09/12/2025 13:02
09/12/2025 13:02
09/12/2025 13:02
09/12/2025 13:02
09/12/2025 13:02
09/12/2025 13:01
09/12/2025 13:00
09/12/2025 13:00
09/12/2025 12:59
09/12/2025 12:59
» El vigia
Fecha: 09/12/2025 12:20
Un informe del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA) expone la cruda realidad del mercado laboral argentino: siete de cada diez trabajadores, tanto formales como informales, perciben ingresos mensuales inferiores a un millón de pesos, insuficientes para cubrir la Canasta Básica Total (CBT) de un hogar tipo. El documento, elaborado por expertos del instituto dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, revela cifras preocupantes basadas en datos de octubre de 2025. La CBT para un hogar tipo se elevó a 1.213.799 pesos, un umbral que el 72% de los ocupados no logra superar. Dentro del sector formal, el panorama es igualmente desolador: el 58% de los asalariados registrados cobra menos de ese monto, rompiendo con la ilusión histórica de que un empleo en blanco garantiza una vida digna. Incluso entre quienes cumplen jornadas completas de 40 horas semanales, uno de cada cinco (el 19,3%) cae en la pobreza laboral. La informalidad agrava la situación. El 89% de los asalariados no registrados y el 88% de los cuentapropistas de baja calificación viven por debajo del piso mínimo para subsistir. "El empleo registrado pierde su rol protector", se concluye en el informe, que destaca cómo la precariedad se ha extendido a todos los segmentos del universo laboral, sin distinción de modalidades de inserción. En un análisis innovador, el estudio introduce el concepto de "pobreza residencial": el gasto en servicios como gas, luz y agua ha pasado del 4% de un salario mediano a fines de 2023 al 11% en la actualidad, erosionando ahorros y forzando a familias enteras a recurrir al pluriempleo como mecanismo de supervivencia. Hoy, el 12% de los ocupados combina dos o más trabajos para evitar el colapso financiero. El informe no solo cuantifica el deterioro, sino que lo contextualiza en un escenario de "caída mes a mes de los ingresos reales", agravado por el reacomodamiento tarifario y la pérdida de subsidios. "La confluencia de salarios deprimidos, inflación acumulada y costos de vida disparados configura un panorama donde el trabajador pobre se ha consolidado como la regla, no la excepción", advierten los investigadores, subrayando que incluso los empleos estables ven mermada su capacidad adquisitiva.
Ver noticia original