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Concepcion del Uruguay » La Pirámide
Fecha: 01/12/2025 00:28
Tras el revuelo generado por vecinos que aseguraron ver luces misteriosas en el cielo, Leonardo Hoet explicó que se trata de satélites Starlink y aclaró por qué estos objetos pueden brillar, desaparecer y parecer cambiar de dirección, descartando cualquier fenómeno extraño. En los últimos días, varios vecinos reportaron haber observado “luces extrañas” desplazándose en el cielo, lo que generó especulaciones y confusiones en redes sociales. Ante esta situación, Leonardo Hoet integrante de Astroamigos, se comunicó con La Pirámide para brindar una explicación técnica y desmentir la información errónea que circuló. Hoet señaló que las luces avistadas son, con toda probabilidad, satélites Starlink, conocidos por reflejar la luz del Sol y hacerse visibles en ciertos horarios. “Estos satélites se ubican normalmente entre los 300 y 400 kilómetros de altura. El viernes, por ejemplo, SpaceX lanzó un cohete con 140 nuevos satélites, que se separan a unos 100 kilómetros de altura y luego ascienden lentamente gracias a sus motores de iones hasta alcanzar su órbita final”, explicó. Actualmente, Starlink posee alrededor de 8.750 satélites activos, además de otras compañías que también proyectan constelaciones similares. Debido a esta enorme cantidad de satélites orbitando la Tierra, es habitual que reflejen la luz solar y brillen durante la noche, especialmente en zonas con baja contaminación lumínica, donde su visibilidad aumenta significativamente. Hoet también aclaró que los satélites no siempre pasan “justo encima” del observador. Lo más frecuente es verlos elevarse ligeramente desde el horizonte y descender nuevamente, dependiendo de su órbita. En cuanto a los testimonios que aseguraban que una luz “se apagó y apareció en otra dirección”, explicó que esto ocurre cuando un satélite deja de recibir luz solar y deja de ser visible, mientras que otro —ubicado en una órbita distinta— comienza a iluminarse, generando la ilusión óptica de un cambio brusco de trayectoria. Además, precisó que a 20.000 kilómetros de altura prácticamente no hay satélites, ya que allí se encuentra la capa de Heaviside, altamente ionizada y capaz de dañar equipos en órbita. Por encima de esa capa operan los satélites de posicionamiento global GPS, GLONASS y Galileo, ubicados a unos 22.000 kilómetros, demasiado lejos para ser visibles desde la Tierra. “La supuesta ‘paranoia’ por luces en el cielo tiene una explicación simple y comprobable”, concluyó Hoet, insistiendo en que estos fenómenos responden a causas astronómicas y tecnológicas completamente normales.
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