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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/12/2025 06:44
El libro del día: "Aún estoy aquí", de Marcelo Rubens Paiva La publicación en español de la autobiografía de Marcelo Rubens Paiva, editada por Shackleton Books y traducida por Sophia Neitzert Torres, coincide con un momento de profunda revisión histórica en Brasil: tras la reciente condena de varios generales y del expresidente Jair Messias Bolsonaro por conspirar un golpe de Estado, el país vuelve la mirada a los crímenes de la dictadura militar. Aún estoy aquí Por Rubens Pavia, Marcelo eBook $ 12,99 USD Comprar La obra, que inspiró la película galardonada con el primer Oscar para Brasil, Aún Estoy Aquí, reconstruye la lucha de Eunice Paiva -la madre de Marcelo- por esclarecer la desaparición de su esposo y padre de su hijo, el diputado Rubens Paiva, y ofrece una perspectiva íntima sobre la memoria, la justicia y la resiliencia familiar. En el desenlace de la historia, la familia Paiva obtuvo un nuevo certificado de defunción para Rubens Beyrodt Paiva, esta vez sin omisiones: “Causa de la muerte de Rubens Beyrodt Paiva: No natural, violenta, causada por el Estado brasileño”. Este documento, largamente esperado, simbolizó una victoria tras décadas de búsqueda y se sumó al impacto que tuvo el Oscar en la visibilidad del caso. La escena en la que Eunice Paiva sostiene el certificado ante la prensa, retratada en la película y recordada por su hijo en el libro, marcó un hito en la lucha contra el olvido. La historia de los Paiva se distingue por su capacidad de generar empatía en un país donde las víctimas de la dictadura solían ser retratadas como guerrilleros. En este caso, la familia burguesa de Río de Janeiro, con su vida frente a la playa de Ipanema y su entorno de alegría y música, se vio abruptamente sacudida cuando la policía de la dictadura detuvo a Rubens Paiva en 1971. Tráiler de "Aún estoy aquí", de Walter Salles Marcelo Rubens Paiva, entonces un niño de once años, narra cómo la ausencia de su padre transformó su infancia y cómo su madre, Eunice, se reinventó como abogada de organismos internacionales y artistas, llegando a ser una de las primeras especialistas en derecho indígena de Brasil. El relato, publicado originalmente en Brasil hace una década, surgió como un acto de resistencia frente a la desmemoria, tanto la colectiva como la personal, ya que Eunice Paiva padecía Alzheimer. El autor describe con precisión el avance de la enfermedad en su madre, quien llegó a no recordar el año en que vivía. En una de las escenas más conmovedoras, Marcelo relata: “Humillada por las conexiones cerebrales (…) nos miró como si estuviera siendo arrastrada por la corriente al vacío del océano, iba a ahogarse, ahogarse en el olvido”. Escena de "Aún estoy aquí" (Prensa Sony Classic Pictures) La Comisión de la Verdad, que comenzó a investigar los crímenes de la dictadura, motivó a Marcelo a dejar testimonio escrito del drama familiar. En ese contexto, Eunice incorporó una frase que da título a la obra: “Ainda estou aqui” (“Aún estoy aquí”). La actitud de Eunice, que educó a sus hijos para evitar la revancha y los animó a sonreír ante la adversidad, se refleja en la afirmación del autor: “La familia Rubens Paiva no es víctima de la dictadura, el país lo es. El crimen fue contra la humanidad, no contra Rubens Paiva. Teníamos que estar sanos y bronceados para la contraofensiva”. El éxito de la película, dirigida por Walter Salles y protagonizada por Fernanda Torres —quien recibió el Globo de Oro antesala del Oscar—, revitalizó el interés por el libro y multiplicó su alcance. La participación de la legendaria Fernanda Montenegro como la matriarca anciana subraya la dimensión familiar de la historia, tanto en la ficción como en la realidad brasileña. Walter Salles, ganador del Oscar a la mejor película internacional por “Aún estoy aquí” (Jordan Strauss/Invision/AP) Marcelo Rubens Paiva no elude los matices al retratar a sus padres. Describe a su padre como un hombre comprometido con la política, pero también con rasgos machistas, y a su madre como una mujer práctica, culta y adicta al trabajo. Con humor y ternura, recuerda: “Mi madre me habrá besado cuatro veces en mi vida, me llevó dos veces al cine, a ver películas que ella quería ver: Doctor Zhivago y Lawrence de Arabia. (…) ¿Paseos? Con mis abuelas, mis tías y las madres de mis amigos”. El libro y la película ofrecen una mirada complementaria sobre la memoria y la justicia en Brasil, en un contexto en el que el país sigue procesando las heridas de la dictadura y reafirmando la capacidad de sus instituciones para sancionar a quienes atentan contra la democracia.
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