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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 08/12/2025 12:50
En un contexto donde los clubes del país alertan sobre la caída en la participación adolescente, el futsal de Gualeguaychú apuesta a fortalecer sus bases. Enzo Damer, su presidente, explica por qué el futuro de la disciplina depende de sostener estos procesos formativos. Lunes, 8 de Diciembre de 2025, 5:05 Por Sandra Insaurralde En los últimos dos años, los clubes de todo el país vienen alertando una caída sostenida en la participación juvenil, especialmente en las categorías de 13 a 17 años. Aunque no existe un porcentaje oficial único que mida el fenómeno, la tendencia aparece repetida en entrevistas, comunicados y relevamientos de federaciones deportivas. Dirigentes de distintas disciplinas coinciden en que la deserción adolescente se volvió un problema: muchos jóvenes abandonan la práctica deportiva por dificultades económicas, falta de tiempo o cambios en sus rutinas cotidianas. La crisis golpea de lleno a los clubes formativos, que ven cómo se achican los planteles y se debilitan los procesos de largo plazo. A esto se suma un contexto social que complejiza aún más la continuidad deportiva. Las familias enfrentan mayores dificultades para sostener cuotas, viajes, indumentaria y equipamiento, gastos que se vuelven cada vez más difíciles de afrontar. Al mismo tiempo, crece la competencia de actividades digitales, que ocupan buena parte del tiempo libre de los adolescentes, y también aparecen trabajos informales tempranos que muchos jóvenes toman para ayudar en sus hogares. La sobrecarga escolar y familiar completa un escenario donde cada vez más pibes quedan fuera de los clubes, no por falta de interés, sino por un entramado de obstáculos que se acumulan y terminan expulsándolos del deporte. En ese escenario complejo, la Asociación de Futsal Gualeguaychú (AFG) decidió ir a contramano. Mientras muchas instituciones reducen actividades, la AFG fortaleció sus categorías infantiles, cadetes y juveniles, apostando a un modelo que combina formación, comunidad y proyección. “Mi visión inicial al asumir la presidencia fue darle orden y fortaleza institucional a la AFG”, comentó Enzo Damer, en diálogo con EL ARGENTINO, quien asumió el desafío con apenas 25 años. “Quería que todos los actores que la integran pudieran desarrollarse mejor en sus tareas y convivir de manera más organizada”. Ese ordenamiento, explicó, no era un fin en sí mismo, sino la base para un proyecto más ambicioso: sostener el crecimiento del futsal en un contexto adverso. La decisión de priorizar las divisiones formativas no fue casual. “Decidimos invertir en el desarrollo formativo porque creemos que allí está el futuro del futsal. Trabajar con chicos y chicas desde pequeños permite formarlos como verdaderos jugadores y jugadoras de la disciplina”, afirmó el presidente. En un momento donde muchas familias deben elegir qué actividades mantener y cuáles recortar, la AFG buscó que el futsal siguiera siendo un espacio accesible, contenedor y formativo. “Esta apuesta abre la puerta a nuevas generaciones y familias”, resumió el joven dirigente. Conformación de la Selección C15 Uno de los hitos más importantes de la gestión fue la conformación de la Selección C15, que representó a la ciudad en el Argentino de Selecciones disputado en Mendoza. Para Damer, ese logro sintetiza el espíritu del proyecto. “La Selección C15 es uno de los grandes logros de la gestión. Mantuvimos la categoría en competencia local y sumamos un proceso de selección serio”, destacó Damer a EL ARGENTINO. La experiencia en Mendoza fue un punto de inflexión. “Representar a la ciudad fue increíble, viviendo una semana de competencia con ritmo profesional”, recordó. Pero llegar hasta allí implicó superar obstáculos que hoy atraviesan a la mayoría de los clubes del país. “Los desafíos fueron muchos: conformar un cuerpo técnico comprometido, asegurar un proceso serio con posibilidad real para todos los gurises y resolver la logística completa: cocina, alojamiento, transporte y más”. En ese camino, las familias fueron decisivas. “El rol de las familias y del staff de apoyo fue clave. Son el motor de tracción del proceso. Su apoyo permite cumplir los objetivos y trabajar con un mismo fin: que los gurises vivan la experiencia de un torneo nacional y sientan el orgullo de vestir la camiseta de la ciudad”. El cuerpo técnico, compuesto por siete personas, tuvo una mirada integral. “El equipo técnico trabajó para el desarrollo deportivo, competitivo, alimenticio y regenerativo”, detalló Damer. Y subrayó los valores que guiaron el proceso: “Compromiso, disciplina, respeto, humildad, esfuerzo constante, convivencia y trabajo en equipo”. Un torneo que dejó huellas profundas La participación en el Argentino dejó momentos que, para Damer, trascienden lo deportivo. “Muchos recuerdos, pero el más significativo es la ronda final después del último partido, donde jugadores, cuerpo técnico, familias y staff comparten emociones”, relató el presidente de la AFG. “Es ahí donde entendemos que el esfuerzo valió la pena. Lo vivido deja huellas que van más allá del resultado”. Esa experiencia, aseguró, no sólo fortaleció al grupo, sino que marcó un camino para lo que viene. “Nos trajimos muchísimos aprendizajes y una energía enorme para redoblar los esfuerzos el próximo año”. El desafío nacional: sostener el deporte juvenil La problemática que atraviesa el país —menos adolescentes en los clubes, menos recursos familiares, más dificultades para sostener procesos largos— aparece como telón de fondo de esta historia. Aunque Damer no lo mencionó explícitamente, su proyecto se inscribe en esa tensión: cómo sostener el deporte en tiempos de crisis. La AFG eligió una respuesta: más organización, más comunidad, más formación. “Apuesto a un desarrollo formativo que deje huellas en los gurises”, afirmó Enzo Damer, el joven dirigente de 26 años. Y agregó: “A mi corta edad invierto mi energía en dejar bases sólidas para futuras generaciones y dirigentes”. Lo que viene: ampliar categorías y fortalecer clubes De cara al futuro, la Asociación proyecta expandir los procesos de selección. “Queremos ampliar los procesos a más categorías, especialmente a las infantiles, fortaleciendo la competencia local y acompañando a los clubes que trabajan con los más chicos”, adelantó Enzo Damer. El mensaje para quienes sueñan con vestir la camiseta local es directo. “Que sigan acompañando este proceso, manteniendo la constancia y buscando superarse siempre, tanto como deportistas como personas. El camino está abierto para quienes tengan compromiso”. En un país donde la crisis golpea fuerte a los clubes, la experiencia de la AFG muestra que sostener procesos formativos no solo es posible, sino necesario. La clave, según Damer, está en la comunidad, la organización y la convicción de que el deporte es un derecho y un espacio de construcción colectiva. “Sueño con un futsal en constante crecimiento, con clubes fuertes y una comunidad involucrada”, concluyó el dirigente. Y ese sueño, en tiempos difíciles, es también una forma de resistencia.
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