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Parana » AIM Digital
Fecha: 15/12/2025 11:43
Con el inicio del nuevo tramo legislativo y el Congreso ya renovado, el Gobierno nacional puso en marcha una etapa de fuerte impulso reformista. El Presidente busca capitalizar el clima político posterior al recambio institucional y acelerar la aprobación de la reforma laboral antes de fin de año, junto con nuevas medidas de desregulación del Estado. La iniciativa laboral, presentada en el marco del Consejo de Mayo, terminó de cerrarse tras intensas negociaciones internas. El texto final dejó de lado algunos puntos sensibles para los sindicatos, pero mantuvo cambios estructurales como la exigencia de consentimiento expreso del trabajador para descuentos sindicales, límites a la ultraactividad de los convenios colectivos y mayor flexibilidad en los acuerdos laborales. Tensión con los gremios y expectativa en el Senado Los cambios propuestos generaron resistencia en la CGT, que anunció medidas de protesta mientras analiza posibles acciones judiciales. El oficialismo confía en que el debate legislativo avance, aunque reconoce que el Senado aparece como la instancia más compleja, donde el peronismo conserva peso político y los gobernadores tienen mayor margen de influencia. En ese escenario, el Gobierno no descarta introducir ajustes puntuales al proyecto para garantizar su aprobación, aunque sin resignar los ejes centrales de la reforma. La expectativa oficial es lograr la sanción antes del cierre de 2025, aun cuando los tiempos parlamentarios podrían extender el debate. Gobernadores y debate fiscal En paralelo, el Ejecutivo impulsa una reducción de impuestos que incluye tributos coparticipables, lo que encendió alertas entre los mandatarios provinciales. Las provincias analizan el impacto fiscal de la iniciativa y evalúan posibles objeciones, incluso de carácter constitucional, ante cambios que afectan recursos compartidos. Si bien en el Congreso se admite que las rebajas impositivas no enfrentan las mismas restricciones que la creación o el aumento de tributos, el tema promete sumar tensión política en el debate legislativo de las próximas semanas. Privatizaciones: la Hidrovía como prioridad Otro de los ejes del “segundo tiempo” del Gobierno es retomar la agenda de privatizaciones. La principal apuesta es la licitación de la Hidrovía, por donde circula cerca del 80 por ciento del comercio exterior argentino. Tras el fracaso del primer intento, el Ejecutivo avanza con un nuevo proceso que prevé el llamado a licitación nacional e internacional antes de fin de año y la apertura de ofertas en el primer trimestre de 2026. El plan cuenta con respaldo técnico internacional y con el aval de cámaras empresarias vinculadas al comercio exterior y la logística. La concesión proyectada sería a largo plazo, con el objetivo de mejorar la navegabilidad, reducir costos y aumentar la competitividad del sistema exportador. Un segundo tramo con desafíos abiertos La hoja de ruta oficial incluye además el avance sobre otras privatizaciones estratégicas, como represas hidroeléctricas y empresas de servicios públicos. Con el capital político aún vigente, el Gobierno busca acelerar decisiones estructurales, consciente de que la ventana de oportunidad no será permanente. El segundo tiempo de la gestión Milei se abre así con un Congreso activo, una agenda cargada de reformas y un cronómetro político que ya empezó a correr.
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