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  • La forestoindustria de Misiones en su peor momento histórico, según Infopro

    » Elterritorio

    Fecha: 03/12/2025 04:30

    Comenzó la estrepitosa caída, desde que Nación dispuso freno a la obra pública. El titular del Instituto Forestal repasa la disyuntiva en que se encuentra el sector. Continúan las cesantías, menos horas de trabajo y con capacidad instalada en baja. martes 02 de diciembre de 2025 | 21:00hs. La industria forestal de Misiones, pilar histórico de la economía provincial y generadora de miles de empleos, atraviesa su “peor momento de la historia”, según la drástica definición de Hugo Escalada, presidente del Instituto Forestal Provincial (Infopro). Esta dependencia, única en su tipo a nivel nacional, es testigo directo de una crisis que amenaza con una ola de cierres y despidos en la cadena de valor maderera. El sector registra una sostenida caída de ventas en todos los subsectores, desde aserraderos, muebles, pallets, construcción con madera. Tanto la demanda de madera en el mercado interno como las exportaciones están deprimidas. La pérdida de rentabilidad obedece tanto al aumento de costos de materias primas, insumos y energía. Por esta razón, muchas empresas siguen reduciendo jornada laboral, adelantado vacaciones, parando la producción actual o trabajando en un mínimo porcentaje de su capacidad instalada. En las ultimas semanas el tema generó mayor preocupación, tal como lo había expresado directivos de la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap). “La demanda interna está baja, el mercado de exportación no demanda y los precios están planchados. A eso se suman los aumentos de costos de energía”, había resumido Enrique Bongers titular de Amayadap. En noviembre el sector forestal, ya estaba en amarillo en el semáforo de las economías regionales, medido por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro). Ante esta una cruda realidad, Escalada no dudó en catalogar la situación actual como el punto más bajo jamás registrado, un escenario que contrasta violentamente con el período de la pandemia de COVID-19, que paradójicamente, fue el pico histórico de la forestoindustria en volumen de ventas, exportaciones y madera cortada. “Así como el periodo de pandemia fue el mejor periodo en la historia para la forestoindustrial, ahora estamos en el más bajo. No hay un punto más bajo, un punto más amenazante”, dijo Escalada. El presidente del Infopro añade que la actual situación económica del país golpea al sector desde múltiples frentes, “anclada en una profunda discusión ideológica que paraliza las posibles soluciones económicas”. Detalló que la crisis de la forestoindustria misionera se explica por el colapso simultáneo de sus tres principales canales de comercialización: la obra pública, el consumo interno y las exportaciones. De cara al próximo año, afirmó que “no existen señales o determinaciones concretas de que esta situación vaya a revertirse a corto plazo”. A ello se suma que el sector también se ve afectado por la caída del consumo interno desde aberturas, sillas, muebles, etc., experimenta una baja dramática debido a la caída generalizada del consumo. Señala que en un contexto de crisis económica y de consumo, la compra de bienes durables como la madera es la última prioridad para los hogares. Entiende que tal efecto podría extenderse aun cuando el consumo general se reactive, al plantear que ese dinero de los ciudadanos no irá inmediatamente a la compra de productos, sino a saldar el elevado endeudamiento que han acumulado, postergando la recuperación de la demanda de manufacturas. En el mercado externo Si bien siempre existe esperanza en las exportaciones, recuerda que el tipo de cambio actual no favorece al sector, limitando la competitividad. Recuerda que existen “nichos” muy puntuales y escasos, principalmente Estados Unidos, que mantienen ventas rentables, pero el volumen de compras es marginal y no mueve la aguja de la economía sectorial. Amenaza de importaciones La apertura de las importaciones, impulsada por la política nacional, está llevando a muchos industriales a un proceso de reconversión, de pasar de fabricar sus propios productos a vender manufacturas chinas, lo que implica una caída del empleo local. “El sector forestal ha tenido distintas crisis en el tiempo, pero la crisis que estamos teniendo ahora es una crisis -yo diría como le llaman a veces-, de tormenta perfecta” Qué hacer Ante el desplome de la demanda privada, la gran pregunta que se abre es qué puede hacer el Estado nacional. Escalada apunta a una parálisis ideológica que impide soluciones probadas históricamente. Sostiene que el problema radica en que, si la solución no viene del sector privado, debe recurrirse al Estado. Sin embargo, en un contexto donde el discurso dominante es el cierre y la reducción del rol estatal, cualquier intervención se convierte en un dilema. Una medida concreta de auxilio sería que el Estado tome deuda para impulsar la construcción de un número significativo de casas de madera en la provincia, abriendo una puerta gigantesca al sector privado parado. Esta iniciativa, sin embargo, sigue congelada. “La realización de estas políticas requiere que se reconozca al Estado como un actor válido capaz de generar las condiciones que el mercado no está generando. Discutir esto, hoy, choca con la concepción de que el Estado no sirve para nada”, en alusión a la forma de pensar del presidente argentino Javier Milei. Escalada parafraseó la definición de Milei en un encuentro con industriales: “Yo voy a generar las condiciones necesarias. Después se tendrán que arreglar ustedes; quien sea competitivo sobrevivirá, y quien no sea competitivo se tendrá que dedicar a otra cosa”. Ante tal dilema, plantea que el industrial no competitivo debe elegir entre cerrar o sobrevivir sustituyendo la producción propia por manufacturas importadas, principalmente chinas. Ante el desentendimiento de la Nación, se plantea qué margen de acción tiene el Gobierno Provincial para asistir a un sector que es el que más aporta al Producto Bruto Interno (PBI) y el que más trabajo genera en Misiones, al elevarse a más de 700 pymes industriales forestales. Recordó que Misiones se encuentra en una situación de “desendeudamiento” histórico y no tiene excedentes para auxiliar al sector. Plantea que, si se liberara el grifo de ayuda a este sector, tendría similar reclamo de otros como el yerbatero. El gobierno provincial en forma previa tomó medidas, como la baja de impuestos a Ingresos Brutos, pero desde el sector indican que no alcanza para revertir la acuciante situación. Reducción en el aserradero El aserradero Linor SRL emplazado en el municipio de Azara decidió reducir el plantel de trabajadores. En total, había cesanteado 38 trabajadores y en forma posterior reincorporó nuevamente a ocho empleados. Según lo explicado por Agustín Báez secretario general del Soimp (Sindicato de Obreros de la Industria Maderera de Posadas), la decisión tomada de reducir personal, es temporal y para evitar el cierre de la empresa. Sostuvo los que fueron cesanteados eran trabajadores temporales y que hablando con los directivos afirman que se sostiene gran parte del personal y la intención es “tratar de ir resolviendo todos los problemas que está teniendo” la empresa y entiende que es cuestión de tiempo para volver reincorporarlos. “Es una empresa que trabaja con proveedores muy importantes y obviamente necesita mantener cierto flujo de producción”. La decisión adoptada por la empresa es contemplada por el sindicato en función de mantener la fuente laboral y a la mayoría del plantel de trabajadores. “Lo que nos deja tranquilos es que la empresa no tiene intención de cerrar”, recordando que además el empresario tiene otros compromisos por resolver.

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