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  • Para la UCA, las mediciones del Indec sobreestimaron la reducción de la pobreza iniciada en 2023

    Parana » Radio La Voz

    Fecha: 04/12/2025 14:19

    El Observatorio de la Deuda Social Argentina analizó el “efecto estadístico” de la medición del Indec que explicó, en parte, el fuerte descenso de la pobreza y la indigencia de este año. La publicación del nuevo dato oficial de pobreza reavivó el debate sobre su medición, luego de que la UCA advirtiera que la baja en la tasa reportada por el Indec responde más a factores técnico metodológicos que a una mejora real pronunciada. El Observatorio de la Deuda Social (Osda-UCA) de esa universidad no desconoce los avances pero sostuvo que los números sobrerrepresentaron el alivio social. De acuerdo al informe del Indec, las tasas de pobreza e indigencia en los principales centros urbanos durante el primer semestre de 2025 se ubicaron en 31,6 por ciento y 6,9 por ciento de la población, respectivamente. Se trata de una reducción significativa frente al 52,9 por ciento y 18,1por ciento registrados un año atrás. “Siguiendo la metodología del Indec, la pobreza en el segundo trimestre de 2025 habría sido de 31,8 por ciento. Esto significa una baja muy importante de 9,5 puntos porcentuales desde el segundo trimestre de 2023. Sin embargo, si observamos la estimación con corrección de captación, la pobreza también se habría reducido, pero ‘solo’ en 2,1 puntos porcentuales, desde 33,9 por ciento en dicho período”, señaló el Odsa-UCA en su último estudio. “Esto sugiere que existió una baja real de la pobreza monetaria bajo la actual gestión, producto de la baja de la inflación, cambio en los precios relativos y fortalecimiento de la AUH-Tarjeta Alimentar. Lo mismo se observa a nivel de la tasa de indigencia (caída de 1 punto porcentual)”, precisó. “No obstante, en ambos casos, la caída en las cifras oficiales con respecto al período anterior al ajuste estaría sobreestimada por la medición, de tal forma que es posible que en torno a tres cuartas partes de la caída desde los niveles de 2023 se deban a un efecto estadístico”, agregó. Más en detalle, el Odsa explicó que la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), herramienta central para medir la pobreza y la indigencia monetaria, releva los ingresos personales y familiares de los hogares y los compara con el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT), actualizadas por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec. Según la UCA, este mecanismo presenta fenómenos conocidos de subregistro y de no respuesta: muchas personas desconocen o no declaran todos sus ingresos, lo que deriva en una subestimación del ingreso real de los hogares. Ese fenómenos tiende a sobreestimar las tasas de pobreza e indigencia. “Si bien se han ensayado diferentes métodos para reducir este sesgo, no hay ninguno que se considere el más adecuado. En tanto el sesgo sea constante, puede haber un error de precisión en la medición, pero las comparaciones resultan fiables”, apuntó el estudio. Durante los últimos años, la EPH mostraba —al contrastar sus datos con registros oficiales y encuestas a empresas— un subregistro de ingresos que avanzaba de manera lenta pero persistente. Sin embargo, desde el cuarto trimestre de 2023 y el primero de 2024 el Odsa-UCA observó una fuerte y sostenida reducción de esa brecha, explicada por un aumento más significativo de los ingresos laborales y no laborales declarados en la EPH frente a los captados por otras fuentes. “En principio, resulta plausible la hipótesis de que por razones técnico-metodológicas (cambio de cuestionario EPH, procesamientos adicionales, etc.) o socio-culturales (mejor registro de ingresos por parte de los hogares debido a la caída de la inflación, etc.) la EPH haya logrado revertir la tendencia anterior y mejorar sustantivamente su registro del nivel de ingresos de los hogares (aunque esto no haya implicado una menor no respuesta de ingresos)“, analizó el Odsa. Los últimos datos muestran que, desde el cuarto trimestre de 2024, se produjo una mejora significativa en la captación de ingresos, es decir, la recopilación de información sobre cuánto dinero reciben las personas y hogares. De acuerdo a la UCA, la EPH hoy captura ingresos 16 por ciento más altos de los que habría registrado con la capacidad de captación del segundo trimestre de 2018, y casi 17 por ciento por encima de lo que reflejaba en el tercer trimestre de 2023. La universidad concluye que si bien se evidencian mejoras, es necesario corregir parte del sesgo en la evolución de los indicadores. Además, la UCA advierte que el Indec debería acelerar la actualización de las canastas de referencia, evaluar el impacto de los cambios en los instrumentos de captación de ingresos y transparentar su efecto sobre las series históricas. Por otra parte, el Indec sigue calculando la CBT utilizando la estructura de gasto de los hogares relevada en la Engho 2004/2005, a pesar de que ya existen datos actualizados a 2017/2018. Entre ambos períodos, los hogares aumentaron significativamente el gasto destinado a servicios. La UCA señala que si se adoptara una actualización metodológica, la CBT sería considerablemente más alta en todos los años, lo que implicaría también una mayor incidencia de la pobreza. A su vez, una ponderación actualizada alteraría la evolución temporal de la pobreza, al reflejar con mayor precisión el impacto del aumento en los precios de los servicios desde la segunda mitad de 2024. En otras palabras, con una canasta más reciente, la pobreza habría crecido menos tras la devaluación de diciembre de 2023, pero su disminución en los trimestres siguientes habría sido más lenta.

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