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» El Ciudadano
Fecha: 30/11/2025 21:44
*Por Luciana Mangó y Daniel Zecca Antonio Bonfatti comenzó a militar cuando tenía 22 años y estudiaba medicina en la UNR. Había empezado con las materias clínicas en los hospitales y veía que se repetían los mismos pacientes. Entendió que no era «el bacilo de Koch», sino que los pacientes trabajaban en las cámaras frigoríficas sin protección, o tenían parasitosis porque no tenían agua potable o cloacas. “Esas cuestiones sociales empezaron a abrirnos los ojos a muchos médicos o jóvenes estudiantes de esa época, cuando pensábamos que no eran solamente bacterias, virus y microorganismos, sino que había condiciones sociales”, recordó. Ese interés lo acercó al socialismo, donde ya cumple 53 años de militancia. En diálogo con el stream El Ciudadano Política, el ex gobernador de Santa Fe y actual diputado provincial por Unidos repasó los alcances y actualidad del partido, y no descartó la posibilidad de sumarse a un frente más amplio de unidad para las elecciones de 2027. Además, celebró la sanción de la nueva Constitución provincial, que impulsó sin éxito durante su gobierno, y destacó que es la mejor del país en la actualidad. Valoró el trabajo del gobernador Pullaro y cuestionó el rumbo económico del gobierno nacional de Milei: “Podrá acomodar la macro, podrá acomodar la inflación, pero en determinado momento esto estalla”. —¿Cómo estás viendo al socialismo, en el marco de esta coalición que integra en la ciudad de Rosario y que por primera vez no lo tuvo entre los protagonistas electorales? —Somos frentistas desde aquella fórmula de (Nicolás) Repetto, socialista, con Lisandro de la Torre. Siempre hemos creído en la necesidad de constituir frentes. Un solo partido por sí solo tiene que compatibilizar sus ideas con otros y tratar de dejar lo mejor en común. La Alianza Santafesina fue un agrupamiento para ganar la elección. El Frente Progresista fue otra cosa, porque partimos de un programa. Hoy Provincias Unidas es lo mismo. El partido está consolidándose, obviamente siempre tiene que surgir un liderazgo que sea aceptado por la ciudadanía y esto no es simple construirlo, más en estas épocas. No tuvimos representación en las últimas elecciones a concejales, pero el partido sigue funcionando, con muchos militantes, con mucha presencia en la Cámara de Diputados. Somos 14 diputados, un senador, y somos parte de Provincias Unidas y de Juntos para Cambiar Santa Fe, así que trabajando allí. —Estamos a 2 años de las próximas elecciones, desde el espacio que vos representás dentro del socialismo, ¿están pensando ya en algún candidato? —No, no hay que adelantarse a los tiempos. Creo en la unidad y en la necesidad de convocar a todos los actores dentro del Partido Socialista y tener una posición única con un solo candidato. Creo que eso es lo mejor. Somos 12 partidos, así que creo que hay muchas posibilidades. —¿Cómo ves la gestión Pullaro que representás desde la Legislatura? —Muy bien, porque se sigue adelante con los grandes lineamientos que existían dentro del Frente Progresista. En materia de salud, se inauguró el Hospital Regional de Rafaela, de 21 mil metros cuadrados. Surgió de aquella planificación que empezó con Hermes (Binner), que siguió en mi gestión y continuó después con Miguel (Lifschitz). Se sigue con los centros de atención primaria de salud, hay 1.000 aulas en marcha y escuelas que se están construyendo, sigue la temática de acueductos en marcha, lo mismo con las rutas. Ninguna provincia está haciendo obra pública como Santa Fe: el puente Santa Fe-Santo Tomé, que es una ruta nacional y, sin embargo, la obra la hace la provincia. En seguridad hemos avanzado muchísimo. Por primera vez, se ha involucrado a la Justicia federal, lo que no ocurrió en otros gobiernos. También el gobierno nacional, con la presencia de fuerzas federales. Esto ha cambiado mucho. Veo un gobierno donde uno puede tener matices, como la tuvieron radicales o demócratas progresistas en nuestros gobiernos, pero lo importante es en lo que coincidimos, no un matiz de una diferencia. —¿Te sorprendió de alguna manera Pullaro en el gobierno? —A Maxi lo conozco desde hace muchos años y reconozco su enorme capacidad de trabajo. Es alguien que se levanta a las 5 o 6 de la mañana todos los días a estudiar y que recorre la provincia de punta a punta, todos los días. —¿Qué balance hacés de la reforma constitucional? ¿Pensás que se logró lo mejor que se podía lograr? ¿Quedaron algunas asignaturas pendientes? —Se pudo lograr porque teníamos los votos, en Senadores y en Diputados. No los tuvo Hermes, no los tuve yo, no los tuvo Miguel. Creo que es una Constitución que, si uno la compara con la anterior, es mucho mejor en todos los aspectos. Consagra actualizaciones de derechos, de salud y educación, a los tiempos actuales. Todo el aspecto que tiene que ver con la Justicia, el Ministerio Público de la Acusación, la Defensa, la designación de los jueces, de los fiscales, de los defensores, el enjuiciamiento. Ahora tenemos que sacar las leyes acordes a toda esa reforma que está en la Constitución. En cuanto a los mandatos, no hay reelección, salvo una, para todos los cargos, porque tenemos presidentes comunales e intendentes hace casi 30 años, lo mismo con los concejales. Es sano que se tenga una sola reelección si la ciudadanía lo decide y, a partir de allí, poder tener un descanso. Y después el candidato se puede volver a presentar. Son avances significativos: revocatoria de mandato, referéndum, derecho al agua, el tema del medio ambiente y otras tantas cosas que están consagradas en esta nueva Constitución. Hay que analizar artículo por artículo. Es lejos la mejor constitución que tiene el país hoy en día. —¿Hubo algo que te hubiera gustado incorporar y que no se logró plasmar? —En una Constitución uno puede llevar el 100% de la idea, pero lo peor que puede pasar es que saques el 100%, porque quiere decir que lo impusiste. Cuando tenés al otro y tenés que compatibilizar ideas, si sacaste el 80% o 70%, me parece fantástico. Hay una estadística que dice que el 96% de los proyectos salieron con más de las dos terceras partes de los votos y eso no es un tema menor. —¿Qué análisis hacés del resultado de octubre en la elección de diputados nacionales y el desempeño de Provincias Unidas? —Las elecciones de octubre tienen un antecedente, y la gente no quiere volver para atrás. Venimos de fracaso tras fracaso, de 20 y pico de años con un 50% de pobreza, desocupación, donde un día abrimos la economía, otra día la cerramos. La gente no quiere volver al pasado. El antecedente de agosto, con la elección de Buenos Aires, asustó a mucha gente, porque esa diferencia a favor de (Axel) Kicillof era volver al pasado. Pero fundamentalmente incidió el «no al lunes negro» y el gran apoyo de Estados Unidos. Eso creo que terminó de torcer la balanza. La gente no quería otra crisis de 2001. Post-elecciones he hablado con muchísima gente que tiene un comercio, que tiene una industria, que tiene un kiosquito y que te dice: «Mira, yo no lo hubiese votado, pero la verdad, no quiero volver a vivir lo que viví». Bajó el consumo de la gente y en todos los rubros es menguado, pero era un poco evitar el lunes negro. Ese es mi análisis. —Para 2027, ¿imaginás un gran frente opositor a las políticas del actual presidente? —En el año 68, 69, nosotros sacamos un documento que se llamaba El Frente del Pueblo. Planteamos la necesidad de encontrar un acuerdo nacional. Cuando en 2022 me preguntaron acerca de lo que estábamos en ciernes, que era Provincias Unidas, si me uniría con el PRO, yo planteé que tenemos que hacer un frente, si coincidimos en un programa. Y me preguntó la periodista en ese entonces si incluiría al peronismo. Yo digo que no se le cierra la puerta a nadie si coincide con un proyecto de Nación, porque si seguimos con los estereotipos no vamos a ningún lado, y así nos está yendo. ¿Coincidimos en grandes lineamientos? Si coincidimos en el 50%, avancemos con el 50%. Con el 70% mejor, pero avancemos en algo. ¿Queremos industria o no queremos industria? Y si queremos industria, ¿son todas viables o algunas no son más viables y tenemos que recapacitar? ¿Cuál es la política agropecuaria? ¿Cuál es la política para ciencia y tecnología? ¿Qué definimos con las universidades, con la investigación? Uno pone dinero, el otro se lo saca. Repatriamos investigadores, los investigadores se van. No funciona un país así. Y yo no estoy hablando de Europa, de las grandes potencias, sino que miro a Uruguay, a Chile y a Brasil. Estas cosas están definidas desde Pinochet hasta Lagos, hasta Bachelet, hasta Boric: ciencia y tecnología, universidad, educación. Nadie pone en crisis esto. En el caso de Chile con el cobre, nadie pone en crisis eso. Acá va de un lado para otro. Abrimos la economía, cerramos la economía, no va un país así. —Y en ese balanceo, Milei parece haberse ido muy al extremo, ¿no? —(El ministro de Economía) Luis Caputo, durante los dos primeros años de Macri hizo lo que está haciendo ahora: un festival de la timba financiera que hizo que el país explotara y terminó pidiendo 56.000 millones de dólares como deuda externa. Ahora está haciendo exactamente lo mismo, porque es un representante de JP Morgan. Y el que está en el Banco Central también es un ex representante de JP Morgan, y el ministro de Relaciones Exteriores también. Antes lo hacía Bunge y Born, en la época de Menem, ahora lo está haciendo el JP Morgan. Estos son los negocios en donde no hay suerte para los intereses de los argentinos. Podrá acomodar la macro, podrá acomodar la inflación, pero en determinado momento esto estalla. Va a favorecer a la industria minería, a la petrolera, a la energía. Eso es Neuquén, eso es el norte. Pero es una Argentina para muy pocos, porque las que dan mano de obra intensiva son las Pymes, y esas son las que hay que defender para Santa Fe.
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