Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Ícaro

    » Diario Cordoba

    Fecha: 05/12/2025 09:23

    Ícaro desoyó las advertencias de su padre, Dédalo, cuando este le rogaba que no volase demasiado alto. Pero aquel pensó que podía desafiar cualquier límite y que nada lo haría caer. Cuando el Sol derritió sus alas de cera, descubrió que la caída no solo era posible, sino también inevitable. Es evidente que la política española está llena de hijos de Dédalo. La reciente entrada en prisión de José Luis Ábalos y Koldo García, a quienes precedió Santos Cerdán, nos sugiere el siguiente titular: «De los restaurantes y hoteles de lujo a un centro penitenciario». Este estrepitoso recorrido hacia abajo presenta un simbolismo difícil de ignorar: por el poder que alcanzaron quienes hoy pasan frío en Soto del Real y por la velocidad del descenso. Aunque para el Gobierno «hace mucho tiempo», apenas han pasado dos años desde que ambos formasen parte del engranaje central del poder político en España. En efecto, tomaban decisiones acerca de cargos, nombres y presupuestos, y realizaban continuos movimientos estratégicos. Habitaban un Olimpo robado, ilegal e inmoral, rodeados de privilegios, cortesías, puertas que se abrían solas y catálogos de hetairas. Hoy, sin embargo, han caído al nivel más bajo de la escala social: la privación de libertad. Ícaro cayó porque, siguiendo su ambición, se topó con el peligro. Tras las últimas sucesiones de caídas en desgracia, nos preguntamos: ¿se derretirán las alas del ‘Ícaro mayor’? No podemos afirmarlo, pero el calor del poder también acaba derribando al que lo sobrevuela sin escuchar las advertencias y sin temer ni siquiera al Sol. Y es que la mitología griega era sabia: la soberbia siempre precede a las caídas más duras. *Lingüista

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por