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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/12/2025 04:31
Las estimaciones muestran que la mejora en rentabilidad generada por la rebaja de retenciones representa un alivio parcial. EFE/ Ministerio De Agricultura/Archivo La reducción de las alícuotas de retenciones impacta de manera directa en la rentabilidad agrícola proyectada para la campaña 2025/26. El nuevo esquema establece una rebaja permanente en la carga impositiva para los principales cultivos que apunta a recuperar la competitividad del sector agroexportador, particularmente en zonas marginales en términos ambientales o muy alejadas de los puertos. A saber, la alícuota para la soja disminuye de 26% a 24%, para los subproductos de soja de 24,5% a 22,5%, para trigo y cebada de 9,5% a 7,5%, para maíz y sorgo de 9,5% a 8,5%, y para girasol de 5,5% a 4,5 por ciento. El Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), de la Fundación Mediterránea, evaluó cómo quedará la rentabilidad agrícola para la campaña 2025/26 a partir del nuevo esquema tributario y comparó con un escenario en que las alícuotas del tributo se hubiesen mantenido sin cambios desde la asunción del gobierno actual. El análisis cubre dos zonas clave: la zona núcleo (sudeste de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires) y la zona extrapampeana (norte de Córdoba, Santiago del Estero y otras regiones del centro-norte del país), así como dos formas de tenencia de tierra: campo propio y campo alquilado. En todos los casos se evalúa una escala de 500 hectáreas y una rotación paritaria entre soja y maíz. La alícuota para la soja disminuye de 26% a 24%. REUTERS/Karen Braun/File Photo La comparación entre el nuevo régimen tributario, con alícuotas fijadas en 24% para soja y 8,5% para maíz, y el escenario contrafáctico de mantener las tasas anteriores (33% y 12% respectivamente desde el inicio de la actual administración), evidencia una mejora de entre 38 y 76 dólares por hectárea en la rentabilidad neta, según zona y modalidad de tenencia. “El esquema tributario vigente implica una mejora de entre USD 38 y 76 por hectárea en la rentabilidad neta del productor respecto de la que se habría registrado en 2025/26 si las alícuotas de retenciones no bajaban”, señala el IERAL. Este aumento responde a una baja en la carga fiscal sobre la renta agrícola. “La reducción de la carga tributaria total —entendida como el porcentaje de la renta generada (ingresos menos costos) que el productor no puede apropiarse por efecto de los impuestos— es de entre 8 y 20 puntos porcentuales según el caso”. El esquema tributario vigente implica una mejora de entre USD 38 y 76 por hectárea en la rentabilidad neta del productor (Reuters) El impacto de la rebaja de retenciones no resulta uniforme en todos los productores. Los márgenes netos mejoran en la zona núcleo y en las explotaciones de campo propio, pero la carga tributaria permanece elevada. En la campaña 2025/26, los productores de la zona núcleo enfrentan tasas de entre 53% y 73%, mientras que en la zona extrapampeana, los niveles llegan a 67% para propietarios y superan 123% para arrendatarios. “Que la carga tributaria resulte superior al 100% para arrendatarios de la zona extrapampeana significa que los impuestos siguen haciendo inviable a la actividad en este caso”. Las estimaciones muestran que la mejora en rentabilidad generada por la rebaja de retenciones representa un alivio parcial. Persisten limitaciones estructurales para los agricultores de zonas de menor productividad o mayor distancia a los puertos, especialmente quienes explotan campos alquilados, que continúan con márgenes negativos y enfrentan inviabilidad económica producto del peso de los tributos. El impacto de la baja de retenciones no es homogéneo entre las distintas zonas productivas. (Reuters) El IERAL asegura que el costo fiscal derivado de la medida compensa el retorno directo al sector privado, al disminuir la recaudación estatal en concepto de retenciones y aumentar la proporción de ingresos retenidos por los productores. Consideran que la medida busca incentivar la producción y, a futuro, reactivar áreas marginadas de la frontera agrícola, aunque el recorrido hacia una carga tributaria considerada sostenible permanece pendiente. El estudio indica que “muchas de estas tierras que hoy no son rentables a causa de los impuestos podrían volverse rentables y reactivar la expansión de la frontera agrícola”.
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