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Concordia » Hora Digital
Fecha: 16/12/2025 02:50
Carlos Alcaraz ha optado por un regreso a los fundamentos antes de afrontar el inicio de una temporada en la que se juega mucho más que victorias. Tras un año de desgaste físico y emocional en los principales escenarios del tenis mundial, el tenista murciano ha decidido invertir las próximas semanas en un retiro de trabajo en la JC Ferrero Equelite Sport Academy, su centro neurálgico de preparación en Villena. Este periodo de concentración marca un paso trascendental en su estrategia previa al Open de Australia, el único Grand Slam ausente de un palmarés ya repleto de logros. El contexto de esta decisión es determinante. El calendario le otorga a Alcaraz unas cuatro semanas entre el cierre de la última gira y el primer gran reto de 2026, que comenzará el 12 de enero en Melbourne. Lejos del bullicio de los medios y de la presión de la agenda internacional, la apuesta es clara: emplear cada día en perfeccionar los aspectos que pueden marcar la diferencia en un torneo conocido por su clima extremo, sus largas jornadas y un nivel de competitividad muy alto. En esa calma deliberada, el equipo técnico de Alcaraz diseña un programa específico, pensando únicamente en llegar a Australia en plenitud física y mental. A sus 22 años, el tenista ha conquistado títulos en Wimbledon, el US Open y Roland Garros, pero siente que el círculo solo se cerrará con un triunfo en las pistas azules de Melbourne Park. No es obsesión, pero sí una ambición genuina y consciente. Él mismo ha asegurado: “Mi objetivo para el 2026 es Australia, y lo bueno y lo malo es que es el primero del año”. En la academia, el ambiente dista de cualquier expectativa de lujo o comodidad. Bajo la supervisión de Juan Carlos Ferrero, cada jornada se estructura en torno a un objetivo concreto. Allí, el trabajo físico coordinado por Alberto Lledó se alterna con las rutinas de rehabilitación y prevención de lesiones a cargo del fisioterapeuta Juanjo Moreno. Su núcleo de confianza se completa con un grupo reducido de colaboradores, evitando distracciones para focalizar toda la energía en la preparación a medida. El plan comienza con una fase de recuperación orientada a subsanar el desgaste muscular y recargar la energía tras un año intenso. Posteriormente, el énfasis pasa a la mejora de la resistencia, la movilidad y la potencia. Como los partidos en Australia pueden extenderse durante horas bajo altas temperaturas, la preparación física debe ser exhaustiva. La segunda etapa pasa a una atención más concreta sobre el trabajo de pista: movimientos, secuencias defensivas y ofensivas, patrones de saque y respuesta, así como simulaciones de partidos a alta intensidad. Para elevar la exigencia competitiva, el italiano Flavio Cobolli se suma como sparring, un recurso que busca añadir realismo y competitividad a cada ejercicio táctico. Además del aspecto físico y técnico, el componente emocional ocupa un espacio central en este bloque de trabajo. Ferrero, con experiencia propia como tenista de élite, aporta claves sobre la gestión de la presión y las expectativas. Para Alcaraz, el desafío australiano no solo es deportivo: “No basta jugar bien, tienes que saber resistir la presión y tomar las mejores decisiones cuando el partido se escapa de tu control”. Así, el entrenamiento psicológico y el manejo de los recursos mentales forman parte indispensable del programa, buscando llegar a Australia con la entereza que marca la diferencia entre los campeones y el resto de competidores. Carlos Alcaraz cierra otro año como número uno La historia reciente recuerda que Melbourne ha sido un terreno difícil para Alcaraz. Tanto en 2024 como en 2025, su avance se truncó en cuartos de final, primero ante Jannik Sinner y después frente a otro rival de alto nivel. Estos resultados han dejado enseñanzas, pero también cicatrices que el propio Alcaraz reconoce como motivación y recuerdo de lo que aún queda por conquistar. La pista rápida y el calor australiano han sido obstáculos que ningún otro Grand Slam le ha presentado de igual forma, por lo que el enfoque actual apunta a resolver esos desafíos tanto en el plano físico como mental. Las cuatro semanas en Villena le permitirán trabajar para intentar hacer con el primer gran título del año. En ese ambiente de concentración extrema, la preparación se vive como una cuenta regresiva hacia la gran oportunidad de completar el ansiado Career Grand Slam y reafirmar el puesto de Alcaraz en lo alto del ranking ATP. Carlitos tiene claro que quiere conquistar el terreno australiano y está trabajando en ello.
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