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CABA » Plazademayo
Fecha: 12/12/2025 23:39
La Cámara Industrial Argentina de Indumentaria advirtió por el explosivo crecimiento del sistema puerta a puerta 2025. Las compras de ropa en plataformas del exterior aumentaron 292% y se suman al fuerte gasto en indumentaria durante viajes, en un contexto de reservas negativas del Banco Central. La Cámara Industrial Argentina de Indumentaria (CIAI) encendió las alarmas tras registrar un crecimiento sin precedentes del sistema puerta a puerta 2025, especialmente en productos textiles. Según el informe difundido por la entidad que preside Claudio Drescher, entre enero y octubre de este año las compras de ropa en plataformas del exterior aumentaron 292% respecto del mismo período de 2024. Este salto histórico está impulsado, fundamentalmente, por el masivo uso de las plataformas chinas Shein y Temu, que concentran gran parte del volumen ingresado al país. La CIAI advierte que la facilidad del mecanismo puerta a puerta profundiza la competencia desigual frente a la industria local, que enfrenta costos internos más altos y un mercado interno debilitado. Compras en viajes al exterior: otro frente de presión Además del auge del comercio electrónico internacional, la Cámara detalló que el gasto de argentinos en ropa durante viajes al exterior también vive un boom. En lo que va del año, el turismo emisivo acumula 3.072 millones de dólares gastados en indumentaria, cifra que implica un aumento del 87% en comparación con 2024. Este fenómeno se vincula directamente con el crecimiento del turismo emisivo, que aumentó 47% entre enero y octubre. Las compras realizadas fuera del país funcionan como una vía paralela de importación minorista que, según la entidad, erosiona las ventas de la industria local. Impacto económico: dólares baratos y reservas en tensión La CIAI advirtió que estas operaciones representan una salida masiva de divisas en un escenario de reservas negativas del Banco Central. Tanto el puerta a puerta como las compras en el exterior utilizan dólares que se destinan al consumo o al ingreso de productos sin procesar en Argentina, un esquema que —según el sector— implica pérdidas a gran escala para la economía nacional. Además, el incremento de importaciones a pequeña escala se suma a la caída de la actividad industrial, dejando al sector textil en una situación de alta vulnerabilidad y fuerte incertidumbre para 2026.
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