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» El Sur Diario
Fecha: 04/12/2025 22:57
El comercio, dedicado al rubro de juguetería, librería y regalería, comenzó de forma modesta en 1985, de la mano de Mirta Damiani y su esposo Carlos Negri. Iniciaron con un pequeño kiosco que vendía golosinas y cigarrillos, además de algunos regalos. Mirta recuerda que los primeros años fueron de mucho sacrificio, con largas jornadas de trabajo, especialmente durante la crisis económica de 1989. Según relató, el crecimiento fue un proceso de “prueba y error”, siempre atentos a las tendencias y a las demandas del público. “La gran puerta de entrada, lo que nos abrió ‘la puerta grande’ a nivel local, fue la incorporación de peluches. Fuimos pioneros en el mundo de los peluches y ese rubro hasta el día de hoy lo seguimos manteniendo”, subrayó. Trabajo familiar Aunque su esposo Carlos provenía del mundo del deporte, Mirta tuvo una “buena escuela” administrativa durante los 11 años que trabajó en la casa de electricidad Seret, donde adquirió una valiosa experiencia comercial. Tras superar crisis como la del 2001, el negocio demostró su capacidad para reinventarse. Cuando la juguetería por sí sola no era suficiente, la familia decidió incorporar primero el rubro librería y luego marroquinería y accesorios. Con el tiempo, el hijo mayor de Mirta, Fernando, se incorporó al emprendimiento, aportando “la visión de la mente joven con la experiencia de la adultez”. Hoy, él se encarga de las compras de juguetería y librería, mientras que Mirta coordina el sector de complementos. Otros miembros de la familia también colaboran activamente. “Le agradezco a Dios que mis hijos estén conmigo. Es una empresa netamente familiar”, expresó Mirta con orgullo. Calidad, atención y cercanía Para Damiani, la permanencia de El Globo Rojo se sostiene en dos pilares fundamentales: la calidad del producto y la atención postventa. “Nosotros no traemos cualquier juguete. Todos los productos que comercializamos son de calidad y tienen garantía”, enfatizó. Sin embargo, el verdadero diferencial está en el vínculo con el público. “El capital del negocio no es tanto la mercadería que está acá adentro, sino el cliente que nos elige y nos vuelve a elegir”, destacó. La confianza generada a lo largo de cuatro décadas es, según Mirta, la base del éxito. “Hoy atendemos a nietos que vienen con sus hijos, o a abuelos que vienen con sus nietos”, comentó con emoción. Distinción de ADEESSA El pasado 13 de noviembre, El Globo Rojo recibió un reconocimiento de la Asociación de Entidades Empresarias del Sur Santafesino (ADEESSA) en el marco del Día del Comercio, siendo esta la primera distinción de tal magnitud que obtiene el local. “Para mí fue una emoción muy grande cuando nos vinieron a decir. De inmediato llamé a mi hijo y nos emocionamos. Mirando para atrás podemos decir que tanto esfuerzo vale la pena”, expresó Damiani. Visión de futuro A pesar de los desafíos de la era digital, donde la competencia con las plataformas de venta online es cada vez más fuerte, Mirta mantiene una visión optimista y abierta al cambio. “La clave para competir es tener precios justos, buena mercadería y la ventaja de la entrega inmediata, además de la garantía que ofrece el trato directo con el cliente”, concluyó. Damiani confirmó que la intención es seguir creciendo con los rubros actuales, sin cerrarse a nuevas incorporaciones si la demanda lo requiere. Además, destacó que el local se ha convertido en un verdadero paseo familiar, ya que cuenta con un patio de juegos para niños, lo que refuerza su espíritu de cercanía y comunidad.
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