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» Radiosudamericana
Fecha: 30/11/2025 06:38
Sábado 29 de Noviembre de 2025 - Actualizada a las: 12:28hs. del 29-11-2025 PSICOLOGÍA En un contexto social donde las relaciones personales son constantemente analizadas, la Lic. Florencia Rodríguez, psicóloga especialista en violencia masculina y dependencia emocional, ofreció a www.radiosudamericana.com una perspectiva profunda sobre las relaciones tóxicas, sus características y cómo identificarlas. Ella abordó algunos casos mediáticos hasta situaciones de violencia resonantes en la actualidad. La psicóloga especialista en violencia masculina y dependencia emocional, Lic. Florencia Rodríguez (MN 47.400), explicó por qué estos vínculos se originan, cómo reconocer las señales tempranas y qué mecanismos psicológicos sostienen dinámicas altamente dañinas. Desde casos mediáticos hasta situaciones judiciales actuales, analizó los patrones que definen una relación tóxica y cómo trabajar para salir de ellas. “Una relación tóxica es un vínculo que daña, que intoxica y que parte de una desigualdad” La especialista dirige un equipo de salud mental online con más de 130 profesionales y se especializa en violencia masculina y dependencia emocional. En diálogo con este medio, analizó uno de los temas más comentados del último tiempo: las relaciones tóxicas. Para la psicología, estos vínculos son aquellos que “no tienen dinámicas funcionales sanas” y cuyo origen siempre se encuentra en algún tipo de desigualdad. Esa desigualdad puede ser: económica, de prestigio, emocional (uno está fuerte y el otro vulnerable), o incluso de edad, un indicador que muchas veces se subestima. “La desigualdad es el caldo de cultivo para que aparezcan conductas de control y manipulación. A partir de allí, uno intenta imponerse sobre el otro, dañar su autoestima y limitar su libertad”, explicó. Y añadió: “En estos vínculos, la mujer no elige: el agresor implementa estrategias para que ella crea que elige, pero en realidad está bajo su control”. El caso Suárez–Icardi: desigualdad más allá del dinero Aunque ambos gozan de recursos económicos y reconocimiento, la psicóloga señaló que también allí existe desigualdad: “Eugenia contó que cuando empezaron a vincularse, ella venía hundida en un pozo, con baja autoestima. Mauro, en cambio, es un jugador de fútbol reconocido, con muchísimo más dinero y poder. Él se vincula a través de viajes, regalos caros e incluso dejó de lado su actividad laboral desde que está con él”. La renuncia de la actriz a su actividad profesional es, según Rodríguez, un indicador claro: “Se acentúa la desigualdad cuando una persona abandona su proyecto y queda bajo el poder del otro”. Conductas romantizadas que en realidad son señales de control Muchas conductas que se celebran como gestos de amor son, en realidad, mecanismos de control. Entre ellos: El “hombre/mujer Uber”: el/la que te lleva y te trae todo el tiempo. Se confunde con amor, pero puede ser control. Los celos: los celos no tienen nada que ver con el amor, enfatizan los especialistas. El silencio como castigo: Rodríguez diferencia dos situaciones: el silencio para bajar la tensión (válido) y silencio para castigar o manipular. De este modo, "cuando aparece la indiferencia, el objetivo es hacer sentir culpable al otro. Es una forma de violencia psicológica y genera cada vez más distancia afectiva.” ¿Discusión normal o patrón tóxico? La línea que muchas parejas no ven No existe pareja sin conflictos. “Lo que me preocupa es cuando el estrés y el conflicto forman parte del cotidiano”, advirtió. En las consultas se indaga cómo se discute: si hay insultos, si hay empujones, si discuten arriba del auto donde uno acelera (otro tipo de control), si siempre se pelea por lo mismo. Asimismo, destacó que los “innegociables” en una relación sana incluyen: un golpe, los insultos, la invalidación emocional, manipulación o amenazas. Una pareja sana “genera acuerdos, cambia el tema de discusión y fluye con confianza y previsibilidad”. Micromachismos y romantización: por qué se sostienen estas relaciones Las relaciones se construyen sobre bases culturales. Para Rodríguez, los micromachismos siguen estructurando vínculos: la mujer que asume tareas de cuidado y relega sus proyectos, el hombre proveedor con presión social, la idea de que el amor todo lo soporta. Sobre las relaciones conflictivas, advirtió: “Se sostienen en la ilusión de que el otro cambie. Y eso no sucede”. Datos globales y regionales: un problema que persiste Un reciente informe de la World Health Organization (OMS) señaló que alrededor de 840 millones de mujeres, casi 1 de cada 3 adultas en el mundo, han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja o en otros vínculos de pareja. En 2024, otro estudio mundial alertó que casi 1 de cada 4 adolescentes que ha estado en pareja sufrió violencia física o sexual antes de los 20 años. En el continente americano, el problema sigue siendo grave: según datos de este año, 1 de cada 3 mujeres de 15 años o más ha vivido violencia física o sexual en algún momento de su vida. (Organización Panamericana de la Salud). Estos datos muestran que la violencia de pareja y los vínculos tóxicos no son marginales: afectan a millones de personas, atraviesan clases sociales, edades y condiciones económicas, y en muchos casos comienzan desde la adolescencia. Corrientes Según el informe del área de estadística del Poder Judicial de la Provincia de Corrientes, entre enero y octubre de 2024 se iniciaron 3.754 causas por violencia familiar y de género en toda la provincia, un promedio de 12 causas por día. En cuanto a los tipos de violencia denunciados en Corrientes en 2024: el 85,86 % correspondieron a violencia verbal/psicológica, un 45,62 % a violencia física, y también se registraron casos de violencia económica, ambiental, social, sexual, entre otros. Del total de causas iniciadas en 2024, un 40,34 % correspondieron a agresiones de ex parejas; 14,55 % a parejas actuales o convivientes; otras denuncias involucraron relaciones filiales o vínculos familiares. Primeras señales de alarma: el cuerpo también avisa Los signos tempranos de una relación tóxica incluyen: Control del celular, redes, amistades u horarios, Vigilancia de quién da “me gusta”, Celos constantes, Manipulación emocional, Aislamiento. Pero el indicador más importante es el registro propio, dice la psicóloga: “Si tenés ansiedad, dolores, temblores, incomodidad, si te empezás a enfermar seguido… el cuerpo está avisando”. Una relación sana es previsible, segura, confiable e incondicional. Justificar lo injustificable: “es su forma de amar”. Frente a la idea romántica de que el otro “no sabe amar”, Rodríguez es expresó: “Una cosa es entender por qué es como es. Otra muy distinta es justificar el daño”. En perfiles como los narcisistas o psicopáticos, hay incapacidad real de amar: utilizan al otro como un objeto. Permanecer allí aumenta los daños: “Mientras más tiempo en el ciclo de violencia, más difícil es reconstruirse”. Dependencia emocional: cuando la relación se vuelve una adicción Las relaciones tóxicas generan dependencia emocional: “Es como una adicción. Aunque te dañe, sentís necesidad de volver, porque si no está, aparece el vacío y no todos pueden enfrentarlo”. Por eso el primer paso es aceptar que nadie sale solo de un vínculo así. Se necesita una red de apoyo, familia y amigos y fundamentalmente terapia psicológica. La visión objetiva del profesional es la única herramienta que regula la emoción para poder pensar en separarse. Cómo evitar repetir patrones tóxicos Para romper ciclos, la herramienta principal es la terapia. Los patrones se originan en vínculos fundantes, por ejemplo, con los padres. Las actividades complementarias recomendadas por la psicología incluyen la escritura terapéutica, la meditación, el yoga, movimiento corporal, hobbies, encuentros sociales. No hay recetas rápidas. Es un proceso profundo. ¿Puede transformarse una relación insegura en un vínculo seguro? Sí: con apego seguro Rodríguez citó a una psicóloga chilena Soledad Grunert. "El apego inseguro se cura con apego seguro". Por eso el vínculo terapéutico es clave. Su equipo trabaja con un sistema de “Tinder de salud mental”, donde se hace match entre pacientes y profesionales que compartan estilo y afinidad: “El vínculo terapéutico es el principal factor de cambio”. Cómo frenar la ansiedad en dinámicas de apego ansioso–evitativo La ansiedad en estas relaciones se vive como síndrome de abstinencia. Herramientas:
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