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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/12/2025 14:50
Marathon, de Bungie. El escándalo de plagio en el desarrollo de Marathon, un título en preparación por parte de Bungie y respaldado por Sony Interactive Entertainment, ha sido oficialmente resuelto según declaraciones de Fern Hook, la artista que denunció el uso no autorizado de sus diseños en el juego. Tras meses de investigaciones internas y debates en la comunidad, la situación se ha resuelto de forma privada, aunque no se ha aclarado el destino final de las obras implicadas. Origen del conflicto y contexto Todo comenzó en mayo de 2025, cuando Fern Hook, artista visual conocida en la red como Antireal, descubrió que parte de su arte creado en 2017 había sido utilizado en la alfa cerrada de Marathon, un shooter aún en desarrollo. Los diseños, originalmente concebidos como pósters y decoraciones individuales, aparecían integrados visualmente en muros, objetos y armas dentro del juego, lo que desató un debate en redes sociales respecto a derechos de autor, ética creativa y supervisión editorial en grandes estudios. Hook denunció públicamente que no solo no se le había solicitado permiso, sino que la reproducción era literal. La respuesta de Bungie llegó rápidamente. La compañía anunció una investigación y concluyó que un antiguo miembro del equipo de arte había añadido las imágenes de Fern Hook a una hoja de texturas sin el conocimiento del resto del equipo. El material fue incorporado y distribuido con la versión de prueba del juego. Esta admisión generó repercusiones internas, con una caída de la moral y cuestionamientos sobre los controles internos, además de una oleada de mensajes de apoyo y críticas dentro de la comunidad gamer. Marathon, de Bungie. Resolución del acuerdo y confidencialidad Antireal comunicó a través de su cuenta de Twitter que el conflicto con Bungie y Sony Interactive Entertainment se había resuelto “a su satisfacción”. Aunque no se brindaron detalles concretos sobre el alcance del acuerdo –se especula que incluyó una compensación económica y compromisos adicionales respecto al uso de su arte–, la artista no ofreció más declaraciones ni precisó si su obra permanecería o sería eliminada de la versión final de Marathon. Hasta el momento, tampoco hubo comunicados oficiales ni por parte del estudio ni por parte de Sony. El incidente afectó notablemente la moral dentro del estudio, ya que Marathon enfrentó, además de la controversia por plagio, una recepción poco entusiasta en su primera beta pública. Según fuentes internas citadas en informes previos, la presión por rediseñar tanto el material visual como aspectos de jugabilidad obligó a Bungie a implementar cambios significativos. Esto incluyó una revisión exhaustiva de las texturas, supervisión más estricta de los recursos artísticos y modificaciones eventuales al calendario de lanzamiento, que ahora se prevé para el primer trimestre de 2026. Actualmente, Marathon sigue sin fecha concreta de lanzamiento para PlayStation 5, Xbox Series y PC, aunque Sony asegura que el juego llegará durante el año fiscal en curso. Este mes se realizarán nuevas pruebas cerradas bajo estrictos acuerdos de confidencialidad, lo que limita las posibles filtraciones sobre el contenido final del juego. Implicaciones para la industria y la comunidad creativa El caso de Marathon pone en evidencia las prácticas de gestión de derechos de autor en proyectos de alto perfil, suscitando preocupación entre creadores independientes y estudios sobre la vigilancia y control de los recursos integrados en grandes producciones. La explicación basada en el “desconocimiento” sobre el uso indebido es puesta en duda por desarrolladores y artistas, quienes ven en esto una señal de advertencia acerca de controles laxos y la circulación de archivos reutilizados sin atribución en la industria. Para la comunidad gamer y el público interesado, el cierre del conflicto deja numerosas preguntas sin respuesta respecto al acceso y tratamiento de las obras afectadas. Consumidores y seguidores del juego expresan preocupación por la integridad del trabajo creativo y la transparencia de las soluciones adoptadas por grandes empresas. La ausencia de detalles sobre la resolución y el probable uso de acuerdos de confidencialidad refuerza la percepción de que estos procesos tienden a proteger intereses corporativos, antes que la rendición de cuentas pública o la reparación explícita para el artista afectado.
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