Nacional, en sus artículos 1, 5 y 75 incisos 2 y 22, reconoce explícitamente la autonomía provincial. La reforma constitucional de 1994 reforzó la idea de concertación, aunque su aplicación práctica ha sido débil. En los hechos, el federalismo argentino se ha convertido en un “federalismo de ejecución”, donde las provincias aplican normas que no participaron en su diseño. Opinión crítica El país federal que no tenemos es aquel en el que las provincias son socias plenas del proyecto nacional. La reconversión exige superar la lógica de subordinación y avanzar hacia un federalismo cooperativo, fiscalmente equilibrado y políticamente inclusivo. De lo contrario, las reformas seguirán siendo percibidas como imposiciones centralistas, con el riesgo de fragmentar aún más la cohesión social y territorial. El desafío es construir un federalismo real, capaz de adaptarse a un mundo cambiante, donde las provincias participen en el diseño de las políticas que luego deberán aplicar. Solo así será posible lograr un equilibrio virtuoso entre unidad nacional y diversidad regional, condición indispensable para un desarrollo sustentable y democrático. La viabilidad de la República Argentina no puede sustentarse en movimientos fácticos, sino en procesos institucionalizados dentro de una república democrática moderna, que necesita una refundación del siglo XXI ajustada a derecho. Esto implica mantener el sistema de controles y contrapesos, estudiar una nueva división del trabajo y de los poderes, y asegurar un Poder Judicial independiente, fuerte y con presencia territorial, articulando adecuadamente las jurisdicciones provinciales y nacionales para pensar, de manera integral, la justicia argentina. El federalismo que soñamos no es un simple mapa de fronteras ni un reparto administrativo de competencias: es un pacto vivo entre pueblos que se reconocen en su diversidad y se elevan en su unidad. No puede seguir siendo un artificio centralista disfrazado de autonomía; debe renacer como un tejido de voces, justicias y memorias que dialogan en igualdad. En un mundo donde las reformas descienden como decretos desde un centro distante, el desafío es transformarlas en acuerdos que nazcan desde abajo: desde las provincias, desde las comunidades que sostienen la Nación. Convocamos, desde el anhelo y la utopía, a un federalismo nuevo, místico en su raíz y político en su acción, capaz de reconciliar lo humano con lo territorial, lo social con lo espiritual. Un federalismo que sea un canto coral de provincias libres, que transforme la obediencia en participación y la fragmentación en destino común. Porque en el país federal que aún no tenemos late una promesa: una Nación donde cada provincia sea templo y cada ciudadano guardián; donde la justicia no se imponga sino que se comparta; donde la Nación no se decrete sino que se construya; y donde la diversidad se convierta en fuerza creadora. Ese es el horizonte: un federalismo de carne y espíritu, de tierra y de cielo, de historia y de futuro. Un federalismo que nos convoque a todos, como una patria que todavía está por nacer. *Sergio César Santiago – Abogado 1) FEDERALISMO FISCAL EN CRISIS. EXCESOS RECUADATORIOS CP Ricardo M. Chicolino1 2) Introducción: El federalismo en tiempos de crisis: economía política y desafíos estructurales. Introduction: The Federalism in Times of Crisis: Political Economy and Structural Challenges. ALCIDES BAZZA. VÍCTOR RAMIRO FERNÁNDEZ. 3) Infobae. Martín Redrado y José Urtubey reclamaron reformas para fortalecer el federalismo nacional y equilibrar el desarrollo. 4) ANTONIO MARÍA HERNÁNDEZ. Doctor en Derecho y Ciencias Sociales (UNC). Profesor Titular Plenario de Derecho Constitucional y de Derecho Público Provincial y Municipal de la UNC. Profesor Honorario de la UBA (2018). Postdoctorate. ESTUDIOS DE FEDERALISMO COMPARADO ARGENTINA, ESTADOS UNIDOS Y MÉXICO. 5) DIALNET. EL FEDERALISMO ARGENTINO EN PERSPECTIVA COMPARADA.Tulia Falleti, Lucas González y Martín Lardone (eds.), EDUCA, Buenos Aires, 2013, 344 págs.Miguel Ignacio Mamone 6) DIARIO LA CAPITAL DE MAR DEL PLATA. Ciclo de Encuentros Federales, una serie de charlas abiertas al público en las que se abordarán ejes claves para el desarrollo nacional, con la participación de académicos y especialistas de distintas provincias.
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