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» Misionesopina
Fecha: 03/12/2025 02:25
La controversia por el traslado de la yaguareté “Pará” desde las 2.000 Hectáreas de Puerto Iguazú hacia el Parque Provincial Esmeralda sigue escalando y ya generó un durísimo pronunciamiento de organizaciones conservacionistas. La principal preocupación es tan simple como alarmante: a más de un mes del operativo, el Ministerio de Ecología admite que no tiene registros directos de los dos cachorros, cuya ubicación y estado son desconocidos. La ONG Red Yaguareté presentó esta semana un pedido formal de acceso a la información pública ante Ecología, Parques Nacionales y Conicet para exigir los protocolos utilizados, los fundamentos técnicos del operativo y evidencia sanitaria de las crías, en medio de lo que describen como un “silencio incompatible con la transparencia”. “Solicitamos que informen los detalles de la traslocación, copias de los protocolos y que presenten evidencia del estado de salud de los cachorros. Varias versiones los dan por muertos y es perentorio confirmar o rectificar esos rumores”, afirmó a La Voz de Misiones el director de Red Yaguareté, Nicolás Lodeiro Ocampo. También pidieron conocer qué medidas se adoptaron para evitar que episodios similares se repitan en la zona de Puerto Península, donde habitan otros ejemplares. “Hicieron lo mismo que en 2007” La preocupación actual tiene un antecedente oscuro. Lodeiro Ocampo recordó lo ocurrido en 2007, cuando una hembra de yaguareté fue capturada en Salto Encantado por depredar ganado y trasladada —también por Ecología y Conicet— al Parque Provincial Esmeralda. “Tras deambular varios kilómetros, fue muerta a balazos. Yabotí es una zona infestada de cazadores. Ecología y Conicet hicieron lo mismo hace casi 20 años”, lamentó. La crítica subió un tono más cuando el director de Red Yaguareté afirmó: “Nadie lo dice, pero casi 20 años después, con toda la experiencia acumulada, hicieron lo mismo. Y esta vez la hembra tenía dos cachorros de apenas unos meses.” Además, denunció que la ONG fue censurada por el Ministerio de Ecología en la Subcomisión Selva Paranaense —espacio del que son miembros fundadores— y que actualmente enfrentan procesos judiciales por sus observaciones a “capturas innecesarias de yaguaretés y falta de medidas de convivencia con productores”. Nicolás Lodeiro Ocampo, activo defensor de los felinos y director de la ONG de la Red Yaguareté. El comunicado oficial que abrió más preguntas El lunes, Ecología publicó un extenso comunicado donde defendió la traslocación como una “medida excepcional” ante un “alto riesgo para la vida de la madre y sus crías”. Sostuvo que el procedimiento fue “inédito a nivel mundial” y contó con el consenso de la Subcomisión Selva Paranaense, integrada por IMiBio, Conicet, Fundación Azara, Parques Nacionales y Aves Argentinas. Sin embargo, el punto crítico está en un párrafo que pasó inadvertido para el gran público pero no para los especialistas: el organismo admite que no tiene registros directos de los cachorros desde la liberación. Las cámaras trampa solo filmaron la salida de la madre. El egreso de las crías no fue registrado. Guardaparques y técnicos rastrillaron el área sin hallar huellas, restos ni indicios de depredación. Hoy, todo el monitoreo se realiza mediante el collar satelital colocado en la hembra, ya que los dispositivos no pueden colocarse en animales juveniles. El Ministerio afirma que “no hay elementos técnicos que indiquen que las crías no continúen su desarrollo en el ambiente natural”, pero sin datos verificables la incertidumbre crece. Silencio oficial, versiones crecientes La periodista de Iguazú Kelly Ferreyra, directora de LaVozDeCataratas, sostuvo en una columna que las crías se habrían perdido por “decisiones erradas y soberbia institucional”. Recordó que durante meses se advirtió sobre la presencia de Pará en zonas rurales y que las alertas de vecinos fueron desestimadas. Criticó el “manejo hermético, improvisado y soberbio” del conflicto y la ausencia de informes sobre los cachorros tras la suelta. Las preguntas que hoy circulan en ámbitos conservacionistas son directas: – ¿Qué ocurrió exactamente durante la liberación? – ¿Se los buscó de forma sistemática? – ¿Existen reportes internos sobre su estado? – ¿Por qué nunca se publicó información concreta más allá del collar satelital de la hembra? Lo que dicen los expertos Especialistas en grandes felinos advierten que los protocolos internacionales desaconsejan enfáticamente la captura y traslado de hembras con crías dependientes, salvo en situaciones extremas documentadas. Los riesgos son múltiples: ruptura del vínculo materno, estrés crítico, problemas de lactancia, desorientación en territorio desconocido y alta vulnerabilidad de las crías a depredadores y factores ambientales. Las crías de pocos meses: • no regulan bien la temperatura, • no pueden caminar largas distancias, • dependen por completo de la madre para alimentarse. Mover a una familia entera, señalan, eleva exponencialmente el riesgo de mortalidad. ¿Había otras alternativas? Técnicos y organizaciones mencionan medidas de manejo menos invasivas: – monitoreo intensivo con cámaras trampa; – acompañamiento a productores; – mejoras en corrales; – vigilancia permanente sin captura. En ese marco, el traslado aparece —según estas voces— como una decisión de alto riesgo en contradicción con la legislación nacional y provincial que protege al yaguareté como Monumento Natural. Una sospecha que nadie quiere enunciar, pero crece Fuentes del ámbito conservacionista admiten, en reserva, una hipótesis inquietante: que los cachorros podrían haber muerto durante el operativo o en los días posteriores. No hay pruebas concluyentes, pero tampoco datos oficiales que la descarten. La combinación de: • un comunicado que reconoce que no hay registros; • la ausencia de protocolos publicados; • el antecedente de 2007; • y la censura denunciada por Red Yaguareté, nutre la sospecha de un nuevo error grave en el manejo de una especie icónica. Mientras Ecología insiste en que el seguimiento continúa y que no existen indicios de un desenlace fatal, crece una pregunta que ya atraviesa a la sociedad misionera: ¿Dónde están los cachorros de Pará y qué ocurrió realmente durante y después de su traslado?
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