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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/12/2025 18:36
María Belén Zerda el día en que la encontraron en Cancún Hace siete meses y medio, el nombre de María Belén Zerda trascendía en los medios nacionales e internacionales por una noticia que le ponía fin a 10 días de preocupación y misterio: tras ser denunciada como desaparecida en México, la argentina fue hallada sana y salva en una selva de la ciudad Cancún. Todo ocurrió en abril. “Apareció tranquila y sana”, habían dicho sus familiares en ese entonces. Sin embargo, la verdadera trama de lo que pasó nunca se supo... Hasta ahora que ella quiso dar su versión. Durante la búsqueda de Belén se plantearon muchas teorías. Entre ellas, que había sufrido un episodio que la asustó mientras trabajaba haciendo promociones en eventos deportivos. Cuando apareció, las autoridades mexicanas dijeron que “padecía esquizofrenia y por eso que corrió hacia un área selvática“. “Se dijeron muchas cosas que eran mentira. Ahora estoy preparada para hablar”, aseguró la mujer en diálogo con Infobae, donde eligió dar su primera entrevista para contar la historia. El calvario que vivió Belén comenzó con un hackeo a su celular. Tras cambiarlo por otro modelo y dar el suyo como parte de pago, empezó a notar movimientos extraños dentro de su teléfono. Vio desde capturas de pantalla que se hacían solas, hasta aplicaciones que se abrían de la nada y algunos gastos con tarjetas de crédito que, si bien al principio no le dio importancia, resultaron ser consecuencia de lo mismo. “El celular lo cambié con un chico que me habían recomendado. Ya lo había hecho una vez anterior, porque yo fui a México desde 2018 y viví desde 2023. La última vez reinició el que yo le entregué en mi cara. No pensé nada malo, pero lo que me di cuenta después es que se lo quedaron y se hicieron pasar por mí para pedir el chip y ponérselo. Yo no necesitaba la tarjeta SIM porque mi teléfono nuevo tenía un e-SIM”, reconstruyó Belén. NdR: el e-SIM es una versión digital del chip tradicional. Este se integra directamente en el dispositivo y no necesita una tarjeta física. La argentina en México antes del hecho De esta manera, según Belén, un grupo de desconocidos logró tener acceso y control total de su teléfono. “Yo tenía desviada la ubicación, llamadas, todo. Me escuchaban y me veían 24/7. De golpe el teléfono como que hacía todo el tiempo captura. Claro, era que estaban tomando mi cara, ellos tenían todo asociado con mi cara y con mi mismo teléfono entraban”, recuerda Belén. “A los días (ya a principios de abril) me doy cuenta de que yo iba caminando por la calle y me seguían. Empiezo a observar todo”, dijo la mujer. Su sospecha en ese momento -y que aún sostiene- es que querían usarla para hacer un secuestro extorsivo. Según contó a este medio, ella tiene contacto con gente famosa de Argentina y de México, a quienes había conocido en diferentes oportunidades, y que por eso la vieron como un blanco. Un día recibió un llamado de un hombre colombiano que le dijo explícitamente: “Te estamos vigilando”. Belén intentó contarle de esta situación a sus amigos de México, pero al principio la trataron de exagerada. Después le avisó a su familia, a quienes les contó que iba a dejar su celular porque la estaban siguiendo. A uno de sus parientes, de hecho, también lo amenazaron cuando estaban en Cancún. Las heridas que sufrió Belén durante su estadía en la selva La mujer asegura haber visto cómo iba una persona a vigilar a través de la cerradura de su departamento. Un día le pidió refugio a una amiga de ella: apagó su teléfono y se fue a su casa. Pero se dio cuenta de que su compañera también tenía los datos desviados. “Ahí ella se va de la casa y yo decidí entrar a la selva. Desde la selva vi cómo a los cinco minutos llegaron muchas camionetas rápido a lo de mi amiga”, describió. Poco después, ella volvió a buscarla con la Policía. “Me gritó ‘Belu, Belén’. Yo la escuché, pero no salí, no confiaba en nadie. Me metí en la selva”, recordó. Ese día fue el 8 de abril. Su supervivencia en la selva María Belén Zerda entró a la selva de Cancún con un short, un top sin corpiño y unas crocs que le había prestado su amiga. “Estuve 10 días y me la pasé caminando. De día era mucho calor. Entonces, yo, que no sufro el calor, me ponía abajo de un arbolito y me tapaba la cara y me dormía. De noche caminaba”, relató. Si bien al salir de la selva los médicos que la examinaron le detectaron signos de deshidratación, ella intentó beber lo que encontraba: “Lo que hacía era todos los días salir un poquito a la avenida porque en México tienen la costumbre de tirarlas cosas en el piso, como las botellas. Cuando juntaba bastante, tomaba lo que podía en el momento, y después todo lo demás trataba de mezclarlo en uno y me lo llevaba para adentro, porque adentro sí que no encontrabas nada.”, relató sobre esas semanas. Syzygium, la única fruta que comió Belén en la selva “Para comer encontré unas cositas violetas que se llaman Syzygium, una fruta. Lo habré comido dos días, nada más. Yo soy una persona que, si no hay comida, no me hago problema”, dijo. Y agregó: “También con una bolsa tipo de cascotes, gruesa, me hice una capita y me la ponía en la cabeza, porque a la noche hacía mucho frío y yo soy friolenta”. También contó que, cuando podía, se escabullía hasta la calle y se ponía abajo de las mangueras del aire acondicionado para mojarse y refrescarse un poco. El rescate y cómo sigue su situación en Argentina Sobre el día en que la encontraron, Belén dijo que ella se acercó a la calle porque no podía más. Pero pensó dónde y cómo hacerlo: “Busqué un lugar que tuviera muchos locales. En una vi un camión de caudales con cuatro policías, me acerqué, pero no me contestaban, me ignoraban. Salgo de ahí y en la esquina hay una empresa grande que tenían cámaras por todos lados. Me meto ahí y le digo a los chicos si podían llamar a la Policía, pero que no a la policía local, sino a los que se visten de violeta”. Las autoridades demoraron más de una hora y media en llegar. Durante ese tiempo ella se mantuvo escondida en el local y hasta le pidió a una señora que pasaba por la zona que la resguardara. Le explicó que la habían querido secuestrar y le pidió por favor que le grababa la intervención policial porque no confiaba en nadie. Tras identificarla, la mujer fue trasladada a la Fiscalía para recibir asistencia médica. Le diagnosticaron deshidratación, falta de algunos nutrientes y lastimaduras superficiales. Al darle de alta, volvió a Buenos Aires, donde está instalada. A casi ocho meses del hecho, Belén todavía no recupera el control total de sus datos digitales. Los sospechosos tienen duplicado el ingreso al Instagram de su marca de ropa, con el que trabaja hace años, mails y otros accesos. Ya hizo la denuncia a la Comisaría 1F de la Policía de la Ciudad en busca de ayuda para poder tener un teléfono que no esté clonado en México. Su caso fue asignado al fiscal Carlos Alberto Vasser, pero todavía no recibió respuesta.
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