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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 03/12/2025 02:43
Diego participó de la ceremonia y sorprendió apenas se confirmaron los grupos El futbol argentino pasó del caos que se vivió durante el Mundial de Rusia 2018 bajo la tutela de Jorge Sampaoli a la conquista de la tercera estrella en la Copa del Mundo de Qatar 2022. En ese sorteo, la suerte dictaminó que los rivales del equipo que tenía a futbolistas como Lionel Messi, Javier Mascherano y Kun Agüero fueran Islandia, Croacia y Nigeria. En la memoria quedó la temprana eliminación ante Francia, que luego levantaría el trofeo, y la turbulenta relación entre los referentes y el cuerpo técnico, e incluso los roces entre los orientadores, pero pocos son los que recuerdan una charla en pleno escenario entre Gary Lineker, quien fue goleador de México 86, y Diego Maradona, el astro que tocó el cielo con sus manos en el estadio Azteca para ser campeón del mundo, en medio del sorteo que dio la vuelta al mundo. “Argentina tiene que pasar de ronda, porque el grupo es accesible y porque tiene que mejorar. No puede jugar tan mal como lo está haciendo”. Traje negro, moño amarillo, Pelusa hizo detonar la bomba de la gala, cargada de contenido protocolar, sin un gesto por fuera del corset. El mundo del fútbol pasó a hablar de lo que determinaron las bolillas... Y de la dura crítica de Maradona a Sampaoli. Y del contexto en el que la había pronunciado. El Diez ya se había robado la atención a lo largo de toda la previa. Primero, porque rechazó el cónclave con el presidente Vladimir Putin en el turno matutino, según se confirmó a partir de un audio al que tuvo acceso Infobae por aquellos días. “No, lo de Putin está todo muy bien, todo muy lindo. Yo lo quiero conocer, quiero hablar con él. Me hice dos o tres ensayos ya de: ‘Hola Putin. ¿Qué hacés, Putin? Sos re-putín. Re-putín del or...’. Pero me tengo que levantar 9:30 y yo a esa hora no me levanto, ¿viste?”, se lo escuchaba decir. “Me duele en el alma porque van a estar todos... ¿y por quién va a preguntar la fiera? Por mí. No va a preguntar por (Carles) Puyol, no me jodas. Pero es una cita muy temprana. Él tendría que haber hecho un cóctel a la tarde, después de las actividades. Le agradezco a Putin, pero mañana yo no voy. Está decidido”, completó. Sin embargo, en turno tarde sí se dio el encuentro, con Maradona como embajador de las demás estrellas, entre ellas el brasileño Ronaldo Nazario. “Todos los muchachos vinieron para verlo a usted, y quieren una foto. Ronaldo es tan tímido que me dijo ‘Diego, por favor, decile a Putin’”, buscó ablandarlo. Pero todas esas idas y vueltas quedaron en un segundo plano tras la tormenta albiceleste que desató Diego, al punto que Sampaoli, quien vio desde la platea cómo era lapidado en el escenario por el máximo ídolo de la Selección, le respondió sin nombrarlo instantes después ante las cámaras de la TV. “Ojalá podamos jugar mejor, mostramos algunos rasgos durante las Eliminatorias, a pesar de las dificultades. Tengo al mejor del mundo y al mejor de la historia”, devolvió, poniendo a Lionel Messi por encima de Maradona. Luego, los vaivenes en la relación con los referentes del plantel generaron que tampoco las estrellas del equipo guardaran un gran recuerdo de su gestión, que finalizó tras la eliminación en octavos de final a manos de Francia. En realidad, aquel momento fue uno de los picos de virulencia en el vínculo entre el DT y Diego. Pero hubo varios. La pirotecnia verbal del astro ya venía haciendo ruido casi desde que el ex orientador de Chile pisó Ezeiza. ¿Hubo premeditación de Maradona a la hora de sacudir desde los cimientos a la Selección con aquella declaración? Entre quienes lo acompañaron en aquella travesía aseguran que no. “No comulgó nunca con él, si tenía prevista decir esa crítica, la tenía en su cabeza. Fue una decisión maradoniana, de las que tenía él”, subrayó una fuente del equipo que trabajaba con Pelusa. ¿Cuándo nació el encono de Diego con Sampa? “Lo consideraba un vendehumo, se enojó cuando se postulaba para dirigir a Boca y le hizo la cruz, decía que no hizo nada en el fútbol argentino y le molestaba que todos lo llamaban para que dirigiera a la Selección como el salvador”, reveló la misma voz. ¿Ocurrió tal cosa, el coqueteo del oriundo de Casilda con el Xeneize? Sampaoli cortó su relación con la selección chilena el 19 de enero de 2016. Y apareció como el principal candidato a conducir al equipo de la ribera en marzo, cuando la dirigencia que encabezaba Daniel Angelici buscaba reemplazo para Rodolfo Arruabarrena. Matías Ahumada, entonces tesorero de Boca, aprovechó un viaje a Santiago de Chile para hacerle una oferta. Según las crónicas de la época, rechazó el ofrecimiento por su simpatía con River y porque en ese momento no quería trabajar en Argentina. “Soy hincha de River desde chiquito. Me generaría una presión extra dirigir ahí. No podría ser técnico de Boca”, declaró después en una entrevista con el programa radial No Somos Nadie. Más allá de esa declaración, Angelici fue uno de los que lo promovió en la AFA como sucesor del Patón Bauza, cuando el pasaje a Rusia 2018 peligraba. Maradona fue gran protagonista del sorteo del Mundial 2018 en Rusia (AFP) Hubo más factores que cargaron la lengua de Maradona. “A mí Sampaoli me traicionó, porque cuando Argentina ganó la Copa Davis de tenis en Croacia me dijo que quería aprovechar para que me hicieran un homenaje en Sevilla (club al que dirigía), pero nunca lo hizo. Se notaba ya que el tenía otros pensamientos”, lo acusó. Y los ataques se profundizaron tras el andar oscilante en las Eliminatorias y la goleada 1-6 ante España, en marzo de 2018. “Lo que me jode a mí, que a nosotros nos costó mucho que nos respeten, que a la Argentina se le tenga miedo. Hoy, salvo por Messi, le han perdido el respeto a la camiseta”, repetía Diego. “Díganme cuándo la gente gritó un gol de Sampaoli, le tirás la pelota y la devuelve con la mano”, lo fustigaba. Ya iniciado el Mundial, tras el 1-1 frente a Islandia, siguió. “Sampaoli no puede volver al país, es una vergüenza. El problema de Argentina es el que los guía, el que les mete en la cabecita lo que tienen que hacer en la cancha. Porque si el técnico no está claro en sus conceptos, los jugadores no pueden hacer milagros”. Con sorna, le puso un apodo que dio a conocer en sus apariciones televisivas: “el ajedrecista”. Fue la continuidad de una tormenta que tuvo un capítulo impensado en medio del sorteo del Mundial de Rusia 2018, el último que pudo presenciar (y jugar, a su manera) Diego Maradona.
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