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  • «No bajamos los brazos»: El testimonio de Lola Berthet en el Día de las Personas con Discapacidad

    » LT 3

    Fecha: 04/12/2025 13:11

    La actriz Lola Berthet, referente en los reclamos por la Ley de Emergencia en Discapacidad, habló con el equipo de Digamos Todo por LT3 Rosario desde el Hospital Garrahan, epicentro de una nueva jornada de protesta. Allí acompañó a familias, profesionales y trabajadores de la salud que exigen la restitución de derechos vulnerados y la garantía de prestaciones esenciales. En el Día Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, el Hospital Garrahan volvió a convertirse en el punto neurálgico de un reclamo que atraviesa al sistema de salud y a miles de familias en todo el país. Entre ellas, estuvo la actriz Lola Berthet, madre de Juan, un niño de 11 años con diagnóstico dentro del espectro autista. “Hoy nos unimos con el Garrahan porque tenemos una lucha en común: la Ley de Emergencia en Discapacidad”, expresó en diálogo con Digamos Todo por LT3. A su lado, profesionales y trabajadores del hospital denunciaron persecuciones internas, recortes y auditorías “irrisorias”, mientras que familiares reclamaron la continuidad de las prestaciones y la protección de las escuelas y centros de estimulación. “Es un colapso total”: el impacto del ajuste Berthet describió una situación que no deja margen para eufemismos: “En discapacidad es un colapso total. Estamos así desde febrero del año pasado, y cada vez avanza más”. Afirmó que, pese a incrementos parciales, “el sector sigue totalmente desfinanciado” y que el veto presidencial a la Ley de Emergencia dejó a las familias “en absoluta vulnerabilidad”. “¿Por qué tanta crueldad con un colectivo tan vulnerable?”, se preguntó. “Hay que ser malvado para hacer este tipo de cosas. Las familias están angustiadas, las escuelas haciendo rifas para sostenerse, centros que cierran y profesionales que abandonan su vocación porque no pueden sostenerse económicamente”. La actriz también apuntó a presuntos hechos de corrupción en organismos oficiales: “Toda la plata que se han robado es la plata de la medicación, de los prestadores y de nuestros chicos”. Un entramado de profesionales que se sostiene de milagro Para dimensionar la situación, Berthet enumeró el equipo que acompaña a su hijo Juan: psicología, foniatría, psicopedagogía, maestra integradora, acompañante terapéutico, psiquiatra y próximamente terapia ocupacional. Entre cinco y siete profesionales esenciales. “Un día perdido es un día perdido de verdad. No se recupera. No es un turno odontológico; es parte del desarrollo de la vida de mi hijo”, remarcó. Muchos de esos profesionales, explicó, “ya no pueden capacitarse, deben buscar otros trabajos y multiplican pacientes porque no llegan a fin de mes”. Otros prestadores directamente dejaron de trabajar en discapacidad. La sociedad y una pregunta clave: ¿quién debe adaptarse a quién? Berthet también reflexionó sobre el impacto emocional del ajuste y del debate público: “A mi hijo no puedo explicarle que tal vez pierda a su maestra o a su terapeuta. Para él son sus amigos. Hay que protegerlos de esa angustia”. Y dejó una interpelación profunda a la sociedad: “Cuando tenés un familiar con discapacidad aprendés que no son ellos quienes deben adaptarse a la sociedad. Es la sociedad la que debe adaptarse a la persona”. Aunque reconoció que hay avances en inclusión, también remarcó que “falta muchísimo” y que “la empatía aún es una deuda”. Una luz en el frente judicial Berthet destacó un punto que hoy genera expectativa entre las familias: el fallo de la Cámara Federal de San Martín que avaló el amparo colectivo presentado por el juez de Campana y declaró inconstitucional la interrupción de la Ley de Emergencia. “Es nuestra única esperanza. Ahora esperamos que el juez se expida. Ese juez sí nos escucha”, dijo. “El amor vence”: el mensaje para cerrar el Día de la Discapacidad En un día tan simbólico, la actriz dejó un mensaje directo: “Que no dejemos de cuidar a nuestras infancias. Que no dejemos de ser empáticos. Una persona con discapacidad es una persona que vive, que siente, que aporta. Y la diferencia no es una silla de ruedas, no es el autismo. La diferencia es que todos tenemos que cambiar como sociedad”. Antes de despedirse, recordó un hecho que la marcó particularmente: “¿De qué normalidad hablamos cuando un presidente ataca por Twitter a un niño autista de 12 años?”. Y remató: “Sigamos hablando. Sigamos involucrándonos. El amor vence”.

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