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» Diariopinion
Fecha: 07/12/2025 03:40
Este jueves por la mañana, la familia de Xiomara Portillo se movilizó desde la plaza San Martín hasta el edificio de Tribunales, avanzando por la avenida 25 de Mayo para exigir justicia por la adolescente cuyo cuerpo fue hallado la semana pasada en un descampado de la ciudad. Patricia Acosta, madre de la joven, encabezó la marcha acompañada por familiares, amigos y organizaciones sociales. La manifestación fue la segunda consecutiva, luego del acto realizado el miércoles por la tarde en la Cruz del acceso Sur. Al igual que entonces, estuvo presente la fundación Unidos por el Dolor, integrada por familias afectadas por siniestros viales, mala praxis y muertes violentas. La causa, caratulada como Homicidio, está a cargo del juez Marcelo López Picabea, quien ordenó el análisis de diverso material informático —entre ellos más de 20 celulares— y la toma de declaraciones testimoniales. Hasta ahora, hay dos personas implicadas: un adolescente de 16 años y un hombre mayor de edad allegado a él, según confirmó el abogado de la familia, Jorge Pessolano. La confirmación oficial de la identidad de Xiomara se produjo este lunes, tras pericias dactiloscópicas que determinaron que el cuerpo, inicialmente "irreconocible", le pertenecía. A partir de ese momento, el duelo familiar se vio tensionado por lo que el conductor Fernando López describió como un "conflicto de guerra de intereses políticos" que amenaza con desviar la atención del eje central: la búsqueda de justicia. La voz de Marilyn Acosta: dolor, bronca y un pedido urgente Durante un homenaje realizado en el lugar donde Xiomara solía pasar las noches "comiendo un pancho", se descubrió un Banco Rojo en su memoria. Allí, Marilyn Acosta, hermana mayor de la víctima, expresó uno de los testimonios más crudos de la jornada. Sus palabras, calificadas por López como de "crudeza enorme", apuntaron contra la politización del caso y exigieron respeto: "Que ese hijo de puta no quede impune. Porque acá no hay política. Dejen de usar la política con mi hermana. Acá es un hijo de puta menor con el padrastro, la mamá, el tío… Yo no voy a permitir que esa mujer quede libre." Marilyn también defendió con vehemencia el accionar de su familia durante los días de búsqueda, repudiando las insinuaciones maliciosas: "Nadie nos creía. Yo de madrugada iba a buscar a mi hermana. Y me vienen a decir que no hice nada. Que dejen de hablar pavadas y que vayan a buscar al que la mató." La trampa de la polarización: cuando el dolor se usa políticamente López señaló que tanto la prensa como sectores de la sociedad cayeron en una "trampa autoimpuesta": discutir las circunstancias que rodean la causa en vez de enfocarse en ella. "Parece que si se abrazan con una determinada fundación están con el gobierno y eso invalida su pedido de justicia. Y si se abrazan con otros sectores, ocurre lo contrario." López enfatizó que el sufrimiento de la familia no debe ser objeto de especulación política y que su derecho a reclamar justicia es incuestionable: "Están con un dolor enorme. Lo que cualquiera buscaría en su lugar es que los responsables paguen." El interrogante central: ¿son los detenidos culpables o simples ‘perejiles’? Para el periodista, el debate debe regresar al punto crucial: la investigación judicial. La pregunta que sobrevuela es si los dos implicados "efectivamente participaron del crimen" o si se trata de "dos perejiles", en cuyo caso surgiría la incógnita de quiénes son los verdaderos responsables. López criticó que el "tironeo político" esté desplazando la atención de lo esencial: "Hay mucha gente —de un lado y del otro— que no piensa en la víctima ni en la familia, sino en la conveniencia de que digan tal o cual cosa." En ese sentido, sostuvo que la postura de la familia —que considera que la policía y la justicia actuaron bien— debe ser respetada y que es inadmisible sugerir que han sido cooptados: "Decir que se vendieron es de una insensibilidad enorme." La impunidad, el peor flagelo Se advirtió sobre la gravedad institucional que implicaría que el crimen de Xiomara quede sin resolver: "La impunidad es la peor enfermedad de la democracia, ya sea un político corrupto o un asesino suelto." Recordó que las dos personas detenidas fueron las últimas en ver con vida a la joven, lo que convierte ese punto en la "punta del ovillo" para avanzar en el esclarecimiento del caso. El resto de las disputas, afirmó, son "absolutamente secundarias".
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