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  • Por qué dedicar unos minutos al día a los pies puede modificar el rumbo de la salud en adultos

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 05/12/2025 08:35

    El fortalecimiento de los pies en la mediana edad reduce el riesgo de dolores articulares y mejora la calidad de vida (Imagen Ilustrativa Infobae) La práctica regular de ejercicios podales está asociada a una mejor calidad de vida y menor incidencia de dolores articulares en la población de mediana edad. A medida que la población envejece y los problemas de movilidad aumentan, expertos internacionales advierten sobre la importancia de fortalecer los pies durante la mediana edad para preservar la salud y prevenir complicaciones futuras. De acuerdo con estudios y especialistas citados por The Times, la atención y los ejercicios dirigidos a los pies contribuyen a mejorar el equilibrio, reducir el riesgo de caídas y proteger articulaciones claves como rodillas, caderas y columna vertebral. El rol de los pies en la salud y el envejecimiento Emma McConnachie, portavoz del Royal College of Podiatry, explicó a The Times que los pies soportan en promedio siete toneladas de presión diaria, lo que los convierte en una estructura esencial para el bienestar general. Los pies soportan hasta siete toneladas de presión diaria, según expertos en podología (Imagen Ilustrativa Infobae) Sin embargo, suelen ser una de las partes más descuidadas del cuerpo. “Demasiado a menudo pasamos por alto los pies y solo apreciamos su importancia cuando surgen problemas”, afirmó McConnachie. La necesidad de mantener los pies fuertes aumenta con la edad. Hylton Menz, profesor de podología en La Trobe University, Australia, indicó a The Times que la sarcopenia —pérdida de masa muscular debido al envejecimiento— afecta a los músculos de los pies antes que a los de otras zonas del cuerpo. Esta debilidad, a menudo inadvertida durante la mediana edad, conlleva dificultades de equilibrio, menor velocidad al caminar y un mayor riesgo de caídas en la sexta y séptima década de vida. Riesgos de descuidar los pies: caídas y problemas articulares Especialistas advierten sobre el aumento de problemas podales en los meses fríos por falta de atención adecuada (Imagen Ilustrativa Infobae) Ignorar la salud podal genera consecuencias graves. McConnachie advirtió a The Times sobre un incremento de problemas en los pies durante los meses fríos, cuando disminuye la atención a esta zona. Además, Tim Sinnett, especialista en pie y tobillo del grupo Grosvenor Orthopaedic Partners en Londres, alertó a The Times acerca del riesgo de “foot drop” (caída del pie) en personas que experimentan una pérdida de peso rápida, especialmente quienes emplean medicamentos GLP-1 para adelgazar. Aunque el descenso de peso puede beneficiar a pies y extremidades inferiores, una disminución brusca favorece problemas temporales que pueden requerir meses de fisioterapia. La debilidad muscular en los pies afecta la movilidad, aumentando la posibilidad de lesiones y dolores articulares en rodillas, caderas y columna, lo que puede afectar la autonomía y calidad de vida en la vejez. Ejercicios recomendados para fortalecer los pies Los ejercicios para fortalecer los pies mejoran la fuerza muscular y el equilibrio hasta en un 58% según expertos (Crédito: Freepik) Los expertos consultados por The Times coinciden en que ejercicios sencillos y regulares pueden generar una diferencia considerable. Menz recomendó rutinas como el “entrenamiento de agarre con los dedos”, que consiste en recoger una toalla con los dedos de los pies o trasladar pequeños objetos entre ambos pies, tres veces por semana durante ocho semanas. De acuerdo con sus estudios, estas prácticas pueden mejorar la fuerza muscular y el equilibrio hasta en un 58%. Otras actividades sugeridas: Foot doming: De pie, tensar los dedos y acortar el pie al llevar la base de los dedos hacia el talón. Mantener cinco o seis segundos y repetir de ocho a diez veces por pie. Flexión con banda de resistencia: Sentado, colocar una banda elástica alrededor del pie y un objeto fijo, flexionar el pie hacia uno mismo y repetir de seis a ocho veces por pierna. Alfabeto con los dedos: Sentado, “escribir” el alfabeto en el aire con los dedos de cada pie. Elevaciones de talón: De pie y descalzo, elevarse suavemente sobre las puntas de los pies y descender lentamente, empezar con cinco a diez repeticiones y aumentar gradualmente. Cuidados diarios: higiene, hidratación y elección de calzado El lavado diario de los pies con agua tibia previene infecciones y mantiene la salud podal, según el NHS (Imagen ilustrativa infobae) La higiene adecuada constituye un pilar para la salud podal. El Servicio Nacional de Salud británico (NHS) recomienda lavar los pies a diario, ya sea en la ducha frotando bien o en un recipiente con agua tibia —nunca caliente— y evitando remojos prolongados para evitar resequedad. McConnachie indicó a The Times que personas con diabetes, problemas circulatorios o inmunodeprimidas deben evitar el remojo, ya que puede hacer la piel más frágil y favorecer infecciones. Tras el lavado, es fundamental secar bien los pies, especialmente entre los dedos, y aplicar crema hidratante con urea en el resto del pie para prevenir sequedad y grietas. No aplicar crema entre los dedos para impedir la proliferación de hongos. Sobre el calzado y las medias, McConnachie sugirió a The Times alternar zapatos cada día y elegir calcetines de fibras naturales como bambú o lana merino, capaces de regular la temperatura y absorber la humedad. Las medias deben quedar bien ajustadas sin apretar ni quedar flojas para evitar problemas circulatorios o ampollas. Prevención de problemas frecuentes: infecciones, sabañones y lesiones Cambios bruscos de temperatura tras la exposición al frío favorecen la aparición de sabañones y úlceras en la piel (RS) El uso prolongado de esmalte de uñas impide que las uñas respiren y dificulta la detección de infecciones fúngicas o melanomas. McConnachie recomendó a The Times retirar el esmalte durante el invierno para que las uñas se oxigenen y sea más fácil revisar posibles cambios en la piel o las uñas, como manchas oscuras o engrosamientos. Los sabañones —con enrojecimiento, picazón y ampollas en los dedos— afectan a uno de cada diez británicos en invierno. McConnachie detalló a The Times que surgen cuando la piel se recalienta de forma repentina tras exposición al frío, lo que genera inflamación o incluso úlceras. Las personas con mala circulación, diabetes o Raynaud presentan mayor riesgo y deben evitar cambios bruscos de temperatura. El tratamiento incluye lociones calmantes y, en caso de úlcera, apósitos antisépticos. Si los síntomas persisten más de dos o tres semanas, se aconseja consultar a un médico. El uso prolongado de esmalte de uñas dificulta la detección de infecciones fúngicas y melanomas en las uñas (Pixabay) El uso de spas eléctricos para pies aumenta el riesgo de infecciones bacterianas, sobre todo si hay heridas en la piel. Tanto McConnachie como el NHS no los recomiendan para personas con diabetes o problemas circulatorios. Cuidados para condiciones especiales Quienes padecen diabetes, mala circulación o inmunosupresión necesitan cuidados adicionales. McConnachie recalcó a The Times que deben evitar el remojo prolongado, revisar sus pies frecuentemente y acudir a un especialista ante cualquier lesión, cambio de color o herida que no cicatrice. En conclusión, los especialistas consultados por The Times señalan que incorporar ejercicios y cuidados específicos para los pies en la rutina diaria puede marcar una diferencia sustancial en la salud y calidad de vida a largo plazo. Fortalecer y revisar los pies desde la mediana edad constituye una inversión en bienestar y autonomía para el futuro.

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