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» Elterritorio
Fecha: 03/12/2025 02:57
Los hechos que se le endilgan a Ramón Nicanor Aquino ocurrieron en el barrio San Miguel de Puerto Rico, entre octubre del 2021 y abril del 2022, cuando la víctima tenía 6 años. Este martes comenzaron los alegatos finales en el juicio que se realizó a puertas cerradas en el Tribunal Penal Uno de Posadas. martes 02 de diciembre de 2025 | 10:42hs. Después de jornadas testimoniales que se hicieron a puertas cerradas, este martes comenzaron los alegatos finales en el juicio que tiene como acusado al albañil Ramón Nicanor Aquino, por delitos de abuso sexual simple y con acceso carnal en perjuicio de su nieta que, al momento de los hechos, tenía 6 años. Estremeció a la sala oír los relatos de la menor que habría sido víctima de abuso de parte de su abuelo y cuidador. Según consta en el expediente, estos episodios se perpetraron por al menos 8 meses, entre octubre del 2021 -a pocos meses de que la familia de la niña se mudara desde Buenos Aires al barrio San Miguel de Puerto Rico, donde convivían con los abuelos- y abril del 2022. A lo largo del debate, expusieron y declararon peritos psicólogas, trabajadoras sociales y una profesional del Cuerpo Médico Forense a cargo de los informes ginecológicos, elementos que la Fiscalía, a cargo de Héctor Simon, incorporó en su alegato de esta mañana para ratificar que “quedó probado fehacientemente que el señor Nicanor abusó sexualmente de la menor W. aprovechando la situación de guardador y la convivencia preexistente”. Para el fiscal, se probó la autoría del acusado porque “en todo momento fue él la persona indicada por la niña como la única persona que cometió esos hechos, en ningún momento hubo una duda de si había alguien más. Cuando declaró en Cámara Gesell allí ella dijo que era “el abuelo Ramón” el que le hacía esto. Es un delito de propia mano, porque la persona a través de su cuerpo comete estos hechos”, inició. La situación, a vistas de la Fiscalía, fue de tal gravedad por tratarse de una persona de confianza en el núcleo familiar: la conducta abusiva y reiterada, según esbozó, “estuvo en manos de un hombre de 50 años por sobre una niña de 6 años. En todo momento tuvo conocimiento de lo que hacía, cuándo podía abusarla y cuándo no. La niña también declaró que él le decía “apurate antes de que venga la abuela”; sabía lo que estaba haciendo”. El accionar doloso, para el fiscal, se prueba con que “el señor Aquino sabía lo que hacía y lo mantenía oculto, lo hacía cuando sus padres iban a trabajar, algo que la niña también contó, o cuando se iba la abuela. Cuando todos trabajaban y la dejaban en confianza del señor Aquino, él la abusaba”. La semana pasada declaró la madre de la víctima, “con un relato concordante entre la denuncia inicial, lo declarado en instrucción y en esta instancia”, consideró Simon. “Fue su hija quien le comentó que sufría abusos de parte de su abuelo, después de que se le mostrara un video donde se hacía referencia a qué situaciones eran correctas y cuáles no, de qué modo se la podía tocar y cómo no, y ahí la menor le dice ‘eso me hace el abuelo’”, reconstruyó el fiscal. Sobre las declaraciones de la mujer, recordó que en instancia de debate pudo precisar cómo la menor graficaba, con señas y con el lenguaje propio de una niña, lo que el imputado le hacía. A esa voz se sumó la de la ex pareja del acusado y abuela de la víctima, “la señora Aida Estigarribia brindó un relato completo y emotivo, se mostró totalmente compungida, en clara alusión a que, luego de 30 años de relación, se vio lastimada y defraudada porque este hombre aprovechó esa situación para violentarla sexualmente”. “La mujer dijo que cuando fue al velorio de su papá, ese día la niña le contó qué cosas le había hecho el abuelo. En 2024 la niña se animó a contarle a su abuela los abusos que había sufrido, y la abuela, al recordar esto, se quebró”, contextualizó Simon con la mirada atenta al Tribunal, presidido por Gustavo Bernié y acompañado de los jueces Viviana Cukla y Miguel Mattos, por subrogación. Sobre las testimoniales que apuntan al actual juzgado, Simon remarcó que “la abuela de la niña dijo que estaba completamente segura de que fue él, porque la niña no miente y por cómo reaccionó él cuando lo enfrentó”. “Nunca lo negó”, dijo la testigo. Calvario Para el Ministerio Público Fiscal, “la prueba madre fue la Cámara Gesell de la menor, donde ella contó cómo la tocaba y besaba. Cuando la psicóloga le preguntó cómo pasaba, se lo graficaba y contó que tenía dolores”. “Ejercía fuerza para que ella lo toque y ella se resistía. Se trata de una niña de 6 años que tuvo que vivir todo esto”, lamentó Simon, al tiempo que remarcó la validez propia de la instancia de la Gesell. “Los estándares internacionales establecen que los dichos de una niña o niño en Gesell deben tomarse como verdaderos salvo haya otra prueba que demuestre lo contrario: no se puede invalidar el relato de un niño de 6 años solo por su edad”, argumentó. Sobre exámenes médicos que se realizaron en la instrucción, la Fiscalía sumó lo dicho por una médica del Cuerpo Médico Forense de Puerto Rico: “La especialista determinó que la niña tenía un orificio vaginal normal para su edad y el hímen íntegro, pero que en ese ámbito la menor le comentó que había sido abusada por su abuelo”. Y sumó que “la doctora explicó que tener el hímen íntegro no descarta un acceso carnal y que no todo ingreso genera su ruptura”. Solicitud y cambio de carátula legal Al cerrar sus alegatos, el fiscal Simon aclaró que su acusación cambia de carátula, al dejar de lado el delito de abuso “gravemente ultrajante”. Solicitó al Tribunal que a Aquino se lo condene a 18 años de prisión efectiva con cargo de costas, por considerarlo culpable de dos hechos de abuso sexual simple doblemente agravado y un hecho de abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado, todo ello en concurso real. En sus alegatos, también pidió que se lo incorpore al Registro Provincial de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual.
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