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» El vigia
Fecha: 03/12/2025 02:48
Expertos coinciden en que la baja cobertura de vacunación es un factor clave detrás del resurgimiento del brote. Según el último Ministerio de Salud de la Nación, en lo que va de 2025 en Argentina se han confirmado al menos 627 casos de tos convulsa, sobre un total de 4.825 notificaciones con sospecha. El número de casos supera con creces los de años recientes triplican los registros del año anterior. El Ministerio de Salud de la Nación encendió las luces de alerta este lunes al confirmar siete fallecimientos de niños menores de dos años por tos convulsa, también conocida como coqueluche, en lo que va del año. Con más de 600 casos confirmados y un brote que se extiende por 20 provincias, las autoridades atribuyen el repunte a la baja cobertura de vacunación, un factor que pone en jaque la salud infantil del país. Según el último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), hasta la semana 47 –mediados de noviembre–, se notificaron 5.110 casos sospechosos de esta infección respiratoria aguda, de los cuales 688 fueron confirmados, lo que equivale a una incidencia de 1,45 casos por cada 100.000 habitantes. Esta cifra triplica los registros de 2024 y supera los picos observados en años previos, como el de 2023 en Santa Fe. Los decesos, todos en lactantes y niños pequeños, se distribuyen así: cuatro menores de seis meses, uno entre seis y once meses, y dos entre 12 y 23 meses. La mayoría de las víctimas no contaban con el esquema de vacunación completo o provenían de madres no inoculadas durante el embarazo. La tos convulsa, causada principalmente por la bacteria Bordetella pertussis, es altamente contagiosa y se transmite por el aire al toser, estornudar o hablar. Sus síntomas evolucionan en tres fases: una catarral inicial similar a un resfrío común, seguida de una paroxística con accesos de tos violenta, estertores y vómitos, y una fase de convalecencia donde los episodios disminuyen gradualmente. En bebés menores de seis meses, la enfermedad puede derivar en complicaciones graves como apnea, convulsiones, neumonía o incluso la muerte, lo que la convierte en una de las principales causas prevenibles de mortalidad infantil. Se reitera la importancia de que todas las embarazadas reciban la vacuna dTpa después de la semana 20 de gestación, y que los padres completen los esquemas de vacunación de sus hijos según el Calendario Nacional de Vacunación (CNV).
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