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Parana » AIM Digital
Fecha: 13/12/2025 10:13
Santafesina de nacimiento y entrerriana de corazón, Lucía Grimalt, a los 30 años vino a vivir a Paraná. En ella se enlazan su destacado desempeño laboral, la vida sindical, política y feminista en una sola causa. Esta semana, “La Lucy” se jubiló en su trabajo dentro del Estado provincial; pero seguirá haciendo oír su voz, reclamando, movilizando para, en sus propias palabras: “luchar siempre por la dignidad de todas las personas sin distinción alguna”. Lucy Grimalt es una reconocida militante feminista y activista social de nuestra provincia. A lo largo de su trayectoria, se ha destacado por su lucha en favor de los derechos de las mujeres y la diversidad, la salud sexual y reproductiva, y contra la discriminación; ocupó además importante cargos públicos, a través de los cuales promovió y defendió firmemente derechos y políticas a favor del colectivo, de la gente, del pueblo. Llegó el momento de su jubilación como trabajadora estatal y repasar con ella este aspecto de su vida es recorrer también una parte importante de las luchas y logros sociales de nuestra vida en democracia. “He sido una privilegiada en mi largo trayecto por el Estado, tuve la oportunidad de trabajar siempre en lugares para mejorar la vida del pueblo. En contextos difíciles y tristes de la Argentina, trabajé junto a compañeras y compañeros que me enseñaron y transmitieron valores de solidaridad y justicia social, con clara conciencia que de nuestro trabajo cotidiano dependía que les llegara a las personas ese servicio del Estado imprescindible para sus vidas”, manifestó Grimalt a esta Agencia. “Esas enseñanzas eran las mismas que mi abuela me relataba sobre lo que era el peronismo, así fui tomando conciencia que el destino de cada persona depende del destino de la Patria”. “En Santa Fe me abrieron las puertas al feminismo las históricas Mabel Busaniche y Alicia Genolet, con ellas aprendí a enlazar la vida sindical, política y feminista en una sola causa: luchar siempre por la dignidad de todas las personas sin distinción alguna”, remarcó Grimalt. “Cuando, en el Estado estuvieron gobernantes que desarrollaron políticas de soberanía, de crecimiento económico para el pueblo, de protección a sectores de mayor vulnerabilidad, garantizando derechos, trabaje con otras y otros para hacer realidad muchos de los objetivos de años de lucha. Algunos se lograron, otros quedaron a medio camino, y algunos no se pudieron alcanzar. Pero estoy segura que quienes hoy continúan trabajando en cualquier organismo del Estado, más una sociedad con memoria, que no olvide su dignidad y derechos, lo que teníamos se podrá recuperar; se lograra alcanzar otros objetivos cuando nuevamente en Argentina construyamos un horizonte político con soberanía, independencia económica, justicia social y con feminismo”, enfatizó la referente social. En 1979, Grimalt ingresó a trabajar en Vialidad provincial en Santa Fe. “Estábamos en dictadura. En 1976 se había producido el golpe de Estado cívico militar, y mi mamá, que era delegada sindical en el Ministerio de Acción Social, había sido cesanteada”. En Vialidad provincial de Santa Fe, en los años 80, cuando arreciaban las inundaciones, “estaba en el departamento de Compras, donde se armaba la logística de las defensas en las rutas para que el agua no pasara. Tuve el enorme honor de ser delegada gremial y formar parte de las primeras resistencias sindicales al menemato”. Ya viviendo en Paraná, en el año 2000, “organizamos el Programa Municipal de la Mujer, junto a feministas de gran compromiso social: Marta Aguilar, Adriana Vallejos, Laura Rozados, Analía Venanzi y muchas otras que colaboraron para que existiera en el municipio un organismo feminista. Participamos en la organización del XV Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en Paraná; colaboramos con la capacitación de la hoy ONG Mupea del Barrio Paraná V; promovimos la ley 9501 de creación del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, sancionada en el año 2003; desarrollamos trabajo territorial con los espacios de autoestima: “Qué les pasa a las Mujeres”, entre muchas iniciativas que llevamos a cabo”, recordó. En 2003, el pueblo entrerriano la votó para ser diputada provincial. Para Grimalt fue “una distinción inconmensurable. Por siempre me tendrá en deuda con las y los humildes que aún hoy me saludan en la calle: la mejor caricia que da la fuerza necesaria para seguir luchando”. Por esos años, en la Argentina era presidente Néstor Kirchner, y desde el Estado nacional se impulsaban las políticas con perspectiva en derechos humanos. “Por eso, en la Cámara de Diputados de Entre Ríos, con el Movimiento de Mujeres formamos el Foro por los Derechos de las Mujeres. Nos reuníamos una vez por semanas y abordábamos temas sobre la problemática de los deudores alimentarios, las violencias de género, la lucha por la equidad de género en los cargos políticos, sindicales y empresariales. Este activismo permitió poner el tema en agenda, y en la reforma del año 2006 de la Ley de Municipios quedó plasmada la paridad de género para la elección de integrantes a los Concejos Deliberantes”. “Junto a muchas compañeras integré, desde sus inicios en el año 2005, la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito”. En el 2011, Grimalt, ingresó a trabajar en el Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud de Entre Ríos y era dirigido por la referente en el tema y trabajadora social Mónica Fassoni. “Fue maravilloso integrarme a ese equipo de gestión, porque era el momento de la implementación de las políticas en derechos sexuales y reproductivos con presupuesto para capacitación e insumos de anticonceptivos a los que la población accedía en forma gratuita”. Durante el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner, en 2013, “fui convocada para coordinar la delegación del Inadi en Entre Ríos, en remplazo de la primera delegada, Cristina Ponce. Me encontré con un equipo de trabajo ya conformado y con una alta calidad profesional en políticas públicas de prevención de la discriminación, xenofobia y racismo. Trabajamos recorriendo toda la provincia, articulando con otros organismos del Estado para resolver las denuncias y demandas de la población. En ese momento se implementaban las leyes de matrimonio igualitario y de identidad de género y era necesario monitorear que se cumplieran, así como también resguardar los derechos de las personas con discapacidad, o estar alertas a ataques antisemitas que esporádicamente se producían en alguna localidad de Entre Ríos”. Grimalt señala que por esos tiempos, “fue clave el desarrollo del movimiento feminista que, con sus interpelaciones, me permitía corregir errores de gestión”. Al inicio del gobierno nacional de Mauricio Macri, “fuimos despedidos en todas las delegaciones del país quienes cumplíamos funciones de coordinación”. En 2016, Sergio Dines, “me propone integrarme a la Dirección de Educación Especial y nuevamente tuve la oportunidad de trabajar en un espacio de alta calidad profesional, con un equipo que había sido formado por Flavia Mena, en la reestructuración educativa y adecuación a la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. Recorríamos toda la provincia, visitando cada una de las escuelas de educación integral, para relevar dificultades y acompañar al equipo docente. Pudimos desarrollar encuentros de formación en educación sexual integral para las y los docentes de las escuelas que dependían de la dirección, experiencia altamente satisfactoria”. En 2017, recordó la referente social, “finalmente volví a Salud para vivir “el sueño de la piba”: me tocó dirigir el Programa de Salud Sexual y Reproductiva, coordinar el Plan de Prevención del Embarazo Adolescente (Enia), articular diversos proyectos interinstitucionales sobre derechos sexuales y reproductivos, implementar la ley 27.610 sobre regulación de la interrupción voluntaria y legal del embarazo (IVE – ILE)”. Todo eso, remarcó Grimalt: “era algo inimaginable para quien siempre luchó contra las desigualdades que sufren las mujeres y disidencias sexuales: concretamos materialmente la justicia social, se dio una síntesis de lucha social y política”. Además, “articulamos con las organizaciones feministas la atención de las mujeres, lesbianas, gays, trans, travestis y no binaries; y con la ONG Socorristas mantuvimos un diálogo necesario para garantizar que la ley IVE - ILE se cumpliera”. Con orgullo por la labor cumplida y los logros obtenidos, Grimalt remarcó: “Fui parte del Ministerio de Salud que protegió sin miedo a la población de la pandemia del Covid, que confío en las compañeras feministas y peronistas para llevar adelante las políticas públicas de género, me di el lujo de gestionar en Salud con Alicia Vides y Sonia Velázquez, dos referentes de las luchas por una sociedad más justa en Entre Ríos”. Con la nueva gestión de gobierno provincial, en 2024, “fui asignada como administrativa en el Programa de Salud Integral de las Adolescencias. Este fue mi último lugar de trabajo, donde continuamos desarrollando el monitoreo sobre los embarazos de niñas y adolescentes menores de 15 años, capacitando en salud integral adolescente al interior del sistema sanitario, y alertando sobre la necesidad de la prevención en violencias sexuales en la adolescencia”. “Trabajando en el Estado, pude imaginar, planear, crear con otras y otros de cada rincón de Entre Ríos. Los lugares de trabajo siempre me dieron vida, siempre los transité pasionalmente. Soy de las personas que su lugar de trabajo también es el lugar de militancia política, de generar consciencia crítica, de organizar resistencias y correr las barreras de la hipocresía”. “La Lucy” se jubiló esta semana de su trabajo en el Estado provincial, pero “hay mucho para hacer, para erradicar las violencias y desigualdades, y el Estado con cada uno de sus integrantes es clave para lograr ese propósito, por eso hay que defenderlo, para que haya futuro”. En esa vida entrelazada en una sola causa, pidió “disculpas por no nombrar a todas las personas que hicieron posible que yo sea hoy Lucy Grimalt” y agradeció “a cada trabajadora y trabajador del Estado que siempre me ayudó, compartió y me capacitó en su saber; sin mis compañeros y compañeras en cada oficina o sector del estado, hubiera sido imposible desarrollar los proyectos que puede emprender. Termino contenta”. Desde la Multisectorial de Mujeres, señalaron: “Abrazamos a Lucy y festejamos su jubilación. Ha sido una gran compañera de militancia, poniendo siempre cuerpo, cabeza y corazón a las luchas del pueblo, especialmente en el movimiento feminista, donde siempre ha tratado de unirnos y ese es un gran legado”. La voz de Lucy se seguirá haciendo oír en cada lucha, en cada movilización: “Sabemos que nos seguirá acompañando en las conquistas que nos faltan y defendiendo los derechos conquistados; ahora desde otro lugar, pero siempre en las calles, codo a codo, como siempre. ¡Gracias por tanto y feliz jubileo compañera!”.
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