Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Jubilada entrerriana terminó la secundaria a los 75 años: “sin tecnología, con mucho esfuerzo, lápiz y papel”

    Parana » El Once Digital

    Fecha: 13/12/2025 12:51

    Adela, trabajó desde muy chica y postergó durante décadas su educación por responsabilidades laborales y familiares. Ya de grande, decidió volver al aula y a los 75 años logró finalizar la secundaria. “Siempre supe que algún día lo iba a terminar”, aseguró. Adela tiene 75 años cuando logró concretar uno de los anhelos más profundos de su vida: terminar la escuela secundaria. Lo hizo en la Escuela Secundaria de Jóvenes y Adultos (ESJA) “Leopoldo Herrera”, de Nogoyá, una institución que funciona en horario nocturno y recibe a estudiantes mayores de 18 años que, por distintos motivos, no pudieron finalizar su educación formal en el tiempo esperado.   Cada tarde, cuando el sol empezaba a caer, Adela se preparaba para una rutina que muchos consideran propia de la juventud: cuadernos bajo el brazo, paso firme y la decisión intacta de aprender. Sin apuros, pero sin faltar nunca, ocupó su lugar en el aula con la convicción de quien sabe que está saldando una deuda consigo misma. Jubilada entrerriana terminó la secundaria a los 75 años: la historia de Adela La mujer contó que la idea de volver a estudiar la acompañó durante toda su vida adulta, aun cuando las obligaciones laborales y familiares la alejaron durante décadas de las aulas. “Siempre me motivó la idea de terminar el secundario. En mi juventud no pude por otras prioridades, entonces me dije que algún día, aunque tuviera muchos años, lo iba a terminar. Este fue mi momento”, relató. Hija de recicladores se recibió de profesora y dejó un mensaje esperanzador: “No tiene que existir el límite” Una vida marcada por el trabajo Desde muy joven, Adela tuvo que salir a trabajar. “De jovencita empecé como empleada doméstica y después fui ayudante en una rotisería porque quería aprender cocina. Lo aprendí y trabajé 30 años en comedores como cocinera”, recordó.   Las jornadas largas, el esfuerzo físico y la responsabilidad diaria hicieron que el estudio quedara relegado, aunque nunca olvidado. “Siempre estaba la idea dando vueltas. Me conformé pensando que un día lo iba a terminar”, dijo, al explicar cómo el deseo se mantuvo latente durante años, aun en medio del cansancio y las obligaciones. Ese recorrido laboral hizo que postergara sus estudios, pero no su determinación. “Cuando me liberé de todo, cuando ya no tenía tantas cargas, me llegó el momento. Fue a los 70 años”, explicó.   Antes de iniciar el secundario, Adela ya había dado otro paso clave: finalizar la escuela primaria siendo adulta. “La terminé también ya grande, viniendo del campo, porque las escuelas rurales eran pocos los grados que daban”, contó, dejando en evidencia un camino educativo construido a base de perseverancia. Dio clases 26 años en Paraná, no faltó nunca y se jubiló: “Estudiar de grande me cambió la vida” El desafío de volver al aula Volver a sentarse frente a un pizarrón después de tantos años no fue sencillo. Hubo nervios, dudas y materias que exigieron un esfuerzo extra. “Las materias me gustaban todas porque cada una tiene su aprendizaje lindo. Lo que más me costó fue matemática y química, pero después más o menos entendía”, relató.   Lejos de apoyarse en la tecnología, su método fue el más tradicional. “No tengo celular ni tecnología. Usaba la cabeza, lápiz y papel para todo”, afirmó. Cuaderno prolijo, letras cuidadas y horas de repaso fueron parte de una disciplina que sostuvo hasta el final del ciclo.   En ese camino, el acompañamiento docente fue clave. “Los profes me hacían ir para adelante con su alegría, su sonrisa y mucho más”, destacó, al remarcar la contención y el estímulo constante que recibió en cada clase. Jubilada entrerriana terminó la secundaria a los 75 años: “sin tecnología, con mucho esfuerzo, lápiz y papel” El vínculo entre generaciones Compartir el aula con estudiantes mucho más jóvenes fue una experiencia que la sorprendió gratamente. “Me apoyaban todos, pero principalmente mi compañera de banco, una chica de 20 años. Empecé segundo con ella y terminé tercero siempre con ella al lado”, contó. Entre apuntes, charlas y risas, se fue tejiendo un vínculo que superó la diferencia de edades y convirtió al aula en un espacio de intercambio y respeto mutuo. En su entorno familiar, el logro tuvo un impacto profundo. “Mi familia se compone de mi hija y un nieto. También tengo sobrinos” Jubilada entrerriana terminó la secundaria a los 75 años: la historia de Adela "Adela tiene la sabiduría de la vida" Florencia, profesora de Lengua y Literatura, recordó el primer encuentro con Adela como un desafío personal. “Me pregunté qué le podía enseñar yo a esta señora. Pensé que ella ya lo sabía todo, porque es muy sabia con la sabiduría de la vida”, relató.   Con el paso del tiempo, el vínculo se fortaleció. “Ella me contaba sus historias y yo le decía que me podía quedar horas escuchándola. Es muy aplicada, responsable y estudiosa. Fue un placer acompañarla”, aseguró la docente. (Fuentes: El Explorador- Temprano y al palo)

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por