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» Diario Cordoba
Fecha: 01/12/2025 10:15
Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), presentó el pasado miércoles la última edición del Informe de Estabilidad Financiera de su institución, el más leído de los que publica la autoridad monetaria de la zona euro. El exministro de Economía atendió a EL PERIÓDICO horas después por videoconferencia para explicar los riesgos de los que alerta dicho documento, analizar las perspectivas de la economía española, evaluar el futuro de los tipos de interés y señalar las novedades que esperan al sector bancario. Su advertencia sobre la necesidad de aprobar presupuestos para tener credibilidad fiscal resuena especialmente en un país como España, donde el Gobierno no logra aprobar unas cuentas del Estado desde las de 2023. Desde la pandemia se acumulan los shocks, pero los escenarios económicos más temidos no se acaban produciendo, con lo que los mercados siguen subiendo y subiendo. Sin embargo, la economía es cíclica. ¿No le da vértigo que el día menos pensado alguno de esos escenarios sí se pueda materializar? La acumulación de shocks ha sido muy importante, pero en el caso de los bancos europeos no ha habido impacto en gran parte gracias a las reformas estructurales que se hicieron, como la creación del supervisor único y de la Junta Única de Resolución. Eso mejoró la solvencia de los bancos, igual que la nueva normativa derivada de Basilea. Además, países del sur como Portugal, Grecia, Italia o España mejoraron su 'rating' y son más competitivos. Todo eso ahora hace que la economía de la zona euro, aunque esté creciendo por debajo de su potencial de entre el 1% y el 1,5%, sea mucho más resistente a ese tipo de shocks. Aunque siempre hay dudas e incertidumbres. Nuestro informe de estabilidad financiera incluye muchas de ellas. El informe señala que no hay una burbuja de la inteligencia artificial, pero que puede haber una corrección brusca de las valoraciones bursátiles si la implementación práctica de la IA es más lenta de lo esperado. ¿Qué grado de probabilidad le dan? El informe siempre trata de identificar potenciales riesgos. En las valoraciones existe un riesgo relativamente importante. Las primas de riesgo en la bolsa están muy comprimidas, ha habido muy poca volatilidad y se ve mucha concentración de las subidas en los valores de los 'siete magníficos' (Alphabet-Google, Amazon, Apple, Meta-Facebook, Microsoft, Nvidia y Tesla). Además, los mercados están descontando continuamente una narrativa muy benigna: los riesgos geopolíticos no cristalizan, la política monetaria de Estados Unidos sigue con bajadas de tipos de interés, no va a haber recesión. La inteligencia artificial parece imparable en el mundo, pero advertimos de que puede haber un problema de valoración excesiva. Pero la situación no se parece a la burbuja del 'dotcom' de hace 25 años. Las empresas tienen planes de negocios establecidos y claros, ingresos ya fuertes y crecientes, y también beneficios. Por tanto, no es probable que esto sea una burbuja. Pero las valoraciones pueden sufrir una corrección si esa narrativa benigna no se ve concretada en la realidad. No es probable que haya una burbuja de la IA. Pero las valoraciones bursátiles pueden sufrir una corrección El informe también señala el riesgo que supone el sector financiero no bancario, lo que antes se llamaba la banca en la sombra. Se lleva años hablando de la necesidad de regularlo y supervisarlo, pero no hay avances sustanciales. ¿La próxima crisis financiera puede venir de ahí? Lo que nosotros llamamos los "no bancos" es muy amplio. Va desde las compañías de seguros, los fondos de pensiones y los fondos de inversión hasta los 'hedge funds' o fondos de riesgo. Y hay un nuevo fenómeno, el 'private equity' y 'private credit', los mercados privados. Las compañías de seguros y los fondos de pensiones están regulados y sujetos a una supervisión estricta. Pero en los 'hedge funds' ha aumentado mucho el apalancamiento y puede haber una situación problemática si hay reembolsos importantes, porque los activos líquidos siguen siendo relativamente reducidos. Los mercados privados, que no están supervisados, van ganando importancia y hay opacidad en la valoración de sus carteras. Esa opacidad se refleja, por ejemplo, en dificultades para vender sus participaciones. El aviso fundamental es la fuerte interconexión que existe entre estos 'private equities', 'private credit' y 'hedge funds' con la banca tradicional. Tanto en operaciones de activo como de pasivo de la banca están adquiriendo muchísima relevancia. Dado la falta de supervisión estricta, los problemas de apalancamiento, los problemas de opacidad y de iliquidez de cartera, si hay un accidente puede tener impacto en la banca europea, que sin embargo está en una posición buena. Se aprecia un efecto péndulo. Tras la crisis de 2008, se decía que la banca en la sombra era un problema. Luego hubo una fase en que se defendía que la economía europea necesitaba más financiación no bancaria. Y ahora parece que vuelve a ser un riesgo que, entre una cosa y otra, no termina de estar bien controlado. Hay muchos fondos de esa naturaleza que operan fuera de Europa. Lo que se necesita es una regulación global. Y, dadas las interconexiones con la banca, el proceso de supervisión de los mercados y de este tipo de instituciones en Europa debe ser más integrado. Ahora está en manos de las comisiones nacionales del mercado de valores. Pedimos una visión integrada y única, porque además es imprescindible para desarrollar la Unión del Mercado de Capitales o, como se llama ahora, la Unión de Ahorros y de Inversiones. Un tercer riesgo que señala el informe es que los "fundamentales fiscales de algunos países del euro han sido persistentemente débiles", con el riesgo de que un "desvío fiscal podría poner a prueba la confianza de los inversores, especialmente en países donde las mayorías políticas son frágiles". Francia viene evidentemente a la cabeza. ¿Pero se aplicaría también a España por la referencia a las mayorías políticas frágiles? No hablamos de ningún país en concreto. No obstante, en Francia la prima de riesgo sigue siendo moderada, el mercado de bonos francés siempre ha tenido liquidez, y no ha habido contagio a las empresas ni a los bancos. Nuestro informe habla del futuro. En Europa el déficit público está en el 3% y el ratio de deuda pública/PIB en el 90%. Simultáneamente, hay que hacer un esfuerzo muy importante para incrementar el gasto en defensa, que es una prioridad absoluta en Europa. Y por otro lado, la falta de estabilidad política para aprobar presupuestos puede llegar a afectar a la credibilidad de los planes fiscales a medio plazo. Existen desafíos fiscales y es muy importante enviar una señal de estabilidad presupuestaria en consonancia con la estabilidad política. Es difícil plantear un plan presupuestario a medio plazo si no hay capacidad de aprobar el presupuesto anual. Esto es un aviso general, aunque para algunos países el aviso puede ser más urgente que para otros. Soy favorable a la inmigración. Es necesaria, incluso imprescindible, dada la evolución demográfica en Europa y en España Recientemente comentó en Portugal que la "principal razón" de que España crezca más que la media de la zona euro es el crecimiento de la población por la llegada de inmigrantes. ¿Es sostenible un crecimiento basado en ello? En los últimos diez años, dejando aparte el paréntesis del covid, la economía española ha tenido dos claras ventajas. La primera ha sido que el sistema financiero no ha dado problemas. Incluso el caso del Banco Popular se resolvió vía resolución, sin repercusión para el resto del sector y sin coste para el contribuyente. La segunda ha sido que ha ganado mucha competitividad, como se refleja en la evolución de la exportación de bienes y de servicios, y no solamente turísticos, que a su vez se reflejaba en el superávit de la balanza de pagos. A esos dos pilares estructurales se les superponen varios factores. El primero es el crecimiento muy fuerte de la población por la inmigración, especialmente desde el covid. En términos netos, está creciendo en medio millón de personas al año y, evidentemente, eso empuja el PIB. Soy favorable a la inmigración. Es necesaria, incluso imprescindible, dada la evolución demográfica en Europa y en España. Un segundo factor importante han sido los Fondos Europeos de Nueva Generación. El país ha recibido 70.000 millones de euros que no hay que devolver. En el futuro habrá que analizar cómo se han invertido estos recursos. Y el tercer factor, es el turismo. ¿Pero es sostenible ese modelo de crecimiento? El cuello de botella que se está encontrando el modelo, debido al fuerte aumento de la población, es la vivienda. El mercado de alquiler debe absorber ese incremento de la demanda. La oferta de alquiler no ha crecido al mismo ritmo y eso ha hecho que los precios aumenten, lo que está afectando a la movilidad de la fuerza laboral en España y especialmente a los jóvenes. Otro problema más estructural a medio plazo es que el aumento de la productividad es bastante reducido, porque la inmigración fundamentalmente va a sectores de no elevada cualificación. La conclusión es que, desde el punto de vista formal, el crecimiento del PIB es brillante, más del doble del europeo. Pero en otros indicadores, como el PIB per cápita, el crecimiento diferencial es mucho más moderado. Hay dudas sobre su sostenibilidad a medio plazo por la vivienda. Además, cuando la población crece, hay que invertir más en servicios sociales, como educación y sanidad, porque hay mayor demanda de esos servicios. Regular los precios del alquiler no fomenta la oferta, sino que la reduce, como está pasando en algunas zonas en España ¿Cómo se soluciona ese problema de la vivienda, por la vía de la intervención en los precios y la vía de construir más? Regular los precios del alquiler no fomenta la oferta, sino que la reduce, como está pasando en algunas zonas en España. Dado el fuerte crecimiento de la población en el país, asegurar una regulación adecuada que fomente el alquiler es fundamental. Y no es solamente una cuestión del Gobierno central, sino también de las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Un pacto de Estado sobre el alquiler es vital. El BCE estima una sobrevaloración de la vivienda en España del 16,8%, máximo desde marzo de 2009. El Banco de España está analizando la posibilidad de activar limitaciones a la concesión de hipotecas, como tiene el resto de la zona euro salvo Italia y Alemania. ¿Para la estabilidad financiera sería conveniente? La situación no es equiparable a la de hace 15 años. Entonces la burbuja de la vivienda estuvo acompañada por una burbuja de crédito, que ahora no hay. Las medidas macroprudenciales son importantes. Permiten intervenir cuando hay una situación de alza de precios no sostenible a medio plazo para evitar una corrección excesiva cuando se dé la vuelta el ciclo. Algunas de esas medidas afectan a los requisitos de capital de los bancos, a los que se aplica una adición de capital. Otras afectan a la concesión de hipotecas a los particulares, estableciendo límites sobre el porcentaje del crédito respecto al precio de la vivienda. Son medidas razonables y el Banco de España las está analizando. Pero, insisto, no estamos en la misma situación que hace 15 años. Los tipos de referencia del mercado, como el euribor, han empezado a subir ligeramente y ha comenzado a transmitirse a las condiciones del crédito a las empresas de la zona euro. ¿No le preocupa ese endurecimiento monetario en un contexto en que la inflación y las expectativas de inflación siguen ancladas en torno al objetivo del 2% y la economía mejora pero no de manera brillante? Decidimos la política monetaria en función de la evolución de la inflación, que es buena; de las proyecciones de inflación, que también son buenas; y de la transmisión de la política monetaria. En las hipotecas, la transmisión sigue muy de cerca nuestras decisiones de tipos de interés. En el caso de las empresas, es cierto que los bancos se muestran más restrictivos respecto a quién prestan porque consideran que, con los riesgos geopolíticos que hay, la solvencia de las empresas se puede ver afectada. Pero cuando prestan lo hacen reflejando nuestras decisiones de política monetaria. El euribor a 12 meses, al que se ligan muchas hipotecas, tiene en cuenta no solo el nivel actual, sino también el de los próximos trimestres. Los mercados están descontando que va a haber estabilidad, sin subidas o bajadas de tipos en los próximos meses. Nosotros lo que decimos es que el nivel actual de tipos de interés es el adecuado en función de las tres variables anteriores. Aunque, lógicamente, dado el nivel de incertidumbre e incógnitas en el contexto internacional y geopolítico, estamos abiertos a modificarlo. Los mercados están descontando que va a haber estabilidad, sin subidas o bajadas de tipos en los próximos meses Teniendo en cuenta que el balance de riesgos para el crecimiento lo ven equilibrado, que el crecimiento económico ha mejorado ligeramente, y que el nivel actual de tipos lo consideran adecuado, no parece muy aventurado considerar que el escenario central es que vayan a mantenerlos a medio plazo. Bueno, eso es lo que dicen los mercados y lo que dice usted. Yo tengo una percepción mucho más abierta y dependerá de los datos que vayamos recibiendo. Pero insisto, el nivel actual de tipos de interés, mientras no cambien las circunstancias, es el adecuado. Tras la última reunión del consejo de gobierno, la presidenta del BCE dijo que la decisión de mantener tipos se había tomado por unanimidad, pero que había diferencias de criterio entre gobernadores “halcones y palomas”. ¿Hay riesgo de que se produzca una división en el consejo como por ejemplo a finales de 2019? En el consejo somos 27, incluyendo al gobernador de Bulgaria. Lógicamente, hay sensibilidades distintas. Eso es humano. Pero ahora existe consenso sobre que el nivel actual de tipos de interés es adecuado y que si hay un cambio de circunstancias en el entorno, modificaremos los tipos de interés. Lidera el grupo de trabajo de alto nivel para proponer medidas de simplificación normativa a la Comisión Europea. ¿Es posible simplificar sin afectar a la resiliencia del sector financiero y sin bajar los niveles de capital? Por supuesto que sí. Antes de final de año el grupo de trabajo llevará su informe al consejo de gobierno del BCE y, si este le da el visto bueno, lo mandaremos a la Comisión Europea. Habrá un número importante de recomendaciones en tres ámbitos: la estructura de capital; el 'reporting', es decir, la forma en que los bancos se relacionan con los supervisores; y supervisión. Va a permitir que los trámites sean menos onerosos y menos complejos, y simultáneamente que no se toque la solvencia de la banca europea. ¿Los requisitos de capital agregados serán similares, pero la forma de componer ese capital será distinta? La estructura de capital de los bancos europeos tiene más de diez diferentes colchones de capital. Vamos a pedir la reducción del número de los mismos. Y también proporcionalidad en la supervisión y regulación de los bancos más pequeños o cambios en el test de estrés. Pero todo eso no implica una reducción de las necesidades de capital. Según nuestro análisis, el nivel de capital no es una restricción para la concesión de crédito en estos momentos. Después de 11 años sin avances relevantes, ¿es realista pensar que el Fondo Único de Garantía de Depósitos se podrá crear sin que llegue otra crisis? Creo que es imprescindible y espero que las autoridades comunitarias, tanto el Consejo, como la Comisión, como el Parlamento, aprecien la relevancia que tiene. En los últimos meses, ha habido trabas políticas a fusiones bancarias en países como España. El Gobierno tiene que trasponer la directiva CRD6 y decidir si comparte o cede la competencia para aprobar fusiones al BCE y el Banco de España. Esa competencia la tiene ahora por una ley de 2014 que se aprobó siendo usted ministro. ¿Qué cree que sería más conveniente que hiciera? 2014 no es 2025. En 2014, el país acababa de salir de una crisis profundísima de las cajas de ahorro. Once años después, el nivel de solvencia y rentabilidad de la banca española es muy diferente. Por lo tanto, es posible una modificación del planteamiento. Es una decisión política que tendrá que tomar el Gobierno, pero creo que siempre tener en cuenta al BCE o al Banco de España en este tipo de operaciones es algo útil y da una perspectiva complementaria a la de las autoridades de competencia. La separación de poderes en los bancos entre un presidente no ejecutivo y un consejero delegado es una buena práctica reconocida por todos los supervisores del mundo El BCE prevé publicar el año que viene la nueva guía de gobierno corporativo para la banca. ¿Va a obligar a los presidentes ejecutivos a ceder sus poderes a los consejeros delegados o será solo una recomendación reforzada? Es competencia del MUS (Mecanismo Único de Supervisión del BCE) y existe una separación. Lo que puedo decir es que una separación de poderes entre un presidente no ejecutivo, que coordine y maneje el consejo de administración, y un consejero delegado con poderes ejecutivos es una buena práctica reconocida por todos los supervisores del mundo y normalmente bien recibida por los inversores institucionales. El BCE está impulsando el euro digital, pero se ha encontrado una cierta oposición en el Parlamento Europeo, en línea con las alegaciones de los bancos, liderada por Fernando Navarrete, que tiene pasado en el Banco de España y en el Tesoro. ¿Le ha sorprendido esa posición del Parlamento? No entro en cuestiones personales. Respeto muchísimo al Parlamento y a su comisión de economía. El BCE es claramente favorable al euro digital, que no es más que la evolución natural, dada la digitalización del mundo, de los billetes. Estos son el dinero del banco central, es decir el dinero público y, lógicamente, seguirán existiendo. Sobre eso no hay duda. El euro digital, al igual que los billetes ahora, no va a pagar tipo de interés. Será un medio de pago en un entorno en el que tenemos que reducir nuestra dependencia de Estados Unidos. Consideraremos el potencial impacto para la estabilidad financiera, pero es sin duda un instrumento imprescindible en los próximos años para aumentar tanto el bienestar de los usuarios como la independencia de Europa.
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