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» Clarin
Fecha: 16/12/2025 12:41
Faltan apenas unos días para que el enigmático cometa 3I/ATLAS tenga su paso más cercano a la Tierra, momento en el que ofrecerá una ventana de oportunidad para analizarlo en profundidad. Por ello, ya hay quienes se preguntan qué ocurrirá con el objeto interestelar un vez que se aleje de la superficie terrestre. Desde su revelación en julio, debido a sus particularidades, el ATLAS mantiene en vilo a la comunidad astronómica, y hasta se llegó a plantear la hipótesis de que en realidad no es un cometa, sino un aparato inédito. El ATLAS se acerca a la Tierra: últimas oportunidades para visualizarlo El 19 de diciembre, mientras muchas personas se encuentren realizando los preparativos para la fiesta de Navidad, los científicos y los fanáticos de la astronomía estarán mirando al cielo, pues es la fecha en la que el cometa 3I/ATLAS tendrá su aproximación más cercana a la Tierra, según determinó la Agencia Espacial Europea (ESA, según su sigla en inglés). Tiene lógica que quienes están interesados en el objeto aprovechen ese día para observarlo en detalle, ya que, después de él, este emprenderá un camino irreversible hacia los confines del espacio, volviéndose cada vez más difícil de visualizar. El ATLAS se irá alejando progresivamente de la Tierra. Foto: Archivo (ilustrativa) El ATLAS tiene una trayectoria hiperbólica, que significa que, tras haber pasado cerca del Sol, se irá para siempre del sistema solar. Se estima que a fines de marzo del 2026 atravesará la órbita de Júpiter, y su brillo disminuirá progresivamente hasta que desaparezca de nuestra vista. A pesar del entusiasmo de los apasionados por el cometa, lo cierto es que no existirá la posibilidad de observarlo a simple vista ni con binoculares. Es más: la ESA espera que pierda algo de brillo al acercarse a la Tierra, por lo que tampoco podría ser visualizado por telescopios pequeños. El ATLAS solo podrá ser apreciado por telescopios medianos y grandes, y los expertos aseguran que las mejores oportunidades para captarlo se darán en lugares remotos con poca contaminación lumínica. A pesar de esto, algunas páginas web ofrecen una alternativa, al hacer un seguimiento virtual de su trayectoria. La NASA creó un simulador llamado Eyes on the Solar System ("Ojos en el Sistema Solar"), en el que puede observarse el recorrido del objeto. Muestra en primer plano cómo se vería el ATLAS, a la par que también brinda herramientas para ver su posición y trayectoria por el sistema solar. En tanto, The Sky Live, un sitio especializado en astronomía, ofrece una opción más completa. En su página, simula una especie de cielo interactivo en el que se ven los planetas y las estrellas. Allí, con puntos amarillos, se va marcando el recorrido del ATLAS en tiempo real y se detallan varias estadísticas, entre ellas la distancia que separa al objeto de la Tierra y del Sol. El 3I/ATLAS, un cometa especial El 3I/ATLAS fue descubierto por el Sistema de Alerta Final para el Impacto de Asteroides con la Tierra (ATLAS, por su sigla en inglés) y fue reportado por primera vez el 1 de julio de 2025. Es el tercer objeto interestelar conocido (de allí su nombre "3" "I"), luego del hallazgo del 1I/Oumuamua, en 2017, y del 2I/Borisov, en 2019. Sin embargo, desde su aparición, presenta una serie de particularidades que lo vuelven mucho más atractivo que sus antecesores. Es "interestelar" porque tiene una procedencia externa, es decir, no se formó dentro del sistema solar sino que ingresó a él desde otra zona, y algunos estudios señalan que puede haber tenido origen en las regiones más antiguas de la galaxia. Video ¿Qué está pasando con el 3I/ATLAS? La NASA activó su protocolo de defensa planetaria contra el cometa Relacionado con lo anterior, el ATLAS presenta una trayectoria hiperbólica y retrógrada. Específicamente, su recorrido está alineado dentro de un margen de 5 grados con el plano eclíptico, es decir, con el plano en el que orbita la Tierra y la mayoría de los planetas alrededor del Sol. En lugar de girar alrededor del Sol, como los cometas tradicionales, este objeto viaja paralelamente a él. La velocidad con la que lo hace, de igual modo, constituye toda una particularidad, ya que esta es de más de 200.000 kilómetros por hora, lo que lo establece como el cometa interestelar más veloz jamás registrado. Asimismo, el ATLAS presenta varias anomalías en lo que hace a su cuerpo. La más evidente es que se estima que puede llegar a medir hasta 11 kilómetros de diámetro, lo que lo convierte en uno los objetos interestelares conocidos de mayor tamaño. Su penacho (chorro) de gas, en tanto, tiene mucho más níquel que hierro y una relación níquel-cianuro significativamente mayor que la de todos los cometas anteriores. En un principio, también sorprendió a los astrónomos al mostrar una "anticola": un chorro de unos 6000 kilómetros dirigido hacia el Sol, en vez de alejarse de él como los chorros de los cometas tradicionales. La luminosidad del ATLAS tampoco escapó de ser extraña. Muestra una polarización negativa extrema, que no se vio en sus antecesores. La polarización, en el caso de los cometas, es un fenómeno que ocurre cuando la luz rebota contra su polvo. Si lo hace de una manera desalineada, como en este caso, se llama negativa. Asimismo, cerca de su perihelio (su paso más próximo al Sol), el objeto brilló más rápido que cualquier otro cometa. En estas últimas semanas, cuando el ATLAS está acercándose a la Tierra, también se descubrieron otras características que vuelven al fenómeno único. Por un lado, NOIRLab reveló que el cuerpo del objeto cambió de color, al pasar del rojo al verde, y, por otro, la ESA publicó una foto que evidencia que podría tener no una sino dos colas. La foto compartida por ESA muestra que el ATLAS podría tener dos colas. Foto: ESA Mientras la mayoría de los científicos aseguran que estas particularidades, aunque no se dan con frecuencia, son típicas de un cometa interestelar, algunos fueron más allá y aventuran que en realidad se trata de una nave extraterrestre. "Avi" Loeb, el principal impulsor de la teoría alienígena de ATLAS Abraham "Avi" Loeb es un científico estadounidense-israelí especializado en astrofísica y cosmología. Ocupa varios puestos importantes en la Universidad de Harvard y es miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias, de la Sociedad Americana de Física y de la Academia Internacional de Astronáutica. Además, es Presidente del Consejo de Física y Astronomía de las Academias Nacionales de Estados Unidos y, en 2012, fue elegido por la revista TIME como una de las 25 personas más influyentes en ciencias espaciales. Sin embargo, en lo que concierne al ATLAS, este prestigioso científico difiere de casi todos sus colegas, al poner en duda que se trate de un cometa y decir que podría ser una nave alienígena. En su blog de Medium, desde donde batalla contra los supuestos establecidos acerca del objeto, fundamenta sus artículos, principalmente, con cálculos matemáticos que demostrarían, según él, la remota posibilidad de que un cometa tenga ciertas características que se le atribuyen a ATLAS. "Avi" Loeb, el científico que sostiene que ATLAS podría ser una nave extraterrestre. Foto: archivo Aparte de sostener que es demasiado extraño que tenga semejante tamaño y brillo, ha escrito, por ejemplo, que existe menos de 1% de posibilidades de que ocurran el tipo de composición química y polarización negativa extrema que presenta. Además, y en un texto que reflejó que claramente se inclina por la hipótesis alienígena, estableció una supuesta cercanía de la señal de radio emitida por el ATLAS con la señal conocida como “Wow! Signal”, la frecuencia que los especialistas creen que cualquier civilización extraterrestre usaría para enviar un mensaje, ya que es universalmente conocida. A pesar de estas afirmaciones y de otras tantas de Loeb, como se dijo, la mayor parte de la comunidad científica lo desmiente. Hace poco, emprendió esta tarea Jason Wright, otro reconocido científico, quien se dedica a la búsqueda de vida extraterrestre. En un largo texto, en el que desmenuza uno por uno los supuestos esgrimidos por su colega, fundamenta que el razonamiento de Avi es engañoso, porque las estadísticas que presenta fueron calculadas después de que se conocieran las características del cometa y no antes. Esto se llama falacia de la retrospección o razonar con la evidencia seleccionada después (post-hoc reasoning).
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