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» Diario Cordoba
Fecha: 16/12/2025 00:47
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena a cuatro años de prisión a un acusado de violar a la amiga de su pareja sentimental, después de pasar una noche de fiesta juntos, en Córdoba. En su sentencia, subraya que "no existe ni el más mínimo dato que sugiera que por parte de (la víctima) se hubiera pretendido cualquier tipo de relación con (el acusado) aquella mañana y sí, por el contrario, que éste persistió hasta lograr aquella". En esta línea, el alto tribunal andaluz confirma el fallo de la sección segunda de la Audiencia provincial de Córdoba y desestima el recurso presentado por la defensa del procesado, motivado en un supuesto error en la apreciación de las pruebas y una falta de argumentación en la indemnización de daños y perjuicios. En concreto, el encartado ha sido condenado a indemnizar en 13.000 euros a la perjudicada. De acuerdo con el relato de hechos probados, la perjudicada tenía 24 años de edad cuando se produjeron los abusos y cursaba sus estudios superiores en Córdoba. Residía en un piso de estudiantes y había convivido con la pareja sentimental del acusado en el pasado. Consumieron cerveza y chupitos Un día de noviembre de 2019, contactó con el procesado a través de una aplicación de mensajería instantánea, ya que su amiga "no mostraba interés por los mensajes que pudiera recibir en su propio terminal", y les propuso salir alguna noche. Quedaron a finales de ese mes para salir a cenar a un establecimiento de kebab, pasar por el piso de una amiga a tomar alguna bebida e ir a bares. Finalmente estuvieron en tres locales de ocio nocturno y en todos ellos consumieron rondas de cerveza y de chupitos. Sobre las siete horas del día siguiente, se desplazaron a pie hasta el domicilio del acusado y su amiga, donde tenían una habitación para la víctima. El acusado, pretextando no tener sueño, decidió permanecer en el salón de la vivienda, mientras que su pareja se marchó a dormir y también la perjudicada. Entonces, el procesado remitió mensajes a la perjudicada y la llamó por teléfono, sin obtener respuesta. "Sin que nada hiciera pensar que estuviese despierta, el acusado se introdujo en su dormitorio. Hallándose ella, al menos, en un estado de semi inconsciencia, aprovechó para bajarle una de las perneras del pantalón del pijama y su ropa interior, y la penetró vaginalmente sin su consentimiento", recoge la sentencia de la Audiencia provincial. La víctima recuperó la consciencia suficiente para darse cuenta de lo que sucedía, pero "no tuvo una percepción normal de la realidad, incapaz de distinguirla de lo que pudiera ser un sueño, de manera que el acusado terminó por eyacular sobre su cuerpo sin oposición aparente", explica. Al día siguiente, el procesado pidió a la perjudicada que no contara lo sucedido y después se marchó con su pareja. La víctima contactó con su compañera de piso y con otra amiga, que la acompañaron al hospital universitario Reina Sofía, donde fue reconocida por un médico forense. Como consecuencia de estos hechos, la joven ha sido diagnosticada de estrés postrautmático y todavía precisa de tratamiento psicológico. Además, abandonó sus estudios en Córdoba y se marchó de la ciudad, "experimentando temores en todas aquellas circunstancias de su vida que pudieran tener relación con el contexto de los acontecimientos".
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