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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/12/2025 00:43
La fatiga persistente en adultos mayores puede indicar problemas de salud subyacentes y requiere atención médica especializada (Imagen Ilustrativa Infobae) La fatiga persistente en adultos mayores merece especial atención, pues no siempre es una consecuencia normal del paso del tiempo. Según especialistas de Cleveland Clinic, el agotamiento constante podría ser una señal de alerta sobre problemas de salud subyacentes, y no debe ser ignorado. El Dr. Ardeshir Hashmi, reconocido experto en medicina geriátrica de Cleveland, enfatiza la importancia de diferenciar entre el cansancio habitual de la edad y el que podría ocultar enfermedades físicas o mentales que requieren diagnóstico y tratamiento adecuados Diferencia entre fatiga y cansancio El Dr. Hashmi explicó a Cleveland Clinic que la fatiga se distingue del cansancio habitual porque es persistente y generalizada. Mientras el cansancio suele asociarse a esfuerzos puntuales y tiende a desaparecer, la fatiga empeora con el tiempo y dificulta realizar actividades cotidianas. “Aunque estés motivado para completar una tarea, tu nivel de energía y tu capacidad para mantener la actividad tienden a disminuir cuanto más tiempo vivas con fatiga”, señaló el experto a Cleveland Clinic. Esta condición puede impedir acciones simples como vaciar el lavavajillas, dar un paseo corto o tender la cama, y no se limita al agotamiento tras el ejercicio. El cansancio constante en la tercera edad no siempre es normal y puede ocultar enfermedades físicas o mentales (Freepik) En las personas mayores, la fatiga puede tener múltiples orígenes. El Dr. Hashmi indicó entre las causas más habituales la deshidratación, algunas enfermedades e infecciones, efectos secundarios de medicamentos y trastornos del sueño. El riesgo de sufrir enfermedades crónicas aumenta con la edad, lo que incrementa la probabilidad de padecer fatiga. Según datos de Cleveland Clinic, hasta el 74% de los adultos mayores en Estados Unidos con enfermedades crónicas reportan fatiga. Suele presentarse junto a otros síntomas, que pueden orientar hacia su origen. Causas menos evidentes: anemia, trastornos hormonales y salud mental Más allá de enfermedades crónicas como el cáncer, la enfermedad de Parkinson o la artritis reumatoide, existen condiciones menos evidentes que provocan fatiga en adultos mayores. El Dr. Hashmi subrayó tres factores frecuentemente inadvertidos: Problemas hormonales Cambios relacionados con la edad en la tiroides y hormonas sexuales afectan los niveles de energía. Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo pueden originar fatiga, y el riesgo de hipotiroidismo aumenta después de los 60 años. Niveles bajos de estrógeno y testosterona también contribuyen al agotamiento y pueden alterar el estado de ánimo y la calidad del sueño. “Las hormonas controlan muchas funciones del cuerpo. Cuando los niveles hormonales cambian y están desequilibrados, suele producirse fatiga”, explicó el Dr. Hashmi a Cleveland Clinic. Salud mental La depresión en adultos mayores puede presentarse como fatiga y enlentecimiento físico y mental (Freepik) Trastornos como la depresión, la soledad y el aislamiento social pueden manifestarse como fatiga. En los adultos mayores, la depresión puede enlentecer tanto el cuerpo como los pensamientos. Sin tristeza aparente, el agotamiento también puede ser un síntoma de depresión atípica. “Quien padece depresión atípica puede no tener ganas de llorar constantemente ni siquiera sentirse triste, pero estar cansado constantemente es un síntoma”, aclaró el especialista de Cleveland Clinic. Anemia La falta de hierro reduce la cantidad de glóbulos rojos y limita el aporte de oxígeno, lo que causa debilidad y agotamiento. “La fatiga suele ser el primer signo de anemia”, afirmó el especialista a Cleveland Clinic. Otros síntomas asociados incluyen estreñimiento, cambios en el color de las heces, orina más oscura, palpitaciones, mareos al levantarse y dificultad para respirar. Síntomas asociados y señales de alerta El Dr. Hashmi recomendó observar los síntomas que acompañan la fatiga, pues ayudan a identificar su origen. Entre ellos destacan cambios en el ritmo intestinal, alteraciones en la orina, palpitaciones, mareos, dificultad para respirar y variaciones en el estado de ánimo o el sueño. La aparición de estos signos junto al agotamiento persistente debe motivar una consulta médica. Alteraciones en la orina y palpitaciones figuran entre los síntomas que ayudan a detectar causas de agotamiento (Imagen Ilustrativa Infobae) El especialista de Cleveland Clinic aconsejó a los adultos mayores vigilar los cambios en su nivel habitual de energía. “Como adulto mayor, probablemente conozca su cuerpo, su rutina y lo que normalmente puede tolerar”, indicó el Dr. Hashmi a Cleveland Clinic. Si el cansancio se vuelve más frecuente o interfiere con las actividades cotidianas, es momento de buscar orientación profesional. Recomendaciones clave para prevenir la fatiga Para mantener la energía y prevenir la fatiga, el Dr. Hashmi propuso adoptar medidas proactivas. Entre sus sugerencias figuran: Realizar ejercicio aeróbico diario , aunque sea de baja intensidad y corta duración. Consumir suficiente proteína para preservar la función muscular. Incorporar alimentos ricos en antioxidantes —como bayas, almendras, aguacates y chocolate negro—, que ayudan a prevenir la inflamación y refuerzan el sistema inmunitario. El ejercicio diario, una dieta rica en proteínas y antioxidantes y la consulta médica son claves para prevenir la fatiga en la tercera edad (Imagen ilustrativa Infobae) Ser intencional y constante es clave para mantener altos tus niveles de energía, afirmó el especialista de Cleveland Clinic, quien insistió en la importancia de acudir al médico ante la aparición de fatiga inusual. Identificar la causa de la fatiga y acceder a apoyo médico adecuado puede marcar la diferencia en la calidad de vida de los adultos mayores, facilitando la recuperación de la vitalidad y el bienestar.
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