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» Diario Cordoba
Fecha: 01/12/2025 09:17
Los gatos están entre las especies más ubicas del planeta, pero, pese a ello, aún se desconocen muchos detalles sobre el momento en que se domesticó y sobre las rutas de su propagación por Europa. Ahora, un nuevo estudio, publicado en Science, utiliza análisis de ADN nuclear para esclarecer los orígenes de lo que conocemos como el gato doméstico moderno (Felis catus) y, además, cuestiona la idea de que estos animales se introdujeron en Europa durante el Neolítico, como se ha venido suponiendo hasta ahora. El norte de África parece ser la clave de los felinos domésticos actuales de Europa. Se han observado restos de gatos y representaciones artísticas de ellos en diversos yacimientos arqueológicos de Europa, África y Asia con una antigüedad de más de 10.000 años, lo que indica algún tipo de relación entre gatos y humanos en ciertas culturas. Sin embargo, no siempre está claro si estos gatos podían considerarse «domesticados» o no. Los autores del nuevo estudio explican las razones de esta falta de información: «Esto se debe a diversos factores, como la escasez de restos de felinos en contextos arqueológicos, la dificultad para asignar especies y atribuir un estado de domesticación a los elementos esqueléticos [debido a que las formas silvestres y domesticadas se superponen en tamaño y morfología], y el número limitado de genomas antiguos y modernos analizados hasta la fecha. En consecuencia, las hipótesis actuales sobre cuándo, dónde y cómo se domesticaron los gatos carecen de respaldo empírico». La investigación ha afinado el origen de los gatos domésticos europeos / Pixabay Se conocen dos focos de domesticación temprana de gatos: la zona del Levante Neolítico (en Oriente Medio), hace unos 9.500 años, y el Egipto faraónico, hace unos 3.500 años. En concreto, se han detectado evidencias de domesticación en el Levante en los restos de un gato enterrado junto a un humano. La cultura del Antiguo Egipto, por su parte, cuenta con abundantes muestras de domesticación de gatos, desde restos momificados de felinos hasta dibujos de gatos comiendo en platos junto a humanos. Más recientes de lo que se creía y del norte de África Anteriores estudios basados en ADN mitocondrial parecían indicar que los gatos podrían haber sido traídos a Europa desde Turquía junto con los agricultores neolíticos, durante el auge de la agricultura, hace unos 6.000 años, y también desde Egipto hace unos 2.000 años. Se ha demostrado que el gato doméstico moderno proviene genéticamente del gato montés africano (Felis lybica lybica), que habría sido nativo de estas zonas. Los resultados indican que los gatos modernos no llegaron a Europa hasta hace unos 2.000 años, lo que significa que no fueron traídos por agricultores del Neolítico El nuevo estudio ahora publicado analiza los genomas de 70 gatos antiguos de los últimos 11.000 años, procedentes de yacimientos arqueológicos de Europa y Anatolia (la actual Turquía), y de 17 gatos monteses modernos de Italia, Bulgaria y el norte de África. Los resultados indican que los gatos modernos no llegaron a Europa hasta hace unos 2.000 años, lo que significa que no fueron traídos por agricultores neolíticos, como se creía anteriormente. El análisis demuestra que los gatos domésticos actuales están más estrechamente relacionados con los gatos monteses africanos modernos que con las poblaciones modernas de Oriente Medio. Los gatos de la Europa primitiva Europa contaba con su propio gato montés autóctono, Felis silvestris, especie que aparece en los registros de ADN hace más de 2.000 años (a diferencia de F. l. lybica, que habría llegado con los agricultores neolíticos). Según el nuevo estudio, existía evidencia de mestizaje entre los primeros gatos F. silvestris y F. l. lybica, probablemente la especie híbrida identificada en otros estudios. Aunque no son los gatos domésticos que conocemos actualmente, estos gatos parecen haber desempeñado un papel en algunas culturas, aunque su papel podría haber variado. Evolución y dispersión de los gatos en Europa / Patrizia Serventi La relación entre humanos y gatos monteses en Europa posiblemente se basaba en la explotación por su piel y alimento, como sugieren las muestras mesolíticas de Galgenbühel/Dos de la Forca. Sin embargo, no deben descartarse relaciones socioculturales y simbólicas más complejas, si se tienen en cuenta los restos de gatos monteses procedentes de la Partanna de la Edad de Bronce (Sicilia, Italia), depositados en un vaso campaniforme y una cabeza de arcilla felina del Calcolítico búlgaro, explican los autores del estudio. En cualquier caso, afirman que sus datos indican que F. silvestris no condujo a la propagación de los gatos F. l. lybica/F. catus a Europa. El caso singular de Cerdeña El análisis de ADN del equipo también revela una población distinta de gatos que vivían en la isla de Cerdeña. Afirman que estos gatos llegaron en una oleada migratoria independiente desde el noroeste de África. Si bien este estudio ayuda a delimitar el origen de los gatos domésticos modernos, los autores señalan que más datos de Egipto y otras regiones ayudarían a identificar las poblaciones de origen. Los autores del estudio concluyen: «Nuestros resultados ofrecen un nuevo marco interpretativo para el origen geográfico de los gatos domésticos, lo que sugiere un proceso de domesticación más amplio y complejo que pudo haber involucrado múltiples regiones y culturas en el norte de África».
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