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» Clarin
Fecha: 15/12/2025 01:22
No hay tiempo que perder. Cuando terminen los festejos por el triunfo, José Antonio Kast deberá enseguida ponerse a trabajar para empezar a responder a las múltiples demandas de una sociedad que en las urnas eligió el cambio y ahora espera soluciones concretas a sus principales problemas. Desde este mismo lunes, el futuro presidente tendrá que dar señales claras de que pondrá manos a la obra, ante una sociedad que pide a gritos recuperar la tranquilidad y seguridad que tenía Chile y que ahora se ve amenazada por una de crímenes cada vez más violentos. Y que reclama a la vez mejores condiciones de vida, trabajo digno y salarios que permitan llegar a fin de mes. “En Chile hay dos grandes preocupaciones. La primera puede resumirse como seguridad/inmigración irregular”, explicó a Clarín Gonzalo Müller, director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo. “Ese va a ser el tema por el que el gobierno va a ser juzgado rápidamente por la ciudadanía”, agregó. El otro gran tema en juego es la economía, vinculada al costo de vida y al empleo. La desocupación se ubica hoy en un promedio de 8,4% (8,2 para los hombres, 8,8% en el caso de las mujeres), y es una de las preocupaciones que más se escuchan por aquí. Reactivar el crecimiento –que quedó estancado en un 2% anual desde el estallido social de 2019 y la pandemia de Covid, por debajo del promedio de los años anteriores-, los proyectos de inversión, garantizar salarios justos, son otros de los temas en la agenda que el nuevo gobierno debería comenzar a resolver para ganarse la confianza de la sociedad. José Antonio Kast, ante seguidores este domingo en Paine, cerca de Santiago. Foto: REUTERS En el plano social, resolver también la grave crisis de salud, con ciudadanos que esperan meses o hasta años en listas de espera para ser atendidos en hospitales o que no pueden pagar sus medicamentos. Señales inmediatas Según Müller, una de las características de la sociedad chilena es que busca inmediatez: “Se esperan resultados rápidos. Según diferentes encuestas, los chilenos esperan que haya señales claras de cambio en un plazo de tres a seis meses. Eso José Antonio Kast lo tiene claro, por eso ha presentado ya un plan para los primeros 90 días”, señaló. Con todo, el propio Kast aclaró este domingo, después de votar, que ningún cambio puede hacerse de la noche a la mañana. "Los 90 días son muy importantes, pero no se va a solucionar todo", remarcó. “No va a haber mucha paciencia. El mensaje será ‘te voté porque me prometiste medidas de seguridad, y quiero que lo hagas ya’”, ilustró el Müller. “La ciudadanía quiere ver resultados. Si el 12 de marzo –el día siguiente al traspaso de mando- sale el primer avión con deportados, será una señal de que se están tomando medidas”, ejemplificó. En el plano económico, el analista político recordó que durante los primeros meses del gobierno de Gabriel Boric se paralizaron grandes proyectos de inversión en el país. “Si se muestra pronto que se reactivan grandes proyectos de inversión, la gente va a ver que hay cambios”, señaló. Por otra parte, señaló, Kast deberá tener en cuenta cómo arma su gabinete, qué peso tendrán los otros espacios políticos que le dieron su apoyo. Porque, según señalaron a Clarín diferentes analistas políticos estos días en Chile, es importante recordar que Kast ganó en parte con votos “prestados”, o con un voto “anti Jara”. Lo que Kast no debería perder de vista es que en la primera vuelta obtuvo poco menos del 24% del total de votos. Es decir, tres cuartos de los chilenos habían elegido alguna otra opción. Y futuro presidente deberá gobernar para todo el país. “Por eso el futuro presidente deberá incluir en su gabinete figuras más cercanas al centro, construir un oficialismo más amplio, aprovechar el apoyo que le dio el ex presidente demócrata cristiano Eduardo Frei para incorporar figuras de centroizquierda al gabinete”, opinó Müller. Tradicionalmente, el presidente electo en Chile comienza a definir los nombres para su gabinete en enero, y entonces la sociedad comenzará a ver hacia dónde se orientará el futuro gobierno. Por otra parte, Kast tendrá que enfrentar un Congreso con un importante nivel de fragmentación, aunque por primera vez desde el regreso de la democracia tendrá una mayoría de derecha. “Y eso obligará a Kast a negociar”, remarcó el analista político Marco Moreno, de la Universidad Central de Chile.
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