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» Diario Cordoba
Fecha: 05/12/2025 11:47
Pese a la sorpresa de todos, Israel se apunta otro tanto en el panorama internacional. El Estado, sobre el cual pesan acusaciones de genocidio y cuyo primer ministro tiene una orden de arresto internacional, volverá a participar en el Festival de Eurovisión. La bandera israelí ondeará de nuevo sobre las tablas de Viena el próximo mes de mayo. "Israel merece estar representado en todos los escenarios del mundo", celebró el presidente del país, Isaac Herzog, momentos después de la decisión. Los activistas favorables al boicot de la participación de Israel en este tipo de eventos de entretenimiento, que las autoridades hebreas suelen usar para desplegar su propaganda, han aplaudido la decisión de algunos países, incluido España, de retirarse del festival, aunque han criticado la "postura vergonzosa" de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del Festival. Israel probablemente se encuentra en su peor momento en lo que respecta a su imagen pública en el panorama global. La brutal ofensiva militar contra la Franja de Gaza, que ha arrasado con el enclave palestino y ha matado a más de 70.000 personas, llevada a cabo por el Gobierno más ultraderechista de su historia, han provocado una grave crisis de popularidad y un creciente aislamiento internacional. Sin embargo, todos esos castigos se han disipado sobre el escenario del Festival de la Canción de Eurovisión en los últimos dos años. En 2024, Israel quedó quinto, y este mismo año, mientras millones de gazatíes languidecían por la hambruna impuesta por Tel Aviv, se elevó hasta un segundo lugar. Al compararlo con las acciones de la UER contra Rusia, expulsada del festival por la invasión de Ucrania en 2022, las acusaciones de doble rasero son extendidas. Críticas al "boicot cultural" "Me complace que Israel vuelva a participar en el Festival de la Canción de Eurovisión y espero que la competición siga defendiendo la cultura, la música, la amistad entre las naciones y el entendimiento cultural transfronterizo", tuiteó Herzog, quién ha confirmado sus esfuerzos para garantizar que su país pueda permanecer en Eurovisión. "Gracias a todos nuestros amigos que defendieron el derecho de Israel a seguir contribuyendo y compitiendo en Eurovisión; esta decisión demuestra solidaridad, compañerismo y cooperación, y refuerza el espíritu de afinidad entre las naciones a través de la cultura y la música", dijo este jueves. El ministro de Exteriores, Gideon Saar, se unió a las celebraciones, con un mensaje a los países que se han retirado del festival. "Que la desgracia recaiga sobre ellos", clamó en ‘X’. Frente a la asamblea de la UER, Golan Yokhpaz, director ejecutivo de la emisora pública israelí Kan, declaró que "intentar expulsar a la cadena de Eurovisión equivale a un boicot cultural". "Un boicot que podría empezar con la expulsión de Kan, pero nadie sabe dónde terminará ni a quién más se dirigirá; ¿están las emisoras y los medios de comunicación preparados para sumarse a un boicot cultural?", les increpó. Capitaneados por Herzog, un grupo de asesores del Gobierno y varios ejecutivos de la cadena han liderado una intensa campaña diplomática durante meses para evitar la expulsión del país. Funcionarios israelíes han confirmado al medio Ynet que estas acciones se llevaron a cabo en gran medida entre bastidores. "Presión fuerte" "Todo este esfuerzo realizado por las más altas instancias del gobierno del Estado de Israel, y por el presidente del país han hecho que un equipo muy grande se haya estado reuniendo con todos los países y con todas las cadenas intentando hacer lobby para que mantuvieran a Israel", denuncia Luis Salazar Rabasa, miembro del grupo de trabajo contra la participación de Israel en Eurovisión de la Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid. "La presión es muy fuerte, la UER, que desde siempre está intentando proteger a Israel, este jueves volvió a protegerlos haciendo ese lavado de cara con un pequeño cambio de normas como si eso cambiara algo", constata a este diario. Las nuevas reformas aprobadas reducen los televotos de los espectadores de 20 a 10, reinstauran los jurados de expertos en semifinales e incluyen otras mejoras técnicas para reforzar la seguridad frente a intentos de fraude y manipulaciones. Estas nuevas normas de votación buscan frenar la influencia extranjera en un intento de evitar lo que ocurrió en la edición anterior, cuando Israel recibió una cantidad excepcionalmente alta de votos en la categoría 'Resto del Mundo', valiéndole una segunda posición. Muchos países lo acusaron de haber manipulado la votación, hecho que Yokhpaz ha negado frente a la asamblea. "El problema de Eurovisión no es el televoto y esas cosas que en efecto han ocurrido, sino que el mayor conflicto es admitir en el festival a una cadena de televisión —si es que no quieren hablar del gobierno de Israel [ya que en el concurso participan las cadenas públicas y no los gobiernos]— que en sus contenidos apoya absolutamente las acciones del Ejército de Israel", señala Salazar Rabasa. La Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina, de la que él forma parte, ha recopilado más de 150 ejemplos de contenidos de la cadena Kan que incumplen los estatutos de la UER. "El problema de Eurovisión no es el televoto y esas cosas que en efecto han ocurrido, sino que el mayor conflicto es admitir en el festival a una cadena de televisión —si es que no quieren hablar del gobierno de Israel [ya que en el concurso participan las cadenas públicas y no los gobiernos]— que en sus contenidos apoya absolutamente las acciones del Ejército de Israel", Luis Salazar Rabasa — miembro del grupo de trabajo contra la participación de Israel en Eurovisión de la Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid "Kan apoya al Ejército israelí, el genocidio [en Gaza] y la ocupación de toda Palestina", insiste Salazar Rabasa. Los estatutos de la UER obligan a que las cadenas participantes incluyan contenidos para "desarrollar la diversidad cultural, el diálogo intercultural y los intercambios para promover la tolerancia y la solidaridad", y para "reforzar la identidad de los pueblos, la cohesión social y la integración de todos los individuos, grupos y comunidades". "Sin embargo, la cadena Kan entrevista constantemente a personas que afirman delante de la cámara con toda tranquilidad que hay que aniquilar a la población de Gaza, porque no existe público inocente en el enclave", apunta Salazar Rabasa. Pese a la decepción con la UER, los activistas están satisfechos con la decisión de España, Irlanda, Eslovenia, y Países Bajos de retirarse del festival. "Nos parece una victoria del boicot a Israel gigante, y, a nivel general, uno de los rechazos más importantes a Israel en un evento", afirma.
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