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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/12/2025 02:55
El Gobierno superó con éxito las elecciones de medio término, pero ese logro no debería provocar complacencia (Foto: Adrián Escandar) La frase “Solo cuando el agua baja se descubre quién ha estado nadando desnudo” resume las dificultades para percibir y entender los riesgos que enfrentan todos los agentes económicos. Este principio se confirma una y otra vez cuando la estabilidad expone fragilidades previamente ocultas bajo la superficie de la coyuntura. El Gobierno superó con éxito las elecciones de medio término, pero ese logro no debería provocar complacencia ni impedir la identificación de escenarios futuros ni la capitalización de lecciones aprendidas. Entre los principales problemas heredados por la actual gestión nacional resaltaban el frágil balance del Banco Central y la existencia de reservas internacionales netas negativas. Mediante una gestión acertada y el respaldo del Fondo Monetario Internacional, gran parte de este panorama pudo recomponerse en poco tiempo. No obstante, el programa no logró acumular reservas internacionales de forma sostenida y genuina. Esta debilidad cobró especial importancia ante la falta de acceso a los mercados de crédito y la concentración de vencimientos de deuda a partir de enero de 2026. Así, los avances logrados conviven todavía con tareas pendientes que se vuelven cada vez más urgentes. Los avances logrados conviven todavía con tareas pendientes que se vuelven cada vez más urgentes A pesar de este límite, la estabilidad macroeconómica parecía imponerse. Sin embargo, tras varias derrotas legislativas, el talón de Aquiles de la estrategia de estabilización quedó expuesto, mostrando la fragilidad cierta del esquema. En ese contexto, fue necesario poner a prueba la solidez de los vínculos diplomáticos y económicos con Estados Unidos, establecidos desde el inicio de la gestión. La coyuntura geopolítica resultó favorable y el respaldo estadounidense se concretó en una magnitud significativa, facilitando una victoria electoral sustentada sobre los principales logros del modelo: la reducción de la inflación y el inicio de la normalización económica. el respaldo estadounidense se concretó en una magnitud significativa, facilitando una victoria electoral sustentada sobre los principales logros del modelo En el ámbito de la gestión del riesgo, el pensamiento contracíclico es esencial. Su objetivo no es promover el pesimismo sino anticipar problemas futuros a través de la identificación de escenarios plausibles y su prevención oportuna. En este sentido, el entusiasmo derivado de la victoria electoral no debe ocultar la persistencia de dificultades estructurales, particularmente una de las más notorias: la baja relación de reservas internacionales respecto del PBI. Una dificultad estructural es la baja relación de reservas internacionales respecto del PBI, que es aproximadamente del 5%, mientras que en Brasil y Chile ronda el 15% y en Uruguay alcanza el 20 por ciento De cara al futuro inmediato, se delinean dos escenarios posibles. El más optimista implica un descenso sostenido del riesgo país y la reintegración de Argentina a los mercados internacionales de deuda. Este logro permitiría la renovación de los vencimientos financieros a partir del próximo año, alivianando la necesidad de recurrir permanentemente al apoyo externo y constituyendo un hito para la administración actual: el regreso de Argentina al crédito internacional. El escenario negativo permanece latente y presenta peligros que pueden activarse tanto por acontecimientos políticos o económicos internos, como por factores globales. Un evento significativo en cualquier economía relevante del mundo puede activar la tradicional huida hacia la calidad (fly-to-quality) y provocar la salida de fondos desde los mercados de mayor riesgo. Alternativamente, una disminución de la asistencia de Estados Unidos enviaría inmediatamente señales adversas a los inversionistas e impactaría sobre el riesgo país de Argentina. Una disminución de la asistencia de Estados Unidos enviaría inmediatamente señales adversas a los inversionistas e impactaría sobre el riesgo país de Argentina Las variantes son múltiples, pero la clave radica en que la realidad cambia constantemente y que la resiliencia nacional se mide por la capacidad de anticipar, reaccionar y garantizar el cumplimiento de los compromisos asumidos. La manera más efectiva de evitar el escenario negativo es implementar un plan sostenido y eficiente de acumulación de reservas internacionales. Argentina necesita recomponer su stock de activos externos; solo así será considerada un deudor confiable y podrá acceder a financiamiento en condiciones razonables a largo plazo. La cuestión central del programa económico actual -si es que puede hablarse de un solo programa- es su dificultad para acumular reservas internacionales de manera robusta. Al igual que los ahorros representan para una familia la protección frente a lo imprevisible, los activos externos constituyen la garantía fundamental para honrar los compromisos en el plano internacional, independientemente de cualquier ayuda externa. La manera más efectiva de evitar el escenario negativo es implementar un plan sostenido y eficiente de acumulación de reservas internacionales La experiencia de los últimos meses enseña que la estabilidad por sí sola no es suficiente. La euforia del éxito coyuntural solo tendrá valor si se capitaliza en aprendizajes sólidos y se articulan políticas que transformen la recuperación en resiliencia permanente. En el delicado tránsito entre el pánico y la euforia, la consolidación y el crecimiento de las reservas son clave para asegurar la solidez y previsibilidad necesarias para el desarrollo sostenido de Argentina. El autor es profesor de Gestión del Riesgo en IAE Business School. Esta nota se publicó en el IEM de octubre del IAE, Escuela de Negocios de la Universidad Austral
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